La desvergüenza con la que John Carney nos propone cada poco tiempo un musical de naturaleza prácticamente idéntica al anterior podría, bien facilitar que la crítica continuara riéndole las gracias hasta que el gran público decidiera consagrarlo, bien que sus pocos y escasamente entusiastas seguidores acabaran cansándose de él. Sin embargo, este director y guionista irlandés tiene una virtud innegable por la cual siempre querremos tragar lo que nos eche, y es una tan simple como que sabe acompañar sus películas de las mejores canciones. Algo que vuelve a demostrar en 'Sing Street', su última propuesta, de cuya banda sonora se ha hecho cargo él mismo.
En ella, Carney no sólo confirma su talento como compositor, sino que lo espolea hasta sus últimas consecuencias y se desmarca con unas piezas memorables y exquisitas. Con la particularidad, además, de que esta vez la música resultante no se limita a refugiarse en la excusa folkie para tirar de tres acordes y listo, sino que bucea en el imaginario más ochentero y horterón de cara a obtener un sonido análogo –con teclados, bajos pesados y los ojos puestos en el videoclip tan guapo que nos va a salir luego–, y ambientar aún mejor el asunto. Es Dublín, es 1980, y Duran Duran la banda en la que los protagonistas han de inspirarse. Con esos preceptos, muy mal lo tienes que hacer para que no te salga una película furiosamente encantadora.
'Sing Street' lo es. Como lo eran 'Once' y 'Begin Again'. Lo es porque lo busca, y cuenta con lo necesario –actores comprometidos, estética estudiadísima, canciones espléndidas– para encontrarlo. Pero, quizá porque Carney empieza a tomar conciencia de autor, esta película no quiere conformarse sólo con ser encantadora. Once, por mucho ensimismamiento hipster del que hiciera gala, no tenía más meta que ésa. 'Begin Again', más accesible, más conseguida, mejor, tres cuartas partes de lo mismo. Sing Street, sin embargo, aspira a más. A ser la demostración definitiva de la capacidad de la música para trascendernos, para hacernos olvidar todos los sinsabores de la vida terrenal. Y, como 'Once' y 'Begin Again' venían a decir básicamente lo mismo, Carney ha decidido optar por la hipérbole para diferenciarse.
Aunque las abundantes escenas de violencia física y verbal lleven a pensar lo contrario, 'Sing Street' no es, en absoluto, una película realista. O al menos, habida la cuenta de la ramplonería y negligencia con la que los personajes afrontan sus problemas -el citado Connor refugiándose en la música y vistiendo como Robert Smith, su interés amoroso Raphina (Lucy Boynton) insistiendo muy fuerte en que quiere ser modelo-, no debería ser nunca tomada como tal.
Bien al contrario, el tercer musical de John Carney no es más que una fábula exaltada y desesperadamente romántica que, por mucha evocación nostálgica de la que dependa, sabe mantener los pies en la tierra lo suficiente como para ser al mismo tiempo sucia, incómoda y, por eso mismo, más eficaz. En ese sentido, escenas tan acertadas como la que presenta a Connor aprendiendo a cantar mientras repite los improperios que en ese momento se lanzan sus padres, o aquella otra en la que imagina el concierto perfecto que nunca dará, son sólo las imágenes más representativas y directas de un filme que navega constantemente entre la miseria y la evasión, ambas igual de irracionales y, ya que se trata al fin y al cabo de un musical, exageradas.
Acaba resultando que 'Sing Street', aunque quizá no sea la mejor, sí es sin duda la película más compleja e interesante de John Carney. Y es que, paralelamente a lo fantástico y absurdo de su argumento, pende sobre ella una asfixiante y brutal melancolía que encuentra en el personaje del hermano mayor de Connor (Jack Reynor) su gran adalid, y en la ambigua escena final -con inconfundibles ecos a 'El graduado', de Mike Nichols- su total culminación. Todo ello sin dejar de ser una obra bellísima y, lo más importante de todo, sin que la música deje de sonar.
No dejo de sorprenderme con las películas de este festival. En este caso con "Sing Street", una película melancólica y evocadora pero que transmite esa alegria de vivir a través de sus magníficas canciónes. Es, en resumen una delicia de película que cuenta una bellísima historia de amor a través de su música y con el Dublin de los años ochenta como telón de fondo y como fuente de inspiracion cultural. Debió tener mayor representación en los Oscar y, por mi parte, tendrá gran representación en este festival.
ResponderEliminarEs cierto que John Carney empieza a mostrar síntomas de que es incapaz de salir de un tipo de historia donde se que está verdaderamente cómodo narrándolas. Personalmente, "Begin Again" me pareció muy buena pero perdía gran parte de la frescura que había hecho entrañable a "Once".
ResponderEliminarPor suerte, Carney recupera el pulso, en ese sentido, con "Sing Street" y no solo hace una película cinematográficamente muy buena (en esto, su director ha mejorado bastante con los años) sino que nos cuenta una historia que, siendo emotivo y nostálgica, nunca cae en la ñoñería barata. Sin duda esto está facilitado con una serie de canciones que podrían haber caído en el cliché de los 80 pero que, sin embargo, terminan teniendo una personalidad propia.
"Sing Street" es una película que no debería estar aquí ya que, al menos "Drive it Like You Stole It" tendría que haber logrado su nominación en Canción Original (siendo superior a algunas de las nominadas) y esto sin hablar de otros "temazos" que no pasaron el corte de la Academia como "up", "The Riddle of the Model" o "Brown Shoes"
Otra de las claves de su éxito es la excelente química que existe entre su pareja protagonista, Ferdia Walsh-Peelo y Lucy Boynton. Su historia podría haber caído en un romance adolescente tonto y tópico. Sin embargo, sus escenas juntos elevan la película y ambos se compenetran a la perfección (incluso cuando se nota que ella es mayor que él y, en ocasiones, parece tener un rol de "hermana mayor"). Son dos actores que, visto lo visto, van a sonar bastante en el futuro.
En conclusión, "Sing Street" es una de mejores películas no solo de este certamen, sino del 2016 en general. Carney vuelve a demostrar que es un maestro en tocarnos la fibra a base de dos cosas simples: el amor y la música.
Respecto a las votaciones, como ya dije en "La Doncella", tengo la duda entre ambas películas. "La Doncella" es muy superior cinematográficamente pero "Sing Street" llega más a los sentimientos del espectador. Para mí, es un empate técnico, pero habrá que votar. Decidiré a última hora.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar"Sing Street" es una de las cinco mejores cintas que dejo el 2016 y la ninguneada en los Oscar de "Drive it Like You Stole It" como canción original no tiene justificación alguna.
ResponderEliminarExcelente guión, Excelentes actuaciones, te llega al alma... entre las mejores del festival junto con la doncella
ResponderEliminarEncantadora, y la mejor de Carney hasta el momento, tras las sobrevaloradas Once y Begin again.
ResponderEliminarEfectivamente, debería haber estado en los Oscars, y no sólo con la estupenda canción Drive..., que por mí hubiera ganado.
La nomino a 6 premios del NOF:
-Película
Director
Actor
Guión
Montaje
-Música
Y la votaré en Película y Música.
Mi nota: 8
Mi favorita hasta el momento del #NoOscarFest (y viendo la victoria de "Me and Earl and the dying girl" del año pasado y algunos comentarios del blog este año,creo que tiene muchas posibilidades de ganar, ya que hay una tendencia al encanto+emocion), la votaré en película, actor secundario y música.
ResponderEliminar¿Cuál de los actores secundarios? ¿Algún otro chavalillo de la banda, o el director del colegio o alguno de los padres?
EliminarQue cuando escucho hablar de Sing Street me viene a la mente Drive it Like You Stole It y me pongo a pensar por qué ni siquiera estuvo nominada a Mejor Canción
ResponderEliminarMe encantó la película, es mi favorita hasta el momento - aunque no llevo ni la mitad -
ResponderEliminarSign Street me pareció de las mejores películas en el año pasado; una lástima que no haya recibido el reconocimiento mediático que se merece, aunque quizá en parte es su encanto.
ResponderEliminarExcelente música destacando Drive it Like You Stole It y Brown Shoes, esperaba verla en nominaciones a mejor canción original y pasaron de ella en bastantes premiaciones.
Actuaciones justas, quizá nada excepcional, pero que cumplen por completo el prometido, rápidamente el espectador forma parte de la película y es fácil identificarte con mas de un personaje; personajes que además están bien pensados, bien planeados, bien ejecutados y con una química entre ellos excelente.
Un guión interesante, no rebuscado, y con una buena propuesta que difiere del clásico músical de los últimos años; vamos que es una de las propuestas más interesantes no solo de festival sino del mundo del cine del 2016.
Sin duda la catalogo como una de mis grandes favoritas.