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Editorial: La nueva hornada de directores se reivindica en un año sin claro favorito

Por Javier Escartín Gómez - 31/08/13 4 Comentarios

"Argo" ganó hace cinco meses el Oscar a la mejor película sin la candidatura de mejor director para Ben Affleck, un hecho que no ocurría en los premios de la Academia de Hollywood desde "Driving Miss Daisy" en 1989. Este precedente, aislado en una temporada en la que "Argo" barrió tanto en los premios de la industria como entre los gremios, nos recuerda que en la carrera por el Oscar todo puede pasar. Lo esperado y también lo inesperado. ¿Quién nos iba a decir un año atrás que Ben Affleck acabaría coronándose como el gran triunfador compitiendo con pesos pesados en la competición como Ang Lee, Steven Spielberg, Tom Hooper o Quentin Tarantino? ¿Y sin el apoyo de la nominación a mejor director?

Las carreras por el Oscar, largas y sin respiro, siempre tienen estas curvas tan interesantes como necesarias. Cualquier realidad consensuada por todos se puede quebrar en cualquier momento. Los favoritos hoy son los olvidados de mañana. Los éxitos de ahora son recuerdos perecederos en el futuro. Y tiene que ser así. La esencia del cine es su capacidad para sorprendernos. Como en aquella noche de invierno de 1895 en el Grand Café de París donde los espectadores huían despavoridos creyendo que el tren filmado por los hermanos Lumiére y que veían ahora en gran pantalla iba a arrollarles. Por eso amamos el cine, por su capacidad para emocionarnos, divertirnos y sorprendernos. 

La carrera de este año, en su fase incipiente, se presenta muy distinta a la de otras ediciones. Frente a la experiencia y maestría de los veteranos, asoma la savia nueva de una generación de directores dispuestos a ocupar su sitio en Hollywood. Buena parte de las grandes apuestas de este año de cara a los Oscar vienen firmadas por directores que todavía no han sido reconocidos por la Academia. Y hasta ahora, ninguna parece defraudar. "Gravity", de Alfonso Cuarón, se estrenó con gran éxito el miércoles en Venecia. Según las primeras críticas, el director mexicano, injustamente olvidado por los académicos por esa maravilla que es "Children of men", vuelve a demostrar su talento tras la cámara y su capacidad para tejer buenas historias con un pulso narrativo y de dirección perfectos. Otro director con larga experiencia en la meca del cine pero en ocasiones también maltratado es Paul Greengrass. Pese a que no podemos considerarlo por su edad ni por su filmografía un director novel, el reconocimiento de la Academia sólo le llegó de pasadas con "United 93", alcanzando la candidatura de dirección. Este año presenta "Captain Phillips", donde solo ya por el tráiler auguramos que viene cargada del mismo nervio y adrenalina que disfrutamos en la anterior ocasión. 

Niños mimados por la Academia de esta nueva hornada de directores son Alexander Payne y Jason Reitman, cineastas que se iniciaron en el cine indie y que se han hecho su hueco en Hollywood sin renunciar a su esencia. Payne ya tiene dos Oscar y sus dos últimas cintas han sido nominadas a mejor film, pero todavía le queda el objetivo de ser el rey por una noche en Hollywood. Reitman va más rezagado, ya que "sólo" acumula cuatro candidaturas. Los dos aspiran al premio gordo con "Nebraska" y "Labor Day", ambas ya presentadas y de momento con buena acogida. Bennett Miller también le ha tomado la medida a los académicos puesto que sus dos últimos filmes compitieron en la categoría reina. Este año vuelve a probar suerte con "Foxcatcher", una de las grandes incógnitas de esta carrera. 

Steve McQueen es un director más inexperto pero con un talento desbordante. Sus dos primeras películas, complejas e incisivas, mordían nuestra conciencia para erigirse como pequeñas grandes obras que lo han situado en la órbita de las grandes promesas. Anoche estrenó en Telluride "12 years a slave" y la respuesta fue apabullante, lo que evidencia que vamos a hablar mucho de él este año. 

Mucho más reconocidos, aunque tampoco sin el éxito de la Academia, son Lee Daniels y David O. Russell. El primero irrumpió en Hollywood con gran estruendo hace tres años gracias a "Precious", que obtuvo la nominación a mejor película. Tras la fallida "The paperboy", regresa a la liza de los Oscar con un proyecto apadrinado por Harvey Weinstein y Oprah Winfrey: "The butler". David O. Russell ya se ha acostumbrado al reconocimiento de los académicos, puesto que sus dos últimas cintas han sido nominadas en muchas de las categorías que conforman los premios. Sin embargo, aún le queda el reto de ganar la estatuilla de mejor película que el año pasado tuvo cerca con "Silver Linings Playbook". Para buscar la misma fórmula de éxito, vuelvo a mezclar dosis de comedia y drama ligero en "American Hustle", donde se rodea de algunos de sus actores estrella en sus últimos filmes. 

Con menos pretensiones compite John Wells en su segunda incursión en el cine: "August: Osage County". El productor de series tan aplaudidas como "Urgencias" o "El ala oeste de la Casa Blanca" se atreve con la adaptación de la obra de teatro de mismo título con Meryl Streep y Julia Roberts como protagonistas. Con poco bagaje se presenta también John Lee Hancock, aunque no debe importar mucho si recordamos los más de 255 millones de dólares que recaudó sólo en Estados Unidos hace tres años con "The blind side". Este éxito le permite firmar uno de los proyectos más ambiciosos de Disney para este año: "Saving Mr. Banks".   

Jean Marc-Vallé, que tropezó en su incursión en el cine británico con "The Young Victoria", se asoma ahora a Hollywood con "Dallas Buyers Club", película que le puede dar el Oscar en mejor actor a Matthew McConaughey.  Y para directores jóvenes, Ryan Coogler, de tan sólo 27 años, pero que ya triunfó en el mes de enero en Sundance con "Fruitvale Station", y eso le puede permitir seguir la estela de Benh Zeitlin el año pasado con "Beasts of the southern wild".

Y frente a la savia nueva, los maestros. Martin Scorsese ("The wolf of Wall Street"), Woody Allen ("Blue Jasmine") y los hermanos Coen ("Inside Llewyn Davis") entran de nuevo a escena para volver a acaparar los honores de una Academia ya rendida a sus pies. Y entremedias, directores consagrados a la espera del ansiado reconocimiento como Ridley Scott ("The counselor"), Stephen Frears ("Philomena")  y Spike Jonze ("Her"). 

Probablemente algunos títulos más se sumen en los próximos días a una carrera que ya ha comenzado y que no frenará hasta el próximo 2 de marzo. Por delante, 183 días de pura emoción. Comienza la cuenta atrás. 

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4 comentarios to ''Editorial: La nueva hornada de directores se reivindica en un año sin claro favorito"

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  1. Anónimo1/9/13 01:42

    Bieeeenn. Qué empiece.

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  2. ¡Por fin es 1 de septiembre! Sé que habéis estado abiertos en verano, pero he evitado entrar para sentir esta sensación tan especial que es que llegue septiembre y empezar la carrera de los Oscar. Ahora toca empezar a conocer las películas, actores, directores... Muchas gracias a todos los que hacéis la web y a todos los que comentáis con respeto por hacer de estos meses algo tan interesante. ¡Empezamos!

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  3. Que bueno el artículo. Puede ser un año para alguien que gane por primera vez, a pesar de ser conocido y de que sus películas hayan cosechado nominaciones en años anteriores, como decís. PAYNE (del que prefiero SIDEWAYS a THE DESCENDANTS), REITMAN (del que prefiero THANK YOU FOR SMOKING o YOUNG ADULT a JUNO), MILLER (del que prefiero CAPOTE a MONEYBALL), CUARON, GREENGRASS, STEVE MCQUEEN (las dos me parecen geniales, THE HUNGER y SHAME), LEE DANIELS (espero que no por la horrible PRECIOUS), DAVID O. RUSSELL tampoco es santo de mi devoción. Y revindico THE COMPANY MEN de John Wells el director de AUGUST.
    Si pensamos que desde MILLION DOLLAR BABY todas las pelis que han ganado el Oscar se han visto en uno u otro festival de otoño, este año las que no se van a ver en principio son SAVING MR. BANKS, AMERICAN HUSTLE y THE WOLF OF WALL STREET entre otras...

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  4. Muy buen artículo!

    Mi opinión es que los Oscars son una farsa. Vosotros mismos lo habéis dicho "Alfonso Cuarón olvidado por Children of Men". No sé cómo alguien puede olvidarse de una película así para los Oscars, a menos que ni la hayan visto. Y Children of Men no es el único caso. No es normal que Alicia en el País de las Maravillas se llevara más Oscars que Black Swan o que David Fincher todavía no tenga un Oscar.

    Estos premios no son más que el fruto de mejores o peores campañas de marketing. La única sorpresa que puede haber es qué estudio está dispuesto a invertir más en llevarse el Oscar. Podéis echar un vistazo a lo que invierten de media los estudios en la campaña para ganar el Oscar en publicaciones como Variety o Screen International y suele ser proporcional el número de estatuillas al número de ceros a la derecha en el presupuesto de la campaña.

    De ahí la "sorpresa" de Shakespeare in Love... en realidad fue don Harvey Weinstein que se puso serio a la hora de soltar billetes verdes por doquier, una estrategia que el resto de estudios se ha aprendido pero la mar de bien.

    Así que nada, volveremos a seguir la carrera de los Oscars porque definen la industria, pero sin ninguna esperanza de que la película ganadora sea realmente la mejor (o incluso esté entre las mejores) del año.

    Un saludo!

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