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Quvenzhané Wallis en una escena de la película del debutante Benh Zeitlin
A.O. Scott, crítico y periodista de The New York Times, nos ofrece un interesante análisis en nytimes.com sobre “Beasts of the Southern Wild” en el que compara la película de Benh Zeitlin con una de las favoritas de la carrera por el Oscar, “Lincoln” de Steven Spielberg. Scott también comenta la influencia del estilo de Spielberg en una película en principio tan alejada de su Cine como es “Beasts of the Southern Wild”.

“Mis dos películas americanas favoritas de 2012 son ‘Lincoln’ y ‘Beasts of the Southern Wild’; una manzana grande y brillante de Hollywood y una naranja pequeña y dulce de Sundance que, en principio, no tienen mucho en común. Si hiciéramos una gráfica, podríamos colocar ambas películas en extremos opuestos de la gama que define al Cine Americano contemporáneo en el que las películas muy grandes se amontonan en un extremo, las muy pequeñas en el otro y en medio cada vez hay menos.

‘Lincoln’, estrenada por Touchstone Pictures de Disney, es un desfile histórico largo, espléndido y cargado de diálogo, con algunos de los mejores y más famosos actores de Cine, escrito por un eminente dramaturgo como es Tony Kushner y dirigido por un hombre (Steven Spielberg) cuyo nombre es prácticamente sinónimo de blockbusters de entretenimiento a gran escala. ‘Beasts of the Southern Wild’, estrenada por Fox Searchlight, es una producción más instintiva que metódica, rodada en 16 mm (un ancho de película más económico) con actores no profesionales, haciendo un mayor uso de la voz en off que de los diálogos y escrita y dirigida por dos jóvenes (Lucy Alibar y Benh Zeitlin) cuyos nombres no son, por el momento, sinónimo de nada más que de su propio coraje y ambición.

Aún así, si buscásemos un adjetivo para describir ‘Beasts of the Southern Wild’; una palabra que transmita su sentido de espectáculo, su combinación de inocencia estratégica con astuta sofisticación y su aceptación de emociones externas y temas grandes (casi cósmicos), un adjetivo que le iría bien sería 'spielberiana'.  Aunque la película ni se acerca a la categoría de blockbuster, sí que ha sido bien recibida más allá de los círculos indies. Oprah Winfrey la acogió bajo la recomendación del Presidente Obama (que también se ha declarado admirador de ‘Lincoln’ recientemente) y parece tocar la fibra sensible del gran público, detalle con el que no cuentan las cintas indies más serias por lo general.

Uno de los aspectos más impactantes de ‘Beasts of the Southern Wild’, dado su pedigrí, es la forma en la que combina realismo y fantasía, alegoría y observación. ‘Una vez existió Hushpuppy,’ nos dice el narrador (la propia Hushpuppy interpretada por la extraordinaria Quvenzhané Wallis) y esta niña de 6 años, que vivía en circunstancias difíciles en un brazo pantanoso de Louisiana conocido como la Bañera, se parece mucho a la heroína de un cuento de hadas. Su padre, Wink (Dwight Henry), es un rey moribundo en tiempos difíciles que lega su reino (unas caravanas sucias y unos bidones de aceite viejos principalmente, pero también unos valores, una tribu y una forma de vida) a su habilidosa y rebelde hija. Y aunque la niña es un ser vulnerable, también es poderosa. Su temperamento es una dura aleación de inocencia, testarudez y astucia.

En otras palabras, Hushpuppy se parece mucho al Elliott de ‘E.T.’, al Jim Graham de ‘Empire of the Sun’, al David de ‘A.I. Artificial Intelligence’ y al arquetípico Peter Pan evocado no sólo en ‘Hook’, sino también en ‘Close Encounters of the Third Kind’, ‘Catch Me If You Can’ y (¿por qué no?) en ‘Tintin’. El pequeño héroe (siempre un niño, a diferencia de Hushpuppy) es la esencia del universo del Sr. Spielberg, como también lo es el tipo de batalla fundamental que Hushpuppy debe luchar. Esta lucha es en parte el intento de una niña de lidiar con la pérdida y el peligro utilizando las herramientas que encuentra en su arsenal cognitivo y emocional: valor, empatía e imaginación. Hushpuppy busca a su madre mientras intenta salvar a un mundo amenazado por desastres naturales, bestias mitológicas y una autoridad gubernamental de buenas intenciones pero impersonal.

La magia de ‘Beasts of the Southern Wild’ reside en que no se preocupa demasiado por distinguir entre los elementos de esta búsqueda, o por que el espectador los clasifique en distintos niveles de significado. Tras reflexionar, podemos llegar a la conclusión de que los uros (nombre que reciben las bestias mitológicas de la película) son símbolos, de que el encuentro agridulce de Hushpuppy con su madre es un sueño (o un caso de identidad equivocada) y que el mundo real en el que esta niña vive está más lleno de llanto de lo que ella puede comprender. Pero en los propios términos de la película, todo esto (los monstruos, el huracán, el abrazo maternal y la posibilidad de triunfar ante la adversidad) es igualmente real. Tan real como E.T. o el capitán Hook o la nave espacial que llega, contra todo pronóstico, al final de ‘Close Encounters’.

Steven Spielberg en el rodaje de la mítica 'Jurassic Park' 

Los medios con los que el Sr. Zeitlin recrea esta realidad son, en comparación, modestos. El presupuesto con el que ha contado para los uros en ‘Beasts of the Southern Wild’ probablemente no daría ni para comprar una garra de un dinosaurio en ‘Jurassic Park’. Pero, por su propio bien, los efectos especiales siempre han sido menos importantes para el Sr. Spielberg que la capacidad de la cámara para crear y comunicar distintos sentimientos, en especial el sentimiento de admiración y asombro.

Su marca distintiva en cuanto a técnica visual (tema tratado en un excelente video ensayo de Kevin B. Lee) es lo que el guionista Matt Patches ha llamado ‘la cara Spielberg.’ El Sr. Lee la describe así: ‘ojos abiertos, maravillados, sin palabras en un momento en el que el tiempo se para. Pero, por encima de todo, una entrega infantil en el acto de observar, tanto la cara del personaje, como las nuestras.’

En varios momentos cruciales de ‘Beasts of the Southern Wild’, Hushpuppy pone esa cara Spielberg. Al señalar esto no estoy diciendo que el trabajo del Sr. Zeitlin sea simplemente una imitación de un director experimentado, ni que su película sea un simple derivado de la obra de Spielberg. Como muchos otros artistas, los cineastas son reacios a reconocer sus influencias que, en cualquier caso, en ocasiones la influencia se recibe de forma inconsciente. También es importante resaltar que el ser influenciado por otros, lejos de disminuir la originalidad de tu trabajo, es la verdadera condición de la originalidad.

El Sr. Zeitlin no es necesariamente seguidor del Sr. Spielberg, pero yo diría que ambos son parte de una tradición dentro del Cine Americano (una línea que se remonta hasta John Ford y D. W. Griffith) dedicada a trazar el cruce entre historias íntimas y narrativas mitológicas, y a descubrir los momentos en los que los caminos de lo común y lo sublime se cruzan.

Las películas que llevan a cabo esta especie de hechizo democrático suelen gustar, pero no a todo el mundo. El término 'Spielberiano' no siempre se usa como un cumplido; a menudo han acusado al Sr. Spielberg (y a veces con motivo) por su grandiosidad, sentimentalismo y la manipulación gratuita de los sentimientos del público. Y ‘Beasts of the Southern Wild’ ha sido recibida con un escepticismo parecido por algunos críticos, criticada por su sinceridad y resaltados sus supuestos fallos políticos.

Cabe añadir que ‘Lincoln’ (en principio entre las menos ‘spielberianas’ de sus películas) ha tenido críticas parecidas. Ambas películas han sido acusadas de representar algunas de las calamidades de la vida americana, de ayer y de hoy (pobreza, esclavitud, racismo, desastres naturales), de formar excesivamente optimista.

Es cierto que cada una centra su atención en divisiones sociales duras y en la desgracia arraigada y se atreven a soñar con la posibilidad de un final feliz que las circunstancias de la vida real no garantizan. También es cierto que ‘Lincoln’ y ‘Beasts of the Southern Wild’ tratan radical y fundamentalmente (y complementándose la una a la otra) sobre la libertad. Por último, ambas son ejemplos del aspecto que tiene la libertad para un cineasta americano.”

12 comentarios to ''¿Qué tiene en común Beasts of the Southern Wild con el cine de Steven Spielberg?"

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  1. Que publicación tan interesante. Os felicito

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  2. Ojalá ganarà esta peli, tan pequeña y emotiva.

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  3. Pues a mi me parece un articulo insulso.
    A mi la película de las bestias me parece un licudado entre Baraka, Whale Rider.

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    1. Te equivocas. Yo la ví en San Sebastián y es un peliculón fabuloso. Te emociona de verdad, sin engañar, sin un gran presupuesto, porque cuenta una gran historia. Supongo que hablas así porque no la has visto, cuando la veas te va a sorprender

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  4. Yo si he visto Beasts of the Southern Wild y no me gusto,me aburrio y me parecio muy inverosimil e inreal(el encuentro con la madre o cualquera que sea esa mujer(que para nada es sueno) o que varias personas sobre todo el padre no quieren abandonar el lugar),la nina insoportable al igual que el padre,una pelicula muy sobrevalorada.

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  5. A un grupo de amigos nos encantó cuando fuimos a verla. Es normal que resulte inverosimil de la misma forma que una novela del realismo mágico puede resultar a alguien inverosimil, como Cien años de soledad. Las claves de la verosimilitud están no en los acontencimientos sino en las parábolas y la fabula y su significado, como en El laberinto del fauno. La recomiendo, es estupenda.

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  6. Yo tambien la vi en SS. Poesia de primero de preescolar. Aburrida. Cargante. Como la cria esa llegue a los Oscar sera un insulto para las actrices de verdad.

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    1. Pues creo que va a llegar...Aunque realmente las películas que gustan a los académicos y ganan Oscar, con excepciones (La vida es bella o El árbol de la vida o La delgada línea roja o No country for old men, hay más..) no son de primero preescolar: la emotividad de primero de preescolar de Los Miserables -esta todavía no ha ganado nada-, el biopic plano de Una mente maravillosa, la problemática de familia de Gente Corriente, la épica de guardería de ROcky, etc... Luego hay películas muy entretenidas que son de primero de preescolar como ET, o es que ET no es de primero de preescolar. No lo digo como demérito.

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    2. Raro es que la niña no esté nominada... porque esos papeles priman en Hollywood y siempre han reconocido a niñas que hacen papeles, sea un insulto o no para las actrices de verdad.

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    3. Si tiene Oscar Sandra Bullock, una actriz de verdad, imagina si lo puede tener la niña que lo hace mil veces mejor que cualquier papel interpretado por esa actriz.

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    4. Como rompen las pelotas con Sandra Bullock, le deben tener una leche terrible

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    5. Sandra es una actriz de verdad, buena buena, me recuerda a Katherin Hepburn o Meryl Street.. Es la leche

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