'Silencio' va a esconder su mano hasta el final. A raíz de la arriesgada decisión de
Paramount de no enseñar lo nuevo de
Martin Scorsese hasta los últimos compases del año, el periodista
Kris Tapley recuerda en Variety cómo le fue en los Oscars a las candidatas que decidieron mostrar sus cartas al final del juego. Y es que es inusual que una aspirante a los premios de la Academia se presente a prensa e industria tan tarde, exponiéndose a la posibilidad de quedarse fuera de los premios de la
National Board of Review, las asociaciones de críticos de
Nueva York y
Los Ángeles y los
Critics Choice Awards. Las nominaciones y los titulares que provocan estos premios a menudo marcan el tono de la temporada de premios.
La semana de Acción de Gracias suele ser cuando los rezagados muestran la película con el objetivo de cumplir con los plazos de los grupos, pero para los espectadores de la Academia a veces puede ser más interesante llegar más tarde y mantenerse fresca en el recuerdo de los votantes.
'Valor de ley', 'Caballo de batalla', 'El lobo de Wall Street' y
'La noche más oscura' llegaron a finales de noviembre. Dos meses después recibieron la nominación a Mejor Película.
'Invencible' y
'Joy' también apuraron su presentación en sociedad, pero el resultado en los Oscars fue mucho menor.
La auténtica rareza son los estrenos de diciembre. El caso más extremo fue el
'Avatar' de James Cameron, pero este era un evento muy particular que podía permitirse dejar a la industria y la prensa con el alma en vilo.
Fox enseñó la cinta a los gremios y los Globos de Oro en la primera semana de diciembre, pero los críticos no la vieron hasta el día 10.
Dos años más tarde, en 2011,
Warner Bros. esperó a diciembre para enseñar
'Tan fuerte, tan cerca' y la jugada le salió redonda. La crítica recibió la película con comentarios negativos, pero no hubo tiempo para perjudicarla en su camino a los Oscar. El drama de Stephen Daldry recibió una candidatura sorprendente en Mejor Película -además de otra para el secundario Max Von Sydow-. Hoy en día sigue siendo una de las finalistas de la categoría reina con peores críticas.
A
'Django desencadenado' también le funcionó un lanzamiento en diciembre. Consiguió cinco nombres y dos estatuillas (para el actor Christoph Waltz y el guión original de Quentin Tarantino). Menos suerte tuvo
'Siete almas' en 2008. Will Smith quiso repetir el éxito de 'En busca de la felicidad' y volvió a contratar a su director, Gabriele Muccino. La película olía a premios... hasta que la gente vio el resultado.
Enseñar una película en la fase final de la carrera puede ser una estrategia inteligente para lograr nominaciones en las categorías principales, pero hace falta una planificación más a largo plazo si quieres ganar el Oscar a la Mejor Película. La última película que se proyectó después de mediados de noviembre y que ganó la categoría principal de los Oscars fue
'Million Dollar Baby' en 2004.
En los últimos años, los ganadores de mejor película
'Argo', '12 años de esclavitud', 'Birdman' y
'Spotlight' usaron el circuito de los festivales de agosto y septiembre para empezar el camino al Oscar con fuerza. Por su parte,
'Infiltrados' es el ejemplo de aspirante que evita la estrategia festivalera pero que se presenta lo suficientemente pronto (finales de septiembre) para construir su camino a la victoria. La idea es tener tiempo para que el mensaje de la película llegue al público y tenga margen de maniobra si surge algún bache en la temporada de premios.
Esta estrategia tiene sus propios obstáculos. La gran favorita para el triunfo en esta edición es
'La La Land', pero esa película podría estar en riesgo de sobreexposición y agotamiento en la fase más importante de la carrera. Si la película de Martin Scorsese deja KO a su competencia en su puesta de largo, puede causar en los votantes la sensación de que el 2016 había dejado lo mejor para el final. Eso siempre y cuando 'Silencio' sea tan buena, claro.