Cannes 2015, días 10-11: tedio chino, la furia de 'Macbeth' y un crónico Roth

Ha llegado el momento de la verdad. La 68 edición del Festival de Cannes ha dado carpetazo a su Sección Oficial con la exhibición en la mañana del sábado de la esperadísima 'Macbeth' y el documental 'El hielo y el cielo', con el que Luc Jacquet clausurará mañana el certamen después del anuncio del palmarés. También hemos visto en los últimos días la controvertida 'The Assassin', la adaptación al cine de 'El principito' o la cinta argentina que se ha llevado el gran premio de la Semana de la Crítica, 'Paulina'.

Empezamos la última crónica diaria con el repaso la adaptación de una de las tragedias más emblemáticas de las obras de William Shakespeare, 'Macbeth'. Justin Kurzel salta al cine estadounidense de la mano de The Weinstein Company para adaptar una vez más la mítica historia de traición y ambición desmedida que persigue a un lord escocés y su manipuladora esposa en su tortuoso camino al trono de Escocia. Un estupendo Michael Fassbender  y una valiente Marion Cotillard son sus nuevos protagonistas.

Tras darse a conocer con la sórdida 'The Snowtown Muders', el cineasta australiano actualiza el clásico respetando el texto original (inglés antiguo, acento escocés y subtítulos en francés, una combinación terrible que inevitablemente ha amargado parcialmente el visionado a muchos de los periodistas presentes en la proyección) otorgando al relato de una puesta en escena oscura, lúgubre y de lo más perturbadora. Sigue siendo el 'Macbeth' de siempre, pero es inevitable encontrar ciertos parecidos estéticos con productos recientes como 'Juego de Tronos' o, sobre todo, 'House of Cards' (ficción política claramente inspirada en los tejemanejes de Lord y Lady Macbeth).

Kurzel es capaz de respetar la esencia teatral de Shakespeare y aún así alejarse del clasicismo de las adaptaciones de Kenneth Branagh para darle una potente puesta en escena que se apoya principalmente en la brutal dirección de fotografía de Adam Arkapaw. Descubierto en el cine australiano con trabajos como 'Animal Kingdom', el ganador de dos premios Emmy (por sus trabajos en 'Top of the Lake' y 'True Detective') está destinado a convertirse en uno de los grandes de la materia. Su uso del color en general y el rojo en particular en 'Macbeth' es buena prueba de ello. Su trabajo es tan contundente y oscuro que otras facetas artísticas como el vestuario quedan en un segundo plano.

'Macbeth' es una más que sugerente reinvención del mito que necesita una segunda revisión (para un servidor) con la que poder disfrutar de las interpretaciones y la narrativa del filme, pero queda claro que Kurzel ha pasado con nota el reto. Que la película sea o no carne de Oscar es otro tema que trataremos más adelante.



Si 'Macbeth' hace de la estética una de sus principales virtudes, en el caso de 'The Assasin' es su única razón de ser. El taiwanés Hou Hsiao-Hsien pone en imágenes la historia de una joven que es adiestrada por unos monjes para convertirse en una experta asesina a través del uso de poderes mágicos. Cuando esta quiere dejar el mal camino tendrá que enfrentarse a su mentor y al hombre que rompió su corazón años atrás. Esta es, sobre el papel, la premisa de una cinta que deja de lado la narrativa tradicional para convertirse en un poema visual que ha causada una gran división entre la prensa desplazada en el certamen.

Para algunos es una obra maestra absoluta (su nota media en ScreenDaily es de 3,5 puntos sobre 4, empatando en lo más alto del ranking con 'Carol'). Para otros es un gran ejercicio visual completamente vacío e insoportable. La posición en un grupo u otro dependerá de la relación del espectador en cuestión con la narrativa cinematográfica como concepto. Si antepones la imagen a la historia, Hsiao-Hsien te dejará con la boca abierta con un diseño de vestuario y una fotografía que fácilmente entrará en lo mejor del año. Hay imágenes arrebatadoras y un uso del color fascinante (el rojo jamás ha lucido así), pero es imposible no caer en el tedio más absoluto. La trama es confusa, hay escenas alargadísimas que no van a ninguna parte y los apuntes sobre el conflicto latente entre Taiwán y China únicamente son perceptibles si sabes de qué va el tema. Si hay un premio que merece la película oriental es a su fotografía, pero si esta aburridísima se acaba alzando con la Palma de Oro será un auténtico despropósito.

Cerramos nuestro repaso a la competición oficial con 'Chronic', la primera película en inglés del mexicano Michel Franco (autor de la incomodísima y notable 'Después de Lucía'). En una de las interpretaciones más sutiles y sugerentes del festival, Tim Roth da vida a un enfermero deprimido que ayuda a pacientes terminales mientras trata de retomar la relación con la familia que abandonó. La cinta de Michel es un sobrio drama independiente que trata de forma indirecta pero contundente una problemática tan controvertida como la eutanasia y que se atreve a adentrarse en el complejo y delicado subgénero de las historias de enfermedades terminales desde un punto de vista diferente. El problema de 'Chronic' aparece en su minuto final, con una cuestionable y aún no explicada decisión de Franco sobre el personaje central del relato. Otra traición en el último momento como la de Audiard en 'Dheepan'.

En el episodio especial de La Sexta Nominada dedicado al festival de Cannes hablaremos de otras películas que se han quedado fuera de nuestras crónicas y que también hemos visto en la Croisette. Desde 'El principito', la irregular aunque bonita adaptación al cine del clásico de Antoine de Saint-Exupéry, a la controvertida película argentina 'Paulina', con la que Santiago Mitre se ha llevado el premio de la Semana de la Crítica. También comentaremos el documental encargado de clausurar el festival, 'The Ice and the Sky' (del director de la oscarizada 'La marcha del emperador'), o alguna de las ganadores de la Quincena de Realizadores.

Nos quedan 24 horas en Cannes y aún hay que ver varias películas, elegir nuestras favoritas, atrevernos a pronosticar las ganadoras de la Sección Oficial y despedirnos de la capital mundial del cine después de doce días intensos que nos dejan agotados, pero con ganas de volver. ¡Gracias por acompañarnos! 

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