Cuesta asimilar que una actriz de la talla de Emma Thompson no haya sido nominada al Oscar desde 'Sentido y sensibilidad', película por la que ganó la estatuilla al mejor guion adaptado en 1996. 'Buena suerte, Leo Grande', presentada en la penúltima edición del Festival de Sundance, debería haber sido la película que le diera su quinta nominación al Oscar pero la actriz británica se tuvo que acabar conformando con candidaturas al Globo de Oro y al BAFTA. El 2022 fue un año especialmente bueno para Thompson ya que también se reivindicó como una de las mejores y más versátiles actrices de su generación (y de cualquier otra) gracias a 'Matilda, de Roald Dahl: El musical'.
'Buena suerte, Leo Grande', la tercera película dirigida por la australiana Sophie Hyde, perfectamente podría haber sido una obra de teatro porque transcurre casi enteramente en la habitación de hotel en la que Nancy (Thompson) se cita con el gigoló con el que planea disfrutar del sexo por primera vez en su vida. La actriz está realmente conmovedora en la piel de esa "mujer real" que nunca ha sido capaz de aceptar su cuerpo, pero la película fracasaría si no tuviera delante a un actor capaz de darle una réplica convincente. Ese es Daryl McCormack, un nombre semidesconocido (al que solo unos pocos recordarán por 'Peaky Blinders' o 'La rueda del tiempo') que, gracias a su reveladora encarnación de Leo Grande, logró dos nominaciones en los últimos BAFTA: Mejor Actor y de Mejor Estrella Emergente.
Sinopsis
Nancy (Emma Thompson), una maestra de escuela jubilada contrata a un trabajador sexual (Daryl McCormack) porque anhela sentir el placer que jamás le dio su difunto marido. La química entre ambos será instantánea y su relación se irá fortaleciendo encuentro tras encuentro.
Irene Crespo (Cinemanía): "La película se desarrolla casi enteramente en la habitación de hotel en la que se reúnen tres veces (en la cuarta se encuentran en la cafetería, igual de gris, de ese mismo hotel). A lo largo de esas citas, a veces casi escenificadas teatralmente, hay más diálogo que acción al menos ante la cámara, pero se presentan y resuelven muchos tabúes con los que pocas películas se han atrevido: desde hablar abiertamente de la búsqueda y prioridad del placer femenino a confesar el arrepentimiento de haber sido madre, una declaración casi más prohibida que la anterior. Emma Thompson brilla en la película. Sin ella no habría mucho de lo que hablar, pero en su piel y en su verborrea, Nancy Stokes se convierte en un personaje revolucionario, subversivo y (ese adjetivo tan repelente) necesario. Sin perder jamás el humor a pesar de la intensidad íntima y sensual; y eso es obra de la guionista, Katy Brand, pero sobre todo de la ironía natural de Thompson. De esa sonrisa hasta el final, frente al espejo, sin nada que esconder".
Nando Salvà (El Periódico): "Hyde maneja ese material narrativo con humor y agilidad, y entretanto deja que los diálogos generen una atmósfera de sutil sensualidad. Los intercambios verbales solo pierden interés en cuanto la pareja se enfrasca en un debate, innecesario y colmado de didacticismo, sobre el trabajo sexual y la falta de aceptación social que aqueja. Pero incluso en ese momento la película funciona como escaparate de las magníficas interpretaciones de sus dos actores protagonistas y en especial de la de Emma Thompson, apabullante por su variedad de registros y su franqueza. Por lo que respecta al desnudo que la británica protagoniza en un momento de la película, ha sido generalmente calificado como "un acto de valentía", y sin duda esas palabras son un indicativo de las expectativas que las mujeres siguen viéndose obligadas a cumplir".
Elsa Fernández-Santos (El País): "La película arranca con todos los clichés atribuidos a tantas mujeres crecidas en los años cincuenta y sesenta: orgasmos fingidos, sexo para bostezar, hijos parásitos y un marido que se fue a la tumba sin enterarse de nada. La enorme represión sexual de toda una generación se confronta aquí con el discurso de un hombre joven que, pese a la seguridad que tiene en su físico, también tendrá que aprender a desnudarse. 'Buena suerte, Leo Grande' no elude el debate sobre la prostitución, aunque el espinoso asunto se toca más bien de pasada. El resto discurre como un partido de tenis de gestos y diálogos que si llega a buen puerto es gracias a una escalada en la que los dos intérpretes saben estar a la misma altura: él, con su forzada y remilgada galantería; ella, con el patetismo de sus nervios a flor de piel. Aunque el punto de inflexión llega en el segundo acto, a partir del baile que desatasca la rigidez de los cuerpos. A partir de ahí, los personajes empiezan a fluir en un crescendo para el que Thompson se reserva las líneas finales en su mudo y emocionante desnudo integral".
For Your Consideration
Mejor Película, Mejor Dirección (Sophie Hyde), Mejor Actor (Daryl McCormack), Mejor Actriz (Emma Thompson), Mejor Guion (Katy Brand), Mejor Fotografía (Bryan Mason), Mejor Montaje (Bryan Mason), Mejor Música (Stephen Rennicks), Mejor Reparto.
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