Sandra Bullock está de moda. De hecho, siempre lo ha estado. Su impresionante carrera, con varias de sus películas alcanzando los cien millones de dólares en la taquilla norteamericana, demuestra su versatilidad, su desenfado, pero también su compromiso a la hora de elegir sus papeles. En 2010 ganó el Oscar con "The Blind side" y tres años después podría volver a los Oscar por su papel de astronauta en "Gravity". Hasta ahora, todo son halagos para la actriz por su interpretación de la doctora Ryan Stone, un papel complicado por su exigencia física y su omnipresencia, ya que la película se apoya durante buena parte del metraje únicamente en la labor interpretativa de la actriz. "Nunca antes se había hecho algo parecido", explicó en una entrevista a EfeTV en Venecia que recoge lainformacion.com. "Cada día había tantos obstáculos que superar que me impedían pensar que estaba sola rodando. Miraba abajo, a través de una pantalla negra y veía a 30 técnicos allí. Es el trabajo más satisfactorio de mi carrera".
Lo más difícil para ella fue conseguir hacer real la forma de moverse en el espacio, muy diferente de la de la tierra. "Necesitamos la ayuda de cables que si te empujaban hacia un lado te hacían moverte de una forma más natural que hacia el otro lado, que te ayudaban a simular la ausencia de gravedad, pero todo tenía que hacerse a una velocidad del 30 por ciento de la normal. Al mismo tiempo tenías que hablar rápidamente, y en algunos momentos tu cuerpo no reaccionara de la forma en la que habitualmente lo hace", explica la actriz. Y todo ello con la presión de lograr que esos movimientos fueran siempre perfectos. "Porque en el momento en el que no lo fueran, la audiencia se saldría de la historia", agrega convencida.
Pero no le importó el esfuerzo porque trabajaba al lado de Clooney, amigo desde hace años -"es un actor y director increíble, un buen hombre, le adoro"-, y a las órdenes de Cuarón, -"un sueño hecho realidad"-. "Haría cualquier cosa que él dirigiera (...). Me enviaron el guión y cuando oí que Alfonso Cuarón sugirió que trabajáramos juntos fue un sueño hecho realidad, era el sueño de toda mi carrera trabajar con este hombre cuyo trabajo he seguido desde el comienzo y del que adoro cada cosa que hace". Es, agrega, "un artista, un maestro en su oficio, humilde, amable...".
En una entrevista que El País publica hoy, Bullock cuenta que se preparaba para cada escena escuchando su respiración, canciones o las indicaciones del director. “Sandy”, dice la actriz con tono irónico e imitando el acento mexicano. “Cada vez que lo decía significaba que tenía que repetir algo”, dice entre carcajadas hoy, aunque no hubo nada divertido en la experiencia “claustrofóbica” de aquel rodaje. “Esta película habla del renacimiento personal, de cómo renaces de las adversidades, y por eso esta escena era fundamental. Yo no quería decepcionar a nadie, quería que fuera perfecta”. Le costó seis tomas, pero a la sexta… El silencio. “Cuando no oí el ‘Sandy’, lo supe, lo había logrado y empecé a llorar. Con Gravity ha renacido mi ilusión por hacer cine”.
Creo que el equipo médico que le ha implantado el Botox no podrá decir lo mismo.
ResponderEliminarcierto, jajajaja
EliminarArriba Bullock!!! :)
ResponderEliminarVaya giro que le ha dado a su carrera, increíble. Muy contento.
Que bueno por ella. Realmente se nota que ama su trabajo
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