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Actores para el Oscar (XVI): Jean-Louis Trintignant

Por Juan Bautista - 04/12/12 3 Comentarios

Con una vida dedicada por entero a la interpretación,  Jean-Louis Trintigant aspira a su primera nominación al Oscar con "Amour", la última joya dirigida por Michael Haneke, y que viene a sumarse a una lista con más de 100 películas, entre las que se hayan clásicos del séptimo arte como "Et Dieu... créa la femme" o "Z". A punto de cumplir 82 años, esta ha sido la vida de un genio, digna de ser llevada al cine.

Jean-Louis Xavier Trintignant nació en la pequeña localidad de Piolenc, en el departamento francés de Vaucluse, el 11 de diciembre de 1930, siendo el único hijo del matrimonio entre Raoul, un importante industrial y militante del desparecido partido SFIO, y Claire Tourtin.

De familia adinerada, sus tíos, Louis y Maurice Trintigant, fue destacados pilotos de carreras, lo que motivará al pequeño a interesarse en un primer momento por el mundo automovilístico, hasta que, en plena adolescencia, descubra la poesía, admirando a Jacques Prévert, Guillaume Apollinaire o Louis Aragon, compaginando, a partir de entonces, ambas pasiones.

Pero la vocación de Jean-Louis por la actuación aún no había despertado. Así, acabados sus estudios secundarios, se matriculó en la facultad de derecho de Aix-en-Provence aunque rápidamente quedó desmotivado, abandonando sus estudios al año siguiente, decisión que tomó  tras asistir a una representación de “L’Avare”, de Molière, dirigida por Charles Dullin, que supuso para él una auténtica revelación. Plenamente convencido, en 1950 marchará a París, inscribiéndose en un curso de artes escénicas impartido por el propio Dullin junto a Tania Balachova, debutando sobre las tablas del teatro al año siguiente con la compañía de Raymond Hermantier en la obra de Jean Mogin “À chacun selon sa faim”.

En esta época también estudiará cinematografía en el prestigioso IDHEC, labor que no desarrollará hasta la década de los 70 cuando dirija “Une journée bien remplie” (1973) y “Le maître-nageur” (1979).


En 1956 estrenó sus dos primeras película: por un lado, Christian-Jaque lo incluyó en el reparto de “Si tous le gars du monde”, Globo de Cristal a la mejor película en el festival de Kalovy Vary, y, por el otro, Roger Vadim le desposó con la que era su mujer entonces, una emergente Brigitte Bardot (con la que viviría un tórrido romance tras las cámaras), en la polémica “Et Dieu… créa la femme”.

Entre 1957-1959 realizará el servicio militar, primero en Alemania, siendo enviado al poco tiempo a la guerra de Argelia que terminaría, posteriormente, con la proclamación de su independencia de Francia en 1962.

Tras un fugaz matrimonio con la actriz Stepháne Audran, se casará con la directora y escritora Nadine Marquand, hermana de los actores Serge y Christian, con quien tendrá tres hijos: Marie (1962-2003), Pauline (1969-1970) y Vincent (1973). La pareja trabajarán juntos en el cortometraje “Fragilité, ton homme est femme” (1965) y en la películas “Mon amour, mon amour” (1968), “Le voleur de crimes” (1969), “Défense de savoir” (1973), “Le voyage de noces” (1976) y, tras su divorcio, en “L’Été prochain” (1985) y en el telefilm “L’insoumise” (1995).

Su regreso al espectáculo tras el paréntesis militar le llevará a representar “Hamlet” en el prestigioso teatro de los Campos Elíseos parisino y a la gran pantalla con el papel de Danceny en el clásico de Choderlos de Laclos,  “Les liaisons dangereuses” dirigida por Vadim, junto a Jeanne Moreau y el malogrado Gérard Philipe. A lo largo de la década de los 60 alternará cine y teatro, trabajando con asiduidad en producciones italianas, entre las que destacan la comedia “Il sorpasso” (1962), de Dino Risi, donde compartía juergas con Vittorio Gassman. Durante estos años trabajará con estrellas de la talla de Orson Welles, Vittorio Da Sica, Claudia Cardinale, Leslie Caron (“Austerlitz”, 1960), Romy Schneider (“Le combat dans l’île”, 1962), Simone Signoret, Michel Piccoli, Yves Montand (“Compartiment tueurs”, 1965) o Emmanuelle Riva (“Io uccido, tu uccidi”, 1965).


Este progresivo ascenso desembocará en una cadena de rotundo éxitos internacionales, claves para entender su filmografía:  protagonizó, junto a Anouk Aimée “Un homme et une femme” (1966), de Claude Lelouch, galardonada con la Palma de Oro; encabezó junto a Montand e Irene Papas, la obra maestra de Costa-Gavras, “Z” (1969), por la que Trintignant recibió el premio al Mejor Actor en Cannes;  y pudimos disfrutar de su talento en “Ma nuit chez Maud” (1969), el cuarto capítulo de la serie ‘Seis cuentos morales’, de Éric Rohmer (estos tres títulos serían nominados al Oscar al Oscar a Mejor Película de Habla No Inglesa, ganando las dos primeras).

En 1968 presentaba en la sección oficial de la Berlinale dos películas: por un lado, el drama bélico “L’homme qui ment”, de Alain Robbe-Grillet, que le reportó el Oso de Plata al Mejor Actor y , por el otro, “Les Biches”, de Claude Chabrol, por la que sería recompensada su partenaire como la Mejor Actriz, que no era otra que su ex mujer, Stéphane Audran, casada desde 1964 con Chabrol.

Otros títulos a destacar de estos años son “Il Conformista” (1970), de Bernardo Bertolucci (con el que se negó a repetir en "Ultimo tango a Parigi" debido a las escenas de sexo), o “Le voyou” (1970), su segunda colaboración con Lelouch.


La tragedia familiar que supuso la muerte de su segunda hija, Pauline, fue canalizada en la película “Ça n’arrive qu’aux autres” (1971), dirigida por su esposa y en el que participaba Marie, la hija mayor del matrimonio. Un Jean-Louis abatido rechazó protagonizar el film, siendo sustituido por Marcello Mastroianni.
En los 70 siguió trabajando entre Italia y Francia, viajando a EE.UU. para rodar la coproducción “Un homme est mort” (1972), de Jacques Deray, junto a Ann-Margret, Angie Dickinson y Roy Scheider, estrenando en esta etapa “L’attentat” (1972), de Yves Boisset, donde junto a estrellas europeas (Trintigant, Piccoli, Philippe Noiret) brillaba Jean Seberg o "Anna Kauffman" (1973), de Pierre Granier-Deferre, su reencuentro con Romy Schneider, once años después de "Le combat dans l'île".

En plena madurez, dedicó más tiempo a su participación en carreras automovilísticas, llegando a quedar séptimo en el campeonato de 24 Horas de Spa en 1981.

En 1987 recibió su primera nominación al César, en la categoría de Mejor Actor de Reparto, por su trabajo en “La femme de ma vie”, de Régis Wagnier, a la que seguirían dos más a Mejor Actor Protagonista por “Trois Coleurs: Rouge” (1995), la última película de Krzystof Keslowski, y “Fiesta” (1996), de Pierre Boutron, así como una más en secundario por “Ceux qui m’aiment prendront le train” (1999), de Patrice Chéreau. Nunca lo llegó a ganar.

Su presencia en la gran pantalla se fue reduciendo, apareciendo en los dos primeros largometrajes dirigidos por Jacques Audiard, “Regarde les hommes tomber” (1994) y “Un héros très discret” (1996), o junto a su hija Marie en “Janis y John” (2003), dirigida por el marido de ésta, Samuel Benchetrit, estrenada semanas después del asesinato de su primogénita a manos de su amante Bertrand Cantat.


Refugiado cada vez más en el teatro, Michael Haneke nos ha devuelto a esta leyenda a la primera línea con "Amour", una de las grandes protagonistas de la carrera, su segunda película merecedora de la Palma de Oro y triunfadora en los premios del cine europeo, con reconocimiento para Trintigant incluido. Con una competencia atroz, su candidatura queda eclipsada, en parte, por la de su compañera Emmanuelle Riva, aunque si el film entusiasma a la Academia puede ser una de las nominaciones más justas del año.

3 comentarios to ''Actores para el Oscar (XVI): Jean-Louis Trintignant"

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  1. Tremendísimo actor, destacaría su brillante interpretación en “L’homme qui ment” y sobre todo su magistral lección en “Trois Coleurs: Rouge” la obra amestra de Keslowski en la que el actor debio haber ganado infinidad de premios entre ellos el Oscar.

    En "Amour" esta que se sale junto a Riva, ambos de clarísimo Oscar, un par de interpretaciones sobrecogedoras y de esas que perdurarán con el tiempo por la naturalidad y capacidad de transmitir emociones.
    Nominarlos a ellos debería ser un honor para la Academia.

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    1. Querido Uggo,
      siento decirte que los oscars premian a mediocridades como Cuba Gooding Jr., y son incapaces de reconocer a grandes intérpretes europeos maduros "no anglosajones", tenemos el ejemplo el año pasado de otro de los más grandes actores vivos, Max Von Sydow.
      Sinceramente, ¿crees que en este blog habrá mucha gente que haya visto películas como Z, o de Erich Rohmer, o de Kieslovski? Ojala me equivoque, pero creo que ni siquiera lo lleguen a nominar, y menos aún premiar (por lo que se ve es más probable que D. Day Lewis gane su tercer oscar, aunque ¿es éste mucho mejor que el francés?)

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  2. D.Day Lewis es tan buen actor como JLT.

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