#NoOscarFest10: 'La habitación de al lado', de Pedro Almodóvar
Si algo le faltaba a Pedro Almodóvar en su impresionante palmarés personal, era llevarse el premio principal en un festival de clase A. En la última edición del Festival de Venecia, el manchego marcó un nuevo hito en su carrera al adjudicarse el León de Oro por 'La habitación de al lado'. Y, de paso, hizo historia para el cine español ya que ninguna película de nuestro país había logrado antes ese galardón (Luis Buñuel también lo ganó pero en su caso fue por una producción francesa: 'Belle de jour'). En realidad, también hay otra cosa que Almodóvar nunca ha podido conseguir: que una de sus películas sea nominada en la categoría principal de los Oscar. Había razones para ser optimista ya que varias de las últimas ganadoras del León de Oro tuvieron papeles muy destacados en la temporada de premios ('Joker', 'Nomadland', 'Pobres criaturas'...). Pero ese no fue el caso de 'La habitación de al lado', un film que acabó siendo incomprendido en Hollywood y que también resultó divisivo en España: pese a obtener 10 nominaciones a los Goya, se quedó fuera de Mejor Película.
Tras estrenarse en el inglés con dos cortometrajes('La voz humana' y 'Extraña forma de vida'), Almodóvar decidió que su primer largometraje en un idioma que no fuera el castellano debía ser una adaptación de 'Cuál es tu tormento', la novela de Sigrid Nunez. Esta historia de una enferma terminal (Tilda Swinton) que se reencuentra con una vieja amiga (Julianne Moore) está contada de forma calmada y serena pero en ningún momento cae en el tedio porque el guion está perfectamente orquestado y consigue encontrar el equilibrio entre los diálogos que hacen avanzar la historia y los mensajes políticos que quiere lanzar el cineasta (especialmente sobre la muerte digna pero también sobre otros asuntos). Tanto Swinton (que fue nominada al Globo de Oro) como Moore están espléndidas en los papeles de una mujer que afronta su funesto destino con entereza y una amiga fiel que lucha por mantener el tipo pese a estar completamente superada por las circunstancias. Como es habitual en esta etapa de su carrera, la puesta en escena de Almodóvar sigue siendo sobria, pero 'La habitación de al lado' consigue sobresalir entre sus últimos trabajos gracias a la cuidada fotografía de Eduard Grau (en su primera colaboración con el director) y a la banda sonora de un Alberto Iglesias completamente desatado que habría merecido esta nominación al Oscar tanto o más que la de 'Madres paralelas'.
Sinopsis
Ingrid (Julianne Moore) y Martha (Tilda Swinton) fueron muy amigas en su juventud. Ambas trabajaban en la misma revista, pero Ingrid acabó convertida en novelista de autoficción y Martha en reportera de guerra. Las circunstancias de la vida las separaron y, después de muchos años sin tener contacto, vuelven a encontrarse en una situación extrema, pero extrañamente dulce.
Críticas
Luis Martínez (El Mundo): "El director se detiene en los rostros enfocados en primer o primerísimo plano. Y ahí se queda a vivir. Y a morir. Toda la película se ofrece como un estudio y reflexión sobre el poder de la mirada y de la palabra. La habitación de al lado está construida enteramente sobre un texto que las protagonistas recitan cercanas una a otra y, a la vez, sonámbulas en su soledad. Casi en trance. Las palabras se convierten no tanto en imágenes como en material imaginario perfectamente filmable (e inflamable, incluso). Importa el silencio, el otro lado de lo dicho, las sombras detrás de un espacio siempre iluminado cenitalmente. Los monólogos tan habituales en el cine del director son ahora espacios para la amistad y el consuelo. Y todo ello, mientras, como en el mejor cine del maestro del melodrama Douglas Sirk, el mundo se ofrece a través de marcos de ventanas y puertas que delimitan pantallas, pantallas dentro de la propia pantalla del cine; imágenes que se reflejan en imágenes. De nuevo, pocos cineastas tan cuidadosos como Almodóvar a la hora de dibujar los laberintos de la representación en los que la realidad se enreda con la fábula, y viceversa. El resultado es una continuación temática de 'Dolor y gloria', pero desde un lugar más grave, herido y profundo. (...) Sea como sea, lo que queda es una sinfonía de dos rostros convertidos en un mapa tan perfecto que acaba por ser él mismo el territorio, el territorio del alma. No hay diferencia entre los personajes y las actrices, el cine y la realidad, la muerte y la vida... el mapa y el territorio".
Manu Yáñez (Fotogramas): "Aunque para elogiar en su justa medida el fluir acompasado y desnudo de los diálogos de ‘La habitación de al lado’, hay que destacar el magnífico trabajo de Swinton y Moore. La primera deslumbra por su capacidad para bascular entre un fondo límpido –que dibuja una oda a la resistencia estoica– y unos momentos de punzante ebullición. Al principio del film, cuando su personaje recibe un pronóstico aciago, Swinton estalla en un magistral collage de ira, desesperación, abatimiento y dignidad, como si fuese posible encapsular en unos pocos segundos todo el recorrido de aceptación de la muerte que se perfilaba en la monumental 'Empieza el espectáculo (All that Jazz)' de Bob Fosse. Y luego está Moore, cuyo atemperamiento actoral deviene uno de los síntomas más reveladores del sinuoso (y nada tempestuoso) registro dramático de 'La habitación de al lado'. (...) En uno de los pasajes más estremecedores de la novela 'Cuál es tu tormento', la narradora, Ingrid en la película, explica cómo la cercanía con la muerte despierta en ella una "consciencia aguda de todo: luz entrando por una ventana, aroma y sabor del café, grano del suelo de madera…". Esa sensibilidad extrema, casi una realidad aumentada, aflora en la sensacional recta final de 'La habitación de al lado', cuando la artificiosidad del cine de Almodóvar se afila para elevar el cantar de unos pájaros, para hacer táctiles las superficies de los objetos y para sublimar el valor afectivo de un beso en la mejilla".
Sergi Sánchez (La Razón): "En los intercambios afectivos entre Martha e Ingrid; en la bella, controlada gestualidad de Swinton y Moore; en el ejercicio de sororidad de esta versión crepuscular de 'Ricas y famosas' que demuestra hasta qué punto Bergman también estaba haciendo su personal interpretación de los 'women films' de Hollywood; en el precioso manierismo sirkiano (los copos de nieve rosa, que parecen caer desde 'Solo el cielo lo sabe'); en la evocación del final de 'Dublineses' de Huston; 'La habitación de al lado' encuentra su propia poética, que es la de las grandes películas de cámara. Sin embargo, Almodóvar es el cineasta de los desvíos, y necesita buscar la dualidad definitiva, el contraplano macrohistórico que politice su relato íntimo, vivido en la privacidad de una casa aislada en el bosque. Es ahí donde aparece la parte más discursiva de la película, y la más discutible, donde el cineasta manchego envía mensajes a la platea sobre la defensa a la eutanasia, la denuncia del cambio climático, el horror ante la guerra y las malas prácticas del neoliberalismo, que equiparan la agonía del mundo con la de Martha. Almodóvar parece olvidarse de que toda intimidad es, en sí misma, política, y que sus ideas sobre el estado de la civilización se contienen en un espacio metafórico que no necesita explicitarlas para encontrarles una solución en un gesto de empatía, en un silencio abrumador ante una vida que continuará siempre que haya alguien capaz de darnos un abrazo sin que lo pidamos".
For Your Consideration
Mejor Película, Mejor Dirección (Pedro Almodóvar), Mejor Actriz (Tilda Swinton, Julianne Moore), Mejor Actor Secundario (John Turturro), Mejor Guion (Pedro Almodóvar), Mejor Fotografía (Eduard Grau), Mejor Montaje (Teresa Font), Mejor Música (Alberto Iglesias), Mejor Reparto.
Se la olvidaron injustamente en los Oscars en Música y Guión adaptado.
ResponderEliminar