Cannes 2017 - Día 8: Las decepciones de Coppola, Doillon y Mitre

A cuatro días para que concluya la 70 edición del Festival de Cannes, se respira una calma extraña. Y es que aún no se oye hablar de ese top de títulos con posibilidades de conseguir la Palma de Oro. Las sorpresas más agradables han llegado en la sección Un Certain Regard, donde se han visto trabajos como 'Western' de Valeska Grisebach, 'Las hijas de Abril' de Michel Franco o 'Wind River' de Taylor Sheridan. Mientras tanto, en la Sección Oficial cuesta encontrar títulos que despierten entusiasmo entre los aquí presentes. Y esa idea se reafirma hoy después de las proyecciones de las últimas películas de Sofia Coppola y Jacques Doillon.

Sofia Coppola era la gran protagonista de la octava jornada de competición. Y es que el certamen mantiene una especie de idilio con la realizadora estadounidense, o tal vez con el cine 'made in USA' en general. El caso es que Coppola ya estuvo en Cannes en 2013 con el film 'The Bling Ring' -que inauguró la sección Un Certain regard- y en 2006 compitió por la Palma con 'María Antonieta'. Si bien, la proyección de 'La seducción (The Beguiled)' generaba cierta motivación extra y no era para menos teniendo en cuenta su reparto: Nicole Kidman, Kirsten Dunst, Colin Farrell y Elle Fanning a la cabeza. A modo de apunte: con este filme Kidman presentaba su cuarto trabajo en el certamen. El segundo junto a Elle Fanning -'How to Talk  to Girls at Parties'- y también con Colin Farrell – 'The Killing of a Sacred Deer'. 

'La seducción' es la adaptación de la novela de Thomas Cullinan (1969) que ya llevó al cine en su día Don Siegel con Clint Eastwood en el único papel masculino del relato. En plena Guerra de Secesión, el cabo McBurney (Farrell), gravemente herido, es encontrado por una niña integrante de una escuela femenina del Sur. El soldado pertenece al bando contrario, pero en una muestra de buen hacer, la directora del centro (Kidman) lo auxiliará. En medio de una tierra devastada tras tres años de guerra, la escuela de Miss Martha se erige como un oasis: "Grateful to be your prisoner", alcanza a articular el moribundo soldado. Pero el aislamiento en que viven las seis muchachas de la escuela junto a su maestra Edwina (Dunst) y su directora hace del nuevo huésped la atracción del momento. El general McBurney encontrará la salvación en este entorno femenino, que también conllevará el despertar de la pulsión sexual en ambos géneros así como los dilemas morales derivados del enfrentamiento político de ambos bandos. 

Coppola ya demostró su habilidad en la recreación histórica de su particular María Antonieta. Otro de los puntos fuertes de 'La seducción' es su dirección artística, al construir el poderoso contraste entre el blanco impoluto de las ropas de las mujeres y la casa que habitan frente a la oscuridad del uniforme de McBurney y los exteriores de la residencia. Una dicotomía visual que se traduce conceptualmente con la pureza y bondad versus la corrupción y la devastación. No obstante, esa magia con que Coppola construye su particular matriarcado merecería una aportación a la trama argumental más contundente. Bien es cierto que la realizadora es fiel al texto original, pero también lo fue Don Siegel en los 70. Así que, en ese sentido, poco hay de nuevo en la versión de la estadounidense. 

En los mismos términos cabe interpretar el filme de Jacques Doillon 'Rodin', que también compite por la Palma de Oro en la Sección Oficial. Este es un ejercicio de recreación, ya no estrictamente histórica sino del propio acto creativo. Porque, en cuanto a trama argumental, deja muchos interrogantes abiertos. Doillon ha querido retratar el momento en que Rodin realizó los encargos que lo harían mundialmente conocido: 'Las puertas del Infierno' -con el célebre 'El Pensador'- y la escultura a Balzac. Es decir, contar todo el proceso creativo detrás de ese gigante amasijo que actualmente adorna los jardines de un museo de arte japonés. El realizador se propone penetrar en la mente de Rodin como genio creador y como hombre, por cierto interpretado por un imponente Vincent Lindon. Pero es la propia recreación del contexto del taller en que Doillon parece perder la fuerza de la trama argumental. Principalmente al no explotar la presencia de Camille Claudel (Izïa Higelin) y suavizar, sin perdón alguno, el sometimiento que la escultora sufrió por parte de su amado artista. Si bien cabe reconocer la fisicidad de los cuerpos tanto de los actores como de las esculturas, la construcción de esa red de tensiones existentes entre ellos adopta un punto de vista unilateral, lo cual resta fuerza a un relato que en principio prometía mucho. 

Y por último 'La cordillera', de Santiago Mitre, compite en la sección Un Certain Regard. El realizador argentino que fuese ganador del premio FIPRESCI en la edición del festival de 2015 con 'Paulina', vuelve a situar sus tramas en contextos políticos. Esta vez durante una cumbre de jefes de estado latinoamericanos en la que el presidente argentino (Ricardo Darín) tiene que lidiar con las obligaciones políticas al tiempo que con sus problemas personales. El entorno aislado de los Andes ofrece un escenario inhóspito para este thriller protagonizado por la élite política que adquiere un matiz oscuro con la llegada de Marina, la hija del presidente. Una llegada que promete ser reveladora en el acontecer del film pero que se difumina conforme va avanzando el metraje, ya que no se resuelve la cuestión básica del motivo de su llamada y tampoco se desarrolla este personaje ni el de la periodista española interpretada por Elena Anaya. Si hay algo que cabe destacar en 'La cordillera' es la interpretación del carismático Ricardo Darín y la impecable Erica Rivas ('Relatos salvajes') en el papel de la persona de confianza del presidente. 

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Festival de Cannes

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