El director y la actriz en el rodaje de "Pride & Prejudice" (2005), la primera de sus tres colaboraciones hasta el momento. |
huffingtonpost: "Joe Wright, el director de “Anna Karenina”, nos explica por qué sigue contando con Keira Knightley como su actriz protagonista.
Joe Wright conoce a Keira Knightley muy bien tras haberla dirigido en tres de sus papeles más destacados: Elizabeth Bennett en “Pride & Prejudice”, Cecilia Tallis en “Atonement” y ahora como la trágica "Anna Karenina". ¿Pero por qué sigue este aclamado director, que podría elegir a cualquier actriz joven, trabajando con la misma actriz?
“Keira ha madurado como actriz, desde los 19 que hicimos nuestra primera película (y se ganó la nominación al Oscar), los 22 que tenía en Atonement y los 27 que tiene ahora, y yo quería dar testimonio de ese crecimiento”, explica. “Es profundamente inteligente, en el sentido más nerd de la palabra, disléxica como yo, lo que la lleva a crear otros patrones en los que la gente no pensaría de entrada, lo que nos lleva a un rodaje extremadamente intuitivo. Sin Keira, no habríamos hecho esta película”.
Tim Bevan, una de las mentes creativas detrás de esa fuerza imparable que es la productora Working Title, siente la misma admiración, pero también es pragmático: “Keira es dos cosas: una gran actriz, pero también es una estrella de Cine, y eso ayuda a que las películas salgan adelante. Lo tiene todo y eso aporta seguridad a los jefes de los estudios, junto con Jude Law, Matthew Macfadyen, Aaron Johnson…”. Contar con Knightley ha ayudado a poner en marcha esta nueva producción del trágico clásico ruso, siendo Keira la actriz idónea para su preciosa tragedia de desengaño, grandes pieles, seducción y desesperación, pero no ha evitado que el proyecto haya sufrido cambios, una vez se decidió que NO se filmaría en un vasto paisaje ruso, sino que llevarían la historia a un escenario, que añadió una atmósfera mucho más teatral y cohibida al procedimiento.
Bevan llega a la conclusión de que este cambio puede haber ayudado al film a encontrar su lugar. “En cierto modo, nos ayudó a encontrar nuestra razón de ser, porque ya se han hecho tantas versiones de esta historia. Una posibilidad habría sido hacerla más épica que todo lo anterior (lo que habría resultado ser costoso e inútil) y otra es lo que hemos hecho: una nueva perspectiva visualmente atrevida. Una película épica no se hace necesariamente con grandes paisajes, se hace con imágenes llamativas, con emoción y un poco de peligro. Y eso lo tenemos.” Es cierto que, como dice Bevan, tras los diez primeros minutos de la película acostumbrándote a ese toque teatral, con ese mareante afeitado al Oblonsky interpretado por Matthew Macfadyen, te olvidas de ello y te centras en ocuparte de la historia. “Pero creo que eso se puede aplicar a cualquier película”, añade Bevan. “Se trata de que el director te haga sentir cómodo, y te lleve a cualquier lugar que necesite en un corte.”
Ese director es el mismo Joe Wright, que nos llevó a las playas de Dunkirk para ver el espectacular despliegue visual de las playas de la Segunda Guerra Mundial, en una única toma de cinco minutos en “Atonement”. Entonces, ¿por qué le preocupan ahora los tejemanejes de familias rusas, infelices cada una a su manera como nos contó Tolstoy hace 140 años?
“Leí el libro hace varios años y me atrapó” añade. “Porque también he llegado a esa etapa de la vida (cumplir cuarenta, tener hijos) así que todo tenía sentido para mí. Es básicamente un culebrón pero que resulta que tiene lugar en un gran entorno.”
Knightley recibe instrucciones de Wright en el rodaje de "Anna Karenina", la más reciente de sus colaboraciones. |
No Comment to " Wright y Knightley: el director y su musa "