La Sección Oficial ha comenzado este año con una película de inauguración extremadamente floja ('27 noches') y otros tres títulos que no lograron subir mucho el nivel ('Six Days in Spring', 'Deux pianos' y la española 'Los Tigres'). Afortunadamente, la Sección Perlas arrojó algo de luz a esta mala segunda jornada gracias a la cinta de animación 'Little Amélie'.
'Los Tigres'
Las últimas cuatro películas de Alberto Rodríguez fueron nominadas al Goya ('La isla mínima' incluso lo ganó) pero todo indica que la racha se va a romper con 'Los Tigres', que sin lugar a dudas merece un lugar entre las obras menos inspiradas del cineasta sevillano. Rodríguez reúne aquí a dos de nuestros mejores actores, Antonio de la Torre y Bárbara Lennie, para interpretar a dos buzos que se verán inmersos en una situación muy chunga relacionada con el tráfico de drogas. La premisa argumental es muy sencilla y sorprende (para mal) lo poco trabajado que está el guion, escrito por el propio director junto a su colaborador habitual Rafael Cobos. Las interpretaciones de los protagonistas son correctas pero ninguno de los dos debería acabar en los Goya. Sus personajes carecen de alma y sus dramas personales, introducidos siempre de la manera más tosca posible, difícilmente pueden tocar el corazón del espectador. Además, el acento andaluz (presuntamente, de Huelva) de Bárbara Lennie es muy poco convincente. Rodríguez, uno de los mejores directores de thrillers del país, tampoco consigue crear una película especialmente lograda en su aspecto visual. Las escenas subacuáticas están bastante conseguidas (la última misión resulta especialmente angustiosa) pero en algunos momentos se echa de menos tener una mayor visibilidad de lo que está sucediendo en la pantalla. Esperemos que el resto de películas españolas de la Sección Oficial consigan subir el nivel del cine patrio.
'27 noches'
El uruguayo Daniel Hendler ha conseguido tener dos películas programadas este año en el festival. Una está en Horizontes Latinos ('Un cabo suelto') y la otra ha sido la encargada de inaugurar esta edición. '27 noches' cuenta una historia inspirada en un hecho real: la de una acaudalada anciana que es internada por sus hijas en una clínica psiquiátrica para evitar que siga malgastando su dinero. La película descansa sobre los hombros de Marilú Marini, la veterana actriz que da vida a la anciana, y el propio Hendler, que se reserva el papel del perito que tiene dilucidar si la mujer está o no en sus cabales. Es fácil adivinar que Hendler debe ser un gran fan de Marini y que, entre los objetivos que perseguía con esta película, estaba el de darle un vehículo para su lucimiento. La mala noticia es que su personaje es tan excesivo que, aunque en ocasiones puede resultar gracioso, también puede acabar siendo cargante. El desarrollo de la historia (algo parecido a una investigación) no es precisamente apasionante y Hendler tampoco es capaz de hacer una película atractiva desde la dirección. En su tramo final busca de manera desesperada emocionar al espectador pero lo único que consigue es dar 'cringe'. '27 noches' es una película que tal vez pueda funcionar con un público no demasiado exigente pero, definitivamente, no da la talla para estar en la Sección Oficial. Y, como película de inauguración, es una de las peores que se recuerdan.
'Deux pianos'
Arnaud Desplechin es un director más que consagrado con algunos títulos estimables ('Un cuento de navidad' o 'Tres recuerdos de mi juventud') pero se ha estrenado en la Sección Oficial de San Sebastián con una propuesta muy poco interesante. El protagonista de 'Deux pianos' es Mathias Vogler, un pianista que regresa a Francia tras una larga ausencia y allí se reencuentra con su mentora en el mundo de la música (Charlotte Rampling) y con un antiguo amor de juventud (Nadia Tereszkiewicz). La película está claramente dividida en dos partes: la primera hora está más centrada en su vida profesional y la segunda en la personal. En los dos aspectos, Mathias queda retratado como un auténtico desastre ya que es un hombre con una clara tendencia a la autodestrucción que no puede evitar emborracharse hasta perder el conocimiento justo antes de un importante concierto. La película parece adentrarse en el terreno de lo extraño cuando el protagonista se encuentra con un niño que es exactamente igual a él cuando tenía esa edad, pero esa trama acaba siendo muy mundana y un poco culebronesca. Aunque Civil y Tereszkiewicz forman una pareja muy atractiva y tienen una buena química, 'Deux pianos' tiene su mejor arma en el magnético rostro de Charlotte Rampling. Cuando la veterana actriz desaparece de la pantalla, el film no puede sobreponerse a su ausencia. Desplechin no es un cineasta sutil y aquí acaba pasándose de melodramático. Además, tampoco se muestra inspirado en la puesta en escena, con una cámara en mano extremadamente temblorosa y un montaje lleno de cortes abruptos y saltos de eje. No debería estar en el palmarés.
'Little Amélie'
El cine de animación está representado este año en la Sección Perlas con 'Little Amélie', película francesa que tuvo su premiere mundial en Cannes y después ganó el Premio del Público en Annecy. El año pasado, las dos cintas de animación que formaron parte de Perlas acabaron siendo nominadas al Oscar ('Robot salvaje' y 'Memorias de un caracol') y 'Little Amélie' debería seguir el mismo camino. La ópera prima de Maïlys Vallade y Liane-Cho Han es la adaptación de 'Metafísica de los tubos', el libro de Amélie Nothomb en el que la popular escritora belga cuenta su infancia en Japón. Esa mezcla de sensibilidades (la europea por un lado, la asiática por otro) se materializa en un estilo de animación preciosista que consigue verdaderos hallazgos a lo largo de su escueto metraje. Aunque tiene algunos apuntes dramáticos, la película funciona en su mayoría como una comedia con toques fantásticos que puede ser disfrutada por todos los públicos. Contada desde la perspectiva de una niña de apenas dos años y medio, 'Little Amélie' no tiene un guion con grandes ambiciones pero se beneficia de tener a una protagonista tan carismática como esa niña que habla y se comporta como si fuera mucho mayor. Sin duda, está destinada a convertirse en uno de los mejores personajes animados de 2025. En una temporada cinematográfica tan poco estimulante en lo que se refiere a la animación (nada que ver con lo que fue el año pasado), esta película supone un verdadero soplo de aire fresco.
'Six Days in Spring'
Joachim Lafosse es uno de los directores francófonos favoritos del Zinemaldia. Sus obras casi siempre acaban siendo exhibidas en San Sebastián, ya sean a competición o en Perlas. Que su anterior película ('Un silencio') fuera una de las más prescindibles de la Sección Oficial de 2023 no ha impedido que este año vuelva a luchar por la Concha. La protagonista de 'Six Days in Spring' es Sana, una mujer recientemente separada que tiene que matarse a trabajar para sacar adelante a sus dos hijos. Sana planea irse de vacaciones unos días junto a los niños y a su nuevo novio pero, después de que otras alternativas fracasen, tomará la decisión (descabellada a todas luces) de ocupar una villa de lujo que es propiedad de sus ex suegros. La película tiene un tono más ligero que otras obras recientes de Lafosse pero el director y guionista no parece decidirse por un género en particular: hay momentos dramáticos, algo de comedia e incluso también algo de thriller en esas situaciones en las que los vecinos descubren que la casa está siendo habitada por unas personas que no son sus dueños. Lafosse vuelve aquí a un tema tan recurrente en su filmografía como es la familia, aunque en este caso es una que está en construcción. Y mientras muestra la cotidianidad de los cuatro (comen, se bañan, pasean...) consigue algunos momentos hermosos, casi siempre apoyándose en una cuidada selección musical. Sin embargo, nunca queda claro cuál era el propósito del director cuando decidió poner en marcha un proyecto como este, con un argumento tan simplón y una premisa tan inverosímil.
Lo que dices de los protagonistas de Los tigres contrasta con lo que me ha dicho un colega tb en el festival: que De la Torre está de Goya claro. Y se lo han negado tantas veces (el año pasado sin ir más lejos por Los destellos), que ojalá lo consiga este año.
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