La carrera ha terminado, pero Gregory Ellwood comparte en HitFix las ocho lecciones que nos deja la última temporada de premios, la más particular que hemos vivido en los ocho años de existencia de nuestro blog. Lo traducimos por vuestro interés:
1. La política y los Oscar no terminan de encajar
Hacía años que la carrera por el Oscar a mejor película no se ponía tan desagradable como en 2012. Hubo varios ejemplos. La desgraciadamante oportunista crítica bipartidista de los senadores de Estados Unidos sobre la escena de la tortura en "Zero Dark Thirty" (proveniente incluso de políticos que no habían visto aún la película) y la posterior polémica sobre cómo la misma película había conseguido información de la CIA. Tampoco olvidemos la ira de un congresista de Connecticut por la falta representación de los votos de su estado en la enmienda número 13 en "Lincoln" o la falta de intervención de los canadienses en "Argo". La política de Washington influyó demasiado en la carrera. Lo más dañino de todo fue el comunicado de prensa de los tres senadores (entre ellos McCain) que aniquilaron las posibilidades en la carrera de la película de Kathryn Bigelow. Washington tiene suficientes problemas por sí misma como para intervenir voluntariamente en este circo. Esperemos que este año haya sido la excepción y no la nueva norma.
2. La categoría del Oscar al mejor director de categoría quizás necesita algunos ajustes
En cualquier temporada de premios siempre va a haber alguien que se quede fuera, es natural. La categoría de mejor película ya se ha ampliado hasta un máximo de 10 candidatos, pero más que nunca, este año muchos directores se quedaron fuera bastante injustamente. En otros años, Ben Affleck, Kathryn Bigelow, Quentin Tarantino, Wes Anderson, Paul Thomas Anderson e incluso Tom Hooper podrían haber sido nominados facilmente por sus compañeros. Nadie está diciendo que daba haber 10 candidatos, pero la capacidad de honrar a un máximo de siete u ocho no suena mal, ¿no?
3. No estrenes en diciembre si quieres ganar
Siempre es algo cíclico, pero el último ganador a mejor película estrenado en diciembre fue "Million Dollar Baby", hace casi 10 años. Sí, puedes conseguir la nominación estrenándote el última mes del año. Sin embargo, la estadística nos dice que las seis últimas ganadoras llegaron a los cines en septiembre, octubre o noviembre. "Zero Dark Thirty", "Les Miserables", "Django Unchained" y "The Impossible" se podrían haber visto perjudicados por su estreno tardío. En primer lugar, hay poco tiempo para luchar contra las posibles críticas negativas o las polémicas (véase el caso de la película de Bigelow). En segundo lugar, daña a las películas que necesitan del boca a oreja dentro de la propia industria ("The Impossible"). Así que, a menos que tengas una enorme producción entre manos ("Les Miserables", si no puedes llegar a noviembre es mejor que esperes al año siguiente.
4. No intentes convertir en una aspirante a los Oscar a una película que no lo es
La temporada de premios depende en buena parte de la taquilla. No se trata de ganar, no importa lo que un estudio o un director de cine pueda decir al respecto (Ben Affleck lo dijo sin rodeos en el backstage de los Oscar). Este año hubo tres distribuidoras que empujaron al fracaso a sus películas intentando incluirlas en su temporada de premios. Fox Searchlight se arriesgó con el estreno a última hora de "Hitchcock" y la respuesta crítica fue aún peor de lo esperado. El drama terminó recaudando apenas 5,9 millones de dólares, una cifra inferior a lo que podría haber conseguido en primavera. Focus Features estrenó la última semana del año "Promised Land". La cinta de Gus Van Sant nunca tuvo un gran apoyo y la campaña de marketing de la película no la convirtió en rentable. Fue un mes difícil para Focus Features, que también se estrelló con "Hyde Park on Hudson" y sus 6,1 millones de dólares. Las esperanzas puestas en Bill Murray no sirvieron de nada. La última en errar fue IFC, que lanzó sorprendentemente "On the Road" a finales de año año. Se equivocaron al pensar que el estreno en Cannes podía ayudarla: el estreno en septiembre u octubre hubiese sido mejor.
5. El proceso de votación en mejor película no funciona
La decisión de pasar de permitir 10 nominaciones a entre cinco y 10 según el porcentaje de votos en primer lugar está empezando a perseguir a la Academia. Los últimos dos años hemos tenido nueve nominadas. Este año, la Academia tuvo suerte de que seis de ellas recaudó más de 100 millones para el momento en que se celebró la ceremonia de los Oscar. Por desgracia, la votación sigue dejando más películas populares fuera. "Skyfall", que consiguió cinco nominaciones, recaudó mil millones de dólares en todo el mundo y enamoró a la crítica consiguiendo un 81 en Metacritic (superior a "Life of Pi" y "Los Miserables", igual a "Django Unchained " y "Silver Linings Playbook "). Desgraciadamente, las posibilidades de la película de James Bond se vieron obstaculizados por la falta de votos en un primer lugar. En el sistema anterior, seguramente "Skyfall", "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, parte 2" o "Bridesmaids" podrían haber logrado esa décima nominación. Un error como "The Blind Side" no debería arruinar las posibilidades de otros éxitos de taquilla de los años venideros.
6. Los que están quitando brillo a los Oscar son los sindicatos, no los Globos de Oro
Había teorías sobre cómo una de las razones de la Academia quiere seguir adelantando la fecha de los Oscar para recuperar el brillo que le han quitado otras citas de la temporada de premios, más específicamente los Globos de Oro. Yo diría que lo que agota la temporda en realidad son los numerosos premios de los gremios que inundan el calendario de eventos en Los Angeles durante enero y febrero. Los premios de los sindicatos no desaparecerán a corto o medio plazo, pero los Oscar podría devolver suspense a las carreras individuales si se entregan antes que algunos de ellos, especialmente el SAG.
7. Los festivales de septiembre ayudan más que hacen daño
A los estudios les gusta hacer referencia a las supuestas víctimas que estrenaron en Telluride, Toronto y el New York Film Festival en los últimos años para explicar para justificar el por qué no deciden estrenar sus películas allí. "Up in the Air" (se fue de vacío), "The Descendants" (un Oscar), "The Ides of March" (una nominación), "The Master" (tres nominaciones) no perduraron en la temporada y es posible que un retraso en su estreno hubiese reforzado sus posibilidades de ganar o conseguir más nominaciones. Lo cierto es que esas cuatro pelíclas parecen ser la excepción y no la regla. "Life of Pi", "Silver Linings Playbook", "The Social Network", "Hugo", "Argo", "Moneyball", "The Artist", "Black Swan", "127 Hours", "The Kings Speech", " Slumdog Millionaire" y " Brokeback Mountain" son algunos de los títulos que han usado esos festivales para iniciar sus campañas.
8. Vive en la realidad
Uno de los errores más grandes que puede cometer cualquier competidor es permitir que los medios de comunicación o la industria piensen que quieren demasiado el Oscar o, peor aún, que de alguna manera "se lo deben". Esto puede volverse en contra de un candidato (Bill Murray, Eddie Murphy y Nick Nolte son un ejemplo) o no. No había manera de Kate Winslet perdiese por "The Reader", pero los discursos de aceptación en los Emmy, SAG y Globos de Oro por "Mildred Pierce" se han convertido en objeto de burlas por lo ensayado y poco sincero que parecían. Un múltiple ganador debe parecer tan humilde como sea posible durante la temporada o podría perseguirles durante años. Anne Hathaway peligrosamente aterrizó en esta categoría después de ganar el Globo de Oro. Desde el SAG al BAFTA y finalmente el Oscar, la burla pública respecto a sus discursos carentes de emoción de Hathaway ha venido de todas partes. El hecho de que Jennifer Lawrence haya parecido tan honestamente sorprendida en cada una de sus victorias no ha hecho sino perjudicar a Hathaway. ¿Quién hubiera pensado que haría falta hacer control de daños después de ganar un Oscar? Hathaway lo necesita. En cualquier caso, es una gran lección para otros nominados de cara al futuro.
No me parece justo lo de Anne Hathaway, normal que no se sorprendiera! Si NO GANASE esa seria la sorpresa!
ResponderEliminarAdemas compararla con Jennifer Lawrence... puede gustar mas o menos su victoria, pero en TÉRMINOS DE CARISMA! nadie puede rivalizar con Jenifer Lawrence! Eso es un echo constatado! (véase entrevista cuando sale con Jack Nicholson XD) ademas que lo de Actriz no estaba asegurado al 100% como lo estaba la victoria de Anne!
Si es por carencia de emoción (a este paso se sabía que ganaría el oscar) se le critica y si es por emoción finjida también,porque dirían que va de chula por la vida y que ya sabía que iba a ganar. Aquí donde las dan las toman!
ResponderEliminarLo de Anne Hathaway fue horroroso, sus discuros poco genuinos, en los Oscar tenía una cara de drogada o dopada o lo que sea, no estaba animada. Además la noto un tanto arrogante, falsa, en realidad nunca le compré su simpatía. Tampoco le ayuda el hecho que se vista pésimo. Amy Adams que sabía que iba a perder, y que también sabía que Hathaway se viste mal, lució su mejor vestido.
ResponderEliminarAhora a favor de Hathaway, creo que la organización de la ceremonia no le ayudo en lo más mínimo. Tuvo que cantar el medley musical con el elenco de Les Miserables toda nerviosa, porque luego venía la categoría de Mejor Actriz de Reparto. Debieron darle el Oscar primero y luego ponerla a cantar, seguro habría cantado con más ganas, porque lo cierto es que Samantha Barks fue la verdaderamente se lució en esa presentación en vivo.
Punto aparte, que buenas tetas tiene Samantha Barks, con el vestido que lució en la alfombra roja quedé impactado.
Felipe.
La solución para devolver suspenso a las categorías actorales no es entregar el Oscar antes que el SAG sino cerrar las votaciones del Oscar antes del SAG. Cuánta gente no vota por el simple hecho de seguir la corriente aun consciente de que no están votando por la actuación que más les convence (Sandra Bullock style).
ResponderEliminarMuy interesantes puntos. Un saludo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con las lecciones 1,2,3,4 y 7... de las demás discrepo.
ResponderEliminar5: El sistema es cojonudo, si bien los Oscars son el populismo por excelencia, a mi no me termina de molestar que propuestas taquilleras como Skyfall o Harry Potter no alcanzen el podium, no es que sea una tragedia vaya, más trágico viene pareciendo la negación para con los autores más puros y atrevidos del panorama, películas como The Master o Moonrise Kingdom si merecerían esa posición, pero ni a largo ni a corto plazo parece que eso vaya a ser posible dentro de estos círculos...
6: Va a sonar convencional pero... quien no se conforma es porque no quiere, todo depende de la variedad, la repartición y la distribución, que no terminen de ser justos en ciertas categorías es problema de ellos (categorías como, ejem, mejor actor... cebando sobremanera a Daniel Day-Lewis o a Colin Firth en 2010 por poner un ejemplo), pero nadie va a negar que esta ha sido una de las carreras más acojonantemente emocionante de los últimos años.
Y la 8: Pues bueno, solamente decir que ya hay que estar enfermo de la cabeza para detenerse a analizar y estudiar las reacciones de ciertos ganadores para determinar la autenticidad global de su respuesta... hay que estar mal, en serio, cuando los que se burlan sean los que tengan que lidiar con las distintas emociones encontradas a la hora de recoger un premio, ya que vengan y me cuenten... tener prejuicios es fácil.
Porque (y ampliando el catálogo argumentado en la 8) ¿que tiene más delito? ¿aceptar que vas a ganar? ¿o fingir descaradamente que te sorprende? ahí lo dejo...
EliminarY ampliando la 6: A Phoenix le daban por muerto, ya ves tu lo que le importó a la academia ( aunque a la postre se dejaran llevar por la senda de la previsibilidad más pu**).
Uh, que no se hable mal de hathaway aqui, jajajaja
EliminarDa igual lo que hagan, porque van a ser criticados igualmente, tanto si se sorprenden como si lo tienen aceptado y se comportan más comedidamente.
EliminarNo me parece justo comparar las reacciones de Anne Hathaway y Jennifer Lawrence porque sus situaciones eran totalmente distintas, ya que mientras la 1ª era la favorita indiscutible y ganó en todos los premios, la 2ª no estaba tan claro que ganara, especialmente tras la victoria de Emmanuelle Riva en los BAFTA, por lo que es normal la sorpresa de la 2ª y no de la 1ª, que ya lo tendría asumido.
ResponderEliminarHay un error en el titular del punto 6. Debería decir: "Los que están quitando brillo a los Oscar son los sindicatos, no los Globos de Oro". En vez de "Globos de Oro", habéis puesto "Oscar".
ResponderEliminarY sí, los sindicatos le quitan muchísima emoción a los Oscar. Este año, adelantando una semana mirad si ha habido sorpresas. Si los votos para el vencedor del Oscar se cerraran antes de los premios de los gremios (me imagino a muchos académicos acomodados esperando a ver qué dicen los gremios para votar lo mismo), la cosa estaría mucho más emocionante.
Saludos.
Gracias por el aviso Itxia, ha sido un lapsus.
ResponderEliminarY estoy de acuerdo contigo, los SAG suelen acertar mucho... Eso sí, mira este año Waltz. Se ha convertido el segundo intérprete en ganar el Oscar sin estar en el sindicato tras Marcia Gay Harden.
¿Por qué Daniel Day-Lewis puede no sorprenderse al recibir el Oscar y Anne Hathaway tiene que hacerlo? Vale que el primero es ya casi una leyenda de Hollywood y Hathaway aún no ha alcanzado ese estatus (y, sinceramente, dudo que lo haga), pero prefiero que actúe con normalidad a que finja sorpresa mayúscula como ha estado haciendo toda la carrera. Es otro ejemplo de la doble moral a la hora de criticar, como con Cristoph Waltz y Jennifer Lawrence, puesto que ambos han conseguido el Oscar (en parte) por tener a un genio del márketing como Harvey Weinstein detrás, pero el premio del primero no se cuestiona.
ResponderEliminarPor otro lado, no me parece que haya que ampliar el número de candidatas a las categorías más allá de mejor película, porque el hecho de que haya solo cinco nominadas le añade valor a la nominación. La candidatura de Zeitlin, por ejemplo, no sería una proeza (y una prueba de que hasta las películas más pequeñas pueden aspirar a la gloria) si no hubiera pasado por encima de Bigelow, Affleck, Thomas Anderson o Wes Anderson. En un año con 7 u 8 candidatas puede que se hubiese visto casi como de relleno.
Muy buena retroalimentación, solo tendría que agrerar otras reglas:
ResponderEliminar-El respeto te puede dar nominaciones, pero la pasión te da el Oscar:
Este ejemplo lo podemos ver perfectamente con "Lincoln" y "Amour". Si bien la primera partía con la ventaja de las nominaciones, cuando se analiza su paso de la temporada jamas logró despejarse más alla del "show de Daniel Day-Lewis". El filme de Spielberg jamas pudó atraer el favoritismo de los votantes más alla de la línea del respeto. Con "Amour" pasó algo parecido; si bien Riva ganó el BAFTA, resulta curioso ver que incluso dentro de los premios grandes de la critica, su competencia siempre estuvo cerca de ella -Lawrence empatando en el LAFCA y a solo 8 votos de diferencia con Riva en el NSFC y Chastain en las menciones del NYFCC-. Puede que Riva haya estado en segundo lugar, sin embargo la pregunta sería ¿Qué tan cerca estuvo realmente? Podemos alegar que los casos de "Argo" y "SLP" contaron con marketing y "gimmick factor", también contaron con el apoyo popular de varios criticos y votantes.
-Por fin se rompe la regla de los novatos
-Finalmente regla de Sasha Stone: Película que apoya ella, película que pierde
ResponderEliminarMuy de acuerdo con la primera norma que aportas, Leo: el respeto para las nominación y la pasión para el Oscar. La completaría con el factor consenso: tal y como está el sistema de votaciones es difícil que gane una película más arriesgada o diferente como puede ser una película de Tarantino o, aún más extremo, Malick. Habrá bastante gente que te ponga en el nº1, pero los números 2 y 3 en la papeleta preferencial son los que acaban dando el Oscar a las películas.