TIFF2012: Hollywood Reporter y Roger Ebert alaban la Blancanieves española

Los estrenos de las aspirantes al Oscar son el plato estrella de Toronto, pero el cine europeo también tiene cabida en el festival canadiense. Una de las cintas del viejo continente que pasarán estos días por la muestra es la española "Blancanieves", una de las aspirantes a representar a España en la categoría de película de habla no inglesa. Las primeras sensaciones son francamente positivas.


Roger Ebert vía Chicago Sun-Times "Es demasiado pronto para declarar una tendencia, pero una película muda y rodada en blanco y negro podría volver a triunfar en la temporada de cine de otoño (...) Es cualquier cosa menos menos una película para niños. Se trata de un gran producción, un película muda visualmente impresionante que podría haber sido hecha perfectamente por los más grandes directores de la década de 1920. Claro, eso si detalles como el sadomasoquismo perverso de la madrastra malvada hubiesen escapado a la censura.

El director Pablo Berger explota el medio silencioso para sus puntos fuertes, incluyendo el hecho de que puede ser una herramienta francamenta útil en una pelicula de fantasía (...) Es una película española, pero, por supuesto, las películas mudas hablan un idioma internacional.

Esta película es una maravilla, que se beneficia de oartitura romántica a pleno pulmón obra de Agustín Villalonga. Al igual que con "The Artist", creo que el público descubrirá gracias aesta cinta que las películas mudas le pueden gustar más de lo que creen y es que los silencios ofrecen experiencias y dimensiones dimensiones respecto al cine sonoro. Crei sinceramente que "Blancanieves" tiene opciones de llevarse el Premio del Público del Festival.


HollywoodReporter  La llegada de "Blancanieves" obliga a plantearse si "The Artist" expandió o saturó al gran público los homenajes al cine mudo en blanco y negro. Y si bien es cierto que la comparación es razonable, las propuestas no pueden ser más opuestas... La vuelta de tuerca de Pablo Berger al concepto de blancanieves es una carta de mor al cine mudo europeo de los años 20, mezclando con total libertad humor y melodrama. El director español es más original que cualquiera de las revisiones de los cuentos que nos han llegado en los últimos años volviendo a contar una historia clásica con un estilo y sabor muy propios, algo beneficiado por la poderosa e influencia por el flamenco banda sonora de Alfonso Villalonga.

Con un uso escaso de las tarjetas de diálogo y a base de actuaciones expresivas en las que las emociones están estampadas en negrita, el escritor y director teje una historia llena de grandes momentos que, aún siendo fiel,  tiene su peculiar identidad propia. Hay algún momento en el que la narración quizás se detiene demasiado, pero por lo general es una película rápida, lúcida e imaginativa que se beneficia enormemente del poderoso trabajo en blanco y negro de Kiko de la Rica.

Maribel Verdú domina la propuesta con una variedad de estilos interpretativos: desde el exceso melodramático de la manipuladora y excéntrica Encarna hasta el glamour más estudiado, estando delirante cuando se pone en plan dominatrix con su amante y conductor interpretado por Pere Ponce.

Las imágenes de la producción van desde lo grotesco hasta lo atrevido e incluyen planos que recuerdan poderosamente al cine de Luis Buñuel. Pero la película se eleva por la exuberante música de Vilallonga, una pieza alegre, llena de suspenso, que sabe ser dulce y triste, según se requiera. La "Blancanieves" de Pablo Berger es una curiosidad encantadora que da nueva forma inteligente un cuento de hadas clásico.

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