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30 grandes películas que fueron ignoradas por los Oscar (3ª parte)

Por Daniel Martínez Mantilla - 11/05/15 6 Comentarios

Ha llegado el momento de cerrar nuestro primer repaso a aquellas películas que forman parte de la historia del cine y / o de la cultura pop y que, sin embargo, no fueron reconocidas por la Academia de Holllywood en su respectivo año de estreno. Siguiendo el ejemplo de Javier Navío y Juan Sanguino, voy a rescatar diez títulos que fueron ignorados, principalmente, por no encajar con los gustos acomodados del votante medio. Historias de acción o ciencia ficción, comedias, cintas extranjeras o retratos descarnados de la sexualidad que incomodaron a los hombres blancos de más de sesenta años, el colectivo estrella de la Academia. Estos son los títulos que, me gustaría pensar, aparecerían hoy en día en las nominaciones si los académicos pudiesen viajar en el tiempo y, esta vez sí, hacer bien su labor: seleccionar las películas y los trabajos que representan un año de cine y que, por una cosa o por otra, serán recordados para siempre.

'Frankenstein' (1931)

Puede que 'Frankestein' siga 'estando viva' 84 años después de su estreno, pero el clásico de James Whale comparte junto a 'Dracula' el dudoso honor de ser las primera de la larga lista de hitos del cine de género que no fueron reconocidas en su momento por los premios. La cinta de Universal tuvo ya en su momento de estreno críticas más que notables y su éxito comercial provocó numerosas continuaciones, siendo la más influyente y aplaudida de todas 'La novia de Frankenstein'. Aunque la Academia no la reconoció en ninguna de sus categorías, el tiempo ha acabado situando a 'Frankenstein' en su sitio.

En 1991 el Registro Nacional de Cine anunció que preservaría en su archivo una copia del film por sus aportaciones culturas y cinematográficas. Siete años más tarde, el American Film Institute (AFI), la organización destinada a proteger y promocionar el cine estadounidense fuera y dentro de sus fronteras, la situó en en el puesto 87 de su clasificación de las mejores películas de la historia. Lamentablemente, 'Frankenstein' desapareció de la actualización de la lista publicada en 2007.

'Arsénico por compasión' (1944)

Con 7 nominaciones y 3 galardones como director, Frank Capra siempre fue uno de los cineastas predilectos de la Academia. No obstante, hay barreras que ni siquiera Capra pudo superar: puedes lograr la candidatura a los Oscar con una comedia si es intelectual, étnica o incluso romántica, pero debes olvidarte del reconocimiento si optas por el humor más absurdo y físico. Ese fue el camino que tomó 'Arsénico por compasión', la adaptación de un texto que estaba arrasando entonces en los escenarios neoyorquinos con Boris Karloff en uno de los personajes principales. La comedia criminal protagonizada por Cary Grant y unas hilarantes secundarias que daban vida a las - aparentemente adorables y en realidad homicidas - tías del protagonista fue ignorada por los Oscar. En 1947 Capra sería reconocido una última vez por la Academia gracias al más icónico de todos sus largometrajes: 'Qué bello es vivir', la película más emitida por las televisiones del mundo en la historia del cine.

'Toma el dinero y corre' (1969)

Puede resultar irónico reivindicar la figura de un cineasta que ha sido nominado hasta en 25 ocasiones, pero no fue hasta que Woody Allen se puso serio en 'Annie Hall' que los votantes empezaron a respetarlo como director y guionista. Carece de los matices y lecturas de relatos como 'Manhattan', 'Interiores' o 'Hannah y sus hermanas', pero es en 'Toma el dinero y corre' donde nos encontramos por primera vez el sentido del humor a medio camino de la ironía y lo absurdo y ese álter ego que Allen tanto ha explotado durante su medio siglo de carrera detrás de las cámaras.

La comedia, un hilarante retrato de las desventuras de un inepto ladrón de bancos, fue recibida con los brazos abiertos el público, pero los únicos en darse cuenta de que Allen era un cineasta a seguir fueron el Sindicato de Guionistas (WGA). El gremio decidió reconocerle con una nominación en la ya extinta categoría de comedia. Curiosamente, esa misma organización había incluido ya entre sus candidatos a Allen en 1965 gracias a su libreto para '¿Qué tal, Pussycat?'. Primero llegó el respetó de sus compañeros guionistas, después el del mundo.

'Terminator' (1984)

Con el primer 'Terminator' nació un megalómano inigualable (James Cameron), una franquicia, se erigió un héroe y un villano inolvidable que aún sigue dando guerra en la gran pantalla (el T-800 aparecerá este verano en 'Terminator Génesis' más de diez años después desde su última aparición) y se consolidó la carrera de una entonces promesa del cine de acción (Schwarzenegger) que hasta entonces había aparecido en 'Conan, el barbaro'. La película sorprendió hasta a sus propios responsables, que no confiaban en absoluto en la película: Cameron ha dicho a cualquiera que ha querido escucharle que los ejecutivos de Orion Pictures remaron en contra de la preproducción, el rodaje y, ya en última instancia, el estreno del film. Tuvieron que ser los actores los que presionaron para que la prensa pudiese ver la película antes del estreno. El resultado es historia: la crítica recibió con los brazos abiertos la audaz apuesta de un cineasta que hasta entonces sólo había firmado 'Pirañas 2: los vampiros del mar' y el público acudió (moderadamente) a las salas. Había nacido un título de culto. No obstante, la Academia pasó del film y ni siquiera lo incluyó en las categorías técnicas.

'Terminator 2: el Juicio Final', una mezcla de continuación y revisitación de la historia original, terminó su recorrido comercial como la película más taquillera de 1991 y meses después recibió unas extraordinarias seis nominaciones a los Oscar, ganando cuatro de ellas. La película original pasó a formar parte en 2008 de la Librería del Congreso por su importancia cultural, histórica y cinematografíca. Una vez más, fue el Registro Nacional de Cine el que salvó los muebles.


'El club de los cinco' (1985)

¿Qué sería de los Oscars sin sus contradicciones? En los treinta años que estuvo trabajando en Hollywood, el trabajo de John Hughes nunca fue reconocido por la Academia. Los votantes no supieron o no quisieron valorar que el cineasta fuese uno de los pocos y verdaderos autores de la década más impersonal en la historia del cine norteamericano: los años ochenta. Ya sea porque sólo hacía comedias (y no de las intelectuales a lo Woody Allen) o porque se centraba en un tipo de personajes a los que el cine serio nunca ha prestado demasiado atención (los adolescentes), Hughes no existió para los Oscar durante tres décadas.

Cuando en 2009 el director falleció  (con sólo 59 años), el corazón de la cultura pop estadounidense quedó maltrecho. Entonces, la Academia, tan ajena habitualmente a los gustos del espectador medio, decidió darle en su muerte la recompensa que le habían negado en vida. En la siguiente ceremonia, los Oscars dedicaron a Hughes un bloque de diez minutos presentado por sus actores fetiche en el que, por fin, se reconocía el impacto que había tenido en Estados Unidos su cine. Un homenaje precioso, pero que no termina de borrar la gran mancha de estos premios en relación a su cine: la no nominación a Mejor Guión para la generacional 'El club de los cinco'. La que en su momento fue vista como otra historia más de adolescetentes se ha convertido en una las cintas más imitadas y generacionales del cine estadounidense. Era gamberra y divertida, sí, pero también un punzante retrato de la agonía adolescente y las complejas relaciones de los hijos con sus padres. Si sólo la Academia se hubiese dado cuenta a tiempo... No fue el caso.

'La boda de Muriel' (1994)

La relación entre Australia y Hollywood es, cuanto menos, digna de estudio. El país oceánico ha sido históricamente una fuente de estrellas (sólo en los últimos 25 años han dado actores como Russell Crowe, Hugh Jackman, Heath Ledger, Mel Gibson, Cate Blanchett y Geoffrey Rush), pero sus películas rara vez han sido apreciadas por los Oscar. 'Babe, el cerdito valiente' y 'Shine' son, a día de hoy, las únicas producciones australianas que se han colado en la categoría reina. Dos películas en 87 años es un triste bagaje cuando ambas industrias comparten actores e idioma.

¿Por qué el cine australiano es ignorado sistemáticamente cuando los norteamericanos sí tienen una evidente debilidad por el cine británico? Mi apuesta es que la mezcla de tonos y géneros que caracteriza al cine australiano (en las antípodas del clasicismo inglés que tanto gusta en América) desconcierta a un público norteamericano que no sabe como reaccionar ante lo que está viendo en la pantalla. El cine australiano es áspero, irreverente, inclasificable. En otra palabra: incómodo. Para muestra, 'La boda de Muriel'. En manos de la mayoría de cineastas anglosajones, la historia de una solterona obsesionada con la música de ABBA y las bodas hubiese dado una 'feel good' de manual. Dirigida y escrita por P.J. Hogan (domesticado por encargos hollywoodienses años más tarde), las desventuras de Muriel desembocan en una tragicomedia que pasa sin avisar del patetismo a la histeria, de la empatía a la vergüenza ajena.

Como era de esperar, Estados Unidos no entendió 'La boda de Muriel' y dejó pasar la oportunidad de reconocer a Toni Collette y el guión de Hogan. La actriz sólo fue reconocida por los Globos de Oro, pero Hollywood se dio cuenta de su potencial y rápidamente se incorporó a ese selecto grupo de actores que mejoran cualquier película en la que participan, por pequeño que sea su personaje. El guión de Hogan sería reconocido por los BAFTA y el WGA, pero los académicos optaron por el clasicismo de 'La locura del Rey Jorge'.

'Heat' (1995)

Pocos directores han retratado la ciudad de Los Ángeles como Michael Mann. Aún así, la Academia sólo se ha interesado por su trabajo cuando el cineasta se ha adentrado en el drama más trascendental ('El Dilema'). En el camino se quedaron thrillers ejemplares como 'Colateral' o 'Heat', cimas del género en los que la ciudad californiana lucía como nunca en pantalla. Si bien la primera recibió menciones en las categorías de mejor actor secundario (Jamie Foxx) y mejor montaje, la celebrada reunión en pantalla de Al Pacino y Robert De Niro se fue de vacío en la temporada de premios Los prejuicios al cine de acción resaltaron más que nunca en un año en el que la Academia optó por reconocer a los directores de 'Babe, el cerdito valiente' y 'El cartero (y Pablo Neruda)'.

Veinte años despues de su estreno, 'Heat' está considerada por críticos y cinéfilos como una ejemplar historia de robos en la que dos leyendas como De Niro y Pacino mantuvieron un magnético duelo a pesar de compartir una única escena en pantalla. En la lista de las 250 mejores películas de la historia que iMDB confecciona a partir de las votaciones de sus usuarios, el thriller de atracos aparece en el puesto 122 con unos números de infarto: 8,3 / 10 de media con más de 376 mil votos registrados.



'Celebración' (1998)

Quince años antes de rozar la estatuilla dorada con 'La Caza', el dánes Thomas Vitenberg sufrió un inesperado revés por parte de la Academia cuando 'Celebración' no apareció entre las nominadas a la Mejor Película de Habla No Inglesa del año. La película, un drama rodado en clave de dogma que seguía el festejo del sesenta cumpleaños del patriarca de una familia burguesa, había conquistado a todo el mundo con su estilo mordaz y su brutalidad. 'Celebración' venía de ganar los premios de las prestigiosas asociaciones de Los Ángeles y Nueva York, además de recibir sendas nominaciones al Globo de Oro y el BAFTA. Aún así, el comité de selección encargado de elegir las finalistas en la categoría de Mejor Película de Habla No Inglesa optó por trabajos menos que, en algunos casos, ya nadie recuerda.

Los conservadores votantes cerraron la puerta a una película revolucionaria, la encargada de abrir el movimiento dogma que Vitenberg había creado junto a otro ilustre ignorado de la Academia, Lars Von Trier. El proyecto iba más allá de la arriesgada decisión de filmar cámara en mano todas sus escenas, sin recurrir en ningún momento a música, decorados o iluminación artificial. Pese al olvido en los Oscar, 'Celebración' se ha convertido en un referente absoluto para cualquier relato de familias disfuncionales que se precie.

'Los Otros' (2001)

'Los Otros', un proyecto inicialmente pensado para ser rodado en español con Emma Suárez como protagonista, saltó a Estados Unidos después de que Tom Cruise viese por casualidad 'Abre los ojos'. El actor decidió financiar el proyecto, distribuirlo en Estados Unidos con la colaboración de los Weinstein y colocar como protagonista a su entonces esposa, Nicole Kidman. El resultado del proyecto es historia: la crítica se rindió a la propuesta y él público acudió en masa a las salas. Quince años después, 'Los Otros' sigue siendo la película más taquillera de Kidman como protagonista.

La candidatura por su magnético y delicado trabajo como Grace era un hecho... si no hubiese existido 'Moulin Rouge'. La actriz, hasta entonces un proyecto fallido de estrella, encadenó dos proyectos en los que sobresalía con registros absolutamente opuestos. Las normas de la Academia impiden la doble nominación de un intérprete en la misma categoría y Kidman era demasiado protagonista en ambas historias para intentar jugar la carta del fraude de categoría. A pesar de ser finalista en los Globos de Oro y en los BAFTA (dejando fuera su trabajo en el musical), los académicos acabarían optando por su trabajo en 'Moulin Rouge'.

'Los Otros' presentaba méritos para figurar en las categorías de Fotografía, Sonido (donde se vio perjudicada por contar con profesionales españoles) o Guión Original - reconocido por un puñado de asociaciones de críticos, los BAFTA y el gremio de guionistas -, pero finalmente acabó con un inmerecido rosco. ¿Hubiese sido el resultado diferente de no haberse estrenado dos años antes 'El sexto sentido'? Nunca lo sabremos.

'La vida de Adele' (2014)

Hollywood no es un lugar para lesbianas. En los 87 ediciones de los premios, sólo seis actrices han sido nominadas por dar vida a un personaje homosexual: Cher, Anette Bening, Julianne Moore, Jessica Tandy, Charlize Theron y Judi Dench. Es decir, si vas a interpretar a una lesbiana en la gran pantalla más vale que seas una loca de los gatos (Dench), una asesina (Theron), una persona depresiva (Moore), un elemento practicamente subliminal de la historia que sólo detectan los espectadores más avispados (Tandy) o la jodida Cher. Fuera de las categorías interpretativas, sólo 'Las Horas' y 'Los chicos están bien' han optado al premio a la mejor película teniendo lesbianas en el corazón de la historia. Con semejantes estadísticas, el camino a los Oscar de 'La vida de Adele' estaba destinado a ser, cuanto menos, accidentado.

En el caso de que centrarse en una historia de amor entre dos chicas no fuese suficiente elemento de riesgo, la película era francesa y contenía numerosas escenas de sexo gráfica en una época en la que ya no hay sexo en el cine. Tampoco ayudó que los productores se negasen a adelantar diez días su estreno en Francia para así poder representar a su país en los Oscar. Ni cortos ni perezosos afirmaron que la los premios de la Academia no les importaban y que ya habían cumplido su objetivo: la Palma de Oro.

Independientemente del chovinismo y arrogancia de sus productores, los académicos deberían haber aprovechado el estreno técnico de la cinta en Estados Unidos para incluir el extraordinario trabajo de Adele Exarchopoulos en la categoría de Mejor Actriz. No obstante, los Oscar no fueron los únicos que se cegaron ante la controvertida cinta. 'La vida de Adele' quedó derrotada en los Premios del Cine Europeo por 'La gran belleza' y en los César fue barrida de forma humillante por la menor 'Guillaume y los chicos... ¡a la mesa!'. En definitiva, un triste bagaje para una película especial que levantó pasiones allá donde se estrenó.

6 comentarios to ''30 grandes películas que fueron ignoradas por los Oscar (3ª parte)"

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  1. Ahora que habéis subido las 30 películas, ¿ninguno de los 3 ha visto Persona de Ingmar Bergman? Es una de las más grandes películas de la historia (y más importantes) y no está.

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  2. Te falto mencionar a Hilary Swank (personaje homosexual) en Boy's dont cry.

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  3. Personalmente yo no he visto 'Persona'. Bergman es una de mis asignaturas pendientes. De todas maneras, esta es la primera aproximación al tema. Si más adelante recuperamos la serie puede que la encuentres ahí.

    Jose, Brandon Teena es transexual, no homosexual.

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  4. Tiene razón, Daniel. ¡Saludos!

    Por cierto, ¡Felicidades, por el Blog! Los sigo desde hace tres años. ¡Saludos desde la Rep. Mexicana!

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  5. Muy interesante lo que dicen de la relacion entre Hollywood y el cine australiano. Creo que la ultima pelicula australiana que tuvo relevancia en los Oscar fue "Animal Kingdom", en donde Jacki Weaver fue nominada como mejor actriz de reparto. Otra gran pelicula australiana, de 1994 al igual que "La boda de Muriel" es "Priscilla, reina del desierto" (aunque esta si estuvo nominada a un Oscar y lo gano). De todas maneras, me parece importante destacar que salvo el cine britanico y el cine frances, la Academia suele ignorar el cine extranjero en categorias principales (salvo contadas excepciones como "La vida es bella", "El tigre y el dragon" y "Amour").

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  6. Y Meryl Streep por Silkwood? Si sale Cher...

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