Comenzamos los análisis de categorías a lo grande con el apartado interpretativo que se ha convertido, desde hace sólo unas horas, en el más apasionante del año.
La ceremonia de los SAG Awards celebrada anoche sirvió para reforzar a los dos secundarios que han liderado holgadamente toda la carrera (
Viola Davis y
Mahershala Ali), destacar a
Emma Stone como la rival a batir en Mejor Actriz Protagonista y, sobre todo, reanimar una categoría que ya parecía vista para sentencia: la de Mejor Actor Protagonista.
Casey Affleck había dominado los premios de la crítica pero siempre fue un líder con pies de barro. Primero por toda la polémica que le envuelve (entraremos en eso más adelante) y segundo porque la suya no es, ni de lejos, la clásica interpretación que gana Oscars. El protagonista de
'Manchester frente al mar' es todo introspección y contención pero la Academia siempre ha mostrado mayor predilección por actuaciones descarnadas como la
Denzel Washington en
'Fences'. Lo ocurrido en los SAG recuerda a lo que vivimos hace dos ediciones con el duelo entre
Michael Keaton y
Eddie Redmayne. La diferencia es que Redmayne, además del SAG, ganó el Globo y el BAFTA. En cambio, Washington ha perdido el Globo (ante Affleck, obviamente) y ni siquiera está nominado en los premios británicos (jamás ha sido candidato en toda su carrera). Esta es una mala noticia para Denzel porque no es nada habitual que un actor gane el Oscar sin haber estado presente en los BAFTA. Los últimos en lograrlo fueron
Matthew McConaughey y
Jared Leto por
'Dallas Buyers Club' pero ellos tenían excusa: la película no se estrenó en Reino Unido hasta el año siguiente. El último intérprete que consiguió el premio al Mejor Actor pese a ser ignorado por los BAFTA fue precisamente Denzel Washington por
'Día de entrenamiento'.
El quinteto de nominados se completa con tres actores que también estuvieron en SAG, Globos y BAFTA:
Andrew Garfield,
Ryan Gosling y
Viggo Mortensen. Los tres candidatos tienen el suficiente potencial como para ser recompensados en el futuro pero todo parece indicar que, por el momento, tendrán que conformarse con la nominación. A continuación, repasamos los cinco trabajos destacados por la Academia en la categoría de Mejor Actor.
Casey Affleck por 'Manchester frente al mar' (2ª nominación)
Aunque llevamos viéndolo en pantalla desde que era un crío (en
'Todo por un sueño' o
'El indomable Will Hunting') no fue hasta el debut de
Ben Affleck en la dirección (
'Adiós, pequeña adiós') que el mundo se dio cuenta del potencial de su hermano menor. Al año siguiente, Casey Affleck logró su primera nominación por su desasosegante personaje en
'El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford' pero no tuvo nada que hacer ante
Javier Bardem, que arrasó en la temporada de premios por interpretar al villano de
'No es país para viejos'.
Affleck tiene una carrera ecléctica en la que se alternan proyectos comerciales (
'Ocean's Eleven' y sus secuelas,
'Interstellar' o
'Un golpe de altura') y cintas independientes (
'Gerry',
'En un lugar sin ley'). También hizo sus pinitos en la dirección con
'I'm Still Here', un falso documental protagonizado por
Joaquin Phoenix que no le ha dado más que disgustos:
las denuncias por acoso sexual que arrastra desde aquel rodaje han amenazado con dilapidar sus opciones de Oscar durante toda la carrera. Affleck llegó a 'Manchester frente al mar' gracias a su amigo
Matt Damon, que tuvo que abandonar el proyector por problemas de agenda (aunque siguió ejerciendo como productor). La tercera película de
Kenneth Lonergan es un intenso drama en el que Affleck puede sacar lo mejor de sí mismo interpretando a un hombre taciturno que se ve obligado a enfrentarse a su oscuro pasado.
A favor: hasta los SAG Awards, no había más candidatos al Oscar al Mejor Actor que Affleck, que ha dominado los premios de la crítica de una forma abrumadora (38 premios). Además, está en una de las películas más aclamadas del año y su premio seria una forma de reconocer a 'Manchester frente al mar' más allá de su previsible triunfo en Guión Original.
En contra: su turbio pasado no le hace ningún favor. Además, Denzel Washingon tiene un papel mucho más "Oscar-friendly".
Andrew Garfield por 'Hasta el último hombre' (1ª nominación)
Siete años después de que la Academia le negara la que debería haber sido su primera nominación (como secundario por
'La red social'), Andrew Garfield consigue la primera candidatura al Oscar de su carrera. Su interpretación en la película de
David Fincher más otros trabajos destacados como
'Leones por corderos',
'Boy A' o
'Nunca me abandones' dejaron claro que Garfield era uno de los mejores actores de su generación. Tras cuatro años entregados a la saga
'The Amazing Spider-Man', Garfield regresó al drama con una reivindicable interpretación en la cinta independiente
'99 Homes'. Pero su 'comeback' definitivo ha sido este año gracias a sus dos destacados en papeles en 'Hasta el último hombre' y
'Silencio'.
Mientras que la película de
Martin Scorsese ha sido una de la grandes decepciones del año (las críticas fueron buenos pero la taquilla y los premios le dieron la espalda), la película de
Mel Gibson ha sido una de las revelaciones de la temporada. Con 'Silencio' fuera de juego, desde el principio quedó claro que la mejor baza de Garfield para alzarse con la nominación era su encarnación de Desmond Doss, el primer objetor de conciencia de la historia de Estados Unidos. Garfield se ha convertido en el primer actor nominado al Oscar por una película dirigida por Gibson gracias a una interpretación tremendamente exigente tanto física como emocionalmente.
A favor: la película ha gustado más de lo que se podría esperar y Garfield interpreta al clásico estereotipo de héroe americano que debería encandilar al sector más conservador de la Academia.
En contra: no es su momento. Garfield todavía es muy joven y seguro que tendrá más oportunidades de ganar en el futuro.
Ryan Gosling por 'La La Land' (2ª nominación)
Conseguir la segunda nominación al Oscar a los 36 años no está nada mal pero es inevitable tener la sensación de que la Academia no ha sido nada generosa con Ryan Gosling. Para encontrar su primera candidatura hay que remontarse hasta 2006 (
'Half Nelson'). Gosling se quedó con la miel en los labios un año después (por
'Lars y una chica de verdad') y también podría haber sido nominado en 2010 por
'Blue Valentine'. Finalmente, ha tenido que ser 'La La Land' la película que le devuelva a los Oscar.
Una vez que
Miles Teller se cayó del proyecto,
Damien Chazelle tuvo claro que la pareja Gosling-Stone era la combinación ganadora. Ambos habían coincidido ya en
'Crazy, Stupid, Love' y
'Gangster Squad' y en su tercera película juntos exhiben una química fuera de toda duda. En 'La La Land', Gosling interpreta a Sebastian, el pianista de jazz obsesionado con montar su propio club. Gosling ya tenía experiencia como cantante y como músico (en 2009 formó una banda llamada
Dead Man's Bones y sacó al mercado un disco homónimo), pero tuvo que ponerse las pilas con el piano para poder tocarlo a la perfección en todas sus escenas (no se usaron dobles). Puede que el papel de Emma Stone sea mucho más lucido y exigente que el suyo, pero 'La La Land' no sería lo mismo sin el carisma de Ryan Gosling. No es un gran bailarín y, definitivamente, tampoco es un gran cantante pero verle en pantalla es un absoluto deleite.
A favor: estar en la película del año. 'La La Land' aspira a conseguir un buen puñado de premios y si el "efecto arrastre" es lo suficientemente grande podría llevar a Gosling a convertirse en la tercera vía.
En contra: sólo ha ganado el Globo de Oro y es muy difícil llevarse el Oscar por esta clase de personaje. Sólo hay que recordar que
Richard Gere ('Chicago') o
Ewan McGregor ('Moulin Rouge') ni siquiera fueron nominados.
Viggo Mortensen por 'Captain Fantastic' (2ª nominación)
A Viggo Mortensen el éxito le llegó tarde. Muy pocos sabían quién era hasta que su personaje de Aragorn en
'El señor de los anillos' le puso en el mapa cuando ya había sobrepasado los cuarenta años. Un personaje tan icónico como ese podría haber acabado con su carrera pero Mortensen ha sabido mantenerse en la brecha gracias, principalmente, a sus colaboraciones con
David Cronenberg. Precisamente fue su segundo trabajo con el director canadiense el que le dio su primera candidatura al Oscar:
'Promesas del este'.
En esta segunda ocasión, Mortensen ha vuelto a llegar a los Oscar pese a que su película no ha sido nominada en ninguna otra categoría. Es más, 'Captain Fantastic' ha sido una de las grandes olvidadas de la temporada más allá de su mención en el apartado de Mejor Reparto en los SAG Awards. Sin embargo, eso no ha impedido que el nombre de Mortensen haya aparecido en todos los precursores. Tal vez la película no haya cuajado entre los votantes, pero resulta muy complicado no caer rendido ante este "outsider" que decide educar a sus hijos en medio de la naturaleza. Un soñador empedernido en continuo conflicto con sí mismo al que Mortensen sabe impregnar de humanidad y de un irresistible toque de excentricidad.
A favor: que Mortensen ha llegado hasta aquí por una película tan pequeña como 'Captain Fantastic' sólo puede significar una cosa: es un actor enormemente respetado y tiene muchísimos fans.
En contra: ganar el Oscar sin que tu película tenga más nominaciones es casi imposible. En los últimos 50 años sólo ha ocurrido tres veces:
Cliff Robertson por 'Charly' (1968),
Michael Douglas por 'Wall Street' (1987) y
Forest Whitaker por 'El último rey de Escocia' (2006).
Denzel Washington por 'Fences' (7ª nominación como actor, 2 Oscars)
Denzel Washington es historia viva de los Oscar. Es el único intérprete negro que ha conseguido más de un Oscar y también es el que más nominaciones ha logrado (siete, más otra más como productor). Su primer Oscar fue en 1989 como secundario por
'Tiempos de gloria' y el segundo en 2001 como principal por 'Día de entrenamiento'. Pero Denzel quería más y por eso sacó adelante su tercer proyecto como director: 'Fences'. Tras dos primeras películas que pasaron completamente desapercibidas para los premios (
'Antwone Fisher' y
'The Great Debaters'), a la tercera ha sido la vencida para Washington.
'Fences' ha logrado entrar a lo grande en los Oscar con cuatro menciones incluyendo una en la categoría reina (pese a la nominación al Critic's Choice, nunca tuvo opciones reales de ser mencionada en la categoría de Dirección). Washington conocía perfectamente el texto de
August Wilson puesto que ya la había interpretado con éxito en Broadway (tanto Davis como él ganaron el Tony por esta obra). Su Troy Maxson es una fuerza de la naturaleza, un personaje tan magnético como desagradable al que espectador odia pero al mismo tiempo no puede dejar de mirar. Tal vez alguien pueda acusarle de caer en la sobreactuación, pero lo que está claro es que lo que hace Washington aquí está al alcance de muy pocos.
A favor: la interpretación habla por sí misma y Washington es un actor tremendamente admirado. Y no sólo eso, sino que además tiene una imagen intachable (Casey Affleck no puede decir lo mismo). Además, hay una narrativa que podría resultar muy tentadora para los votantes: la Academia tiene la oportunidad de hacer historia este año premiando por primera vez a tres actores negros (no habría mejor respuesta al #OscarsSoWhite).
En contra: por supuesto, su mayor problema es que ya tiene dos Oscars. Eso no fue un impedimento para que
Daniel Day-Lewis lograse su tercera estatuilla
hace cuatro años, pero puede que los votantes consideren que la interpretación de Washington no es tan incontestable como la del protagonista de
'Lincoln'.
Ganará: Denzel Washington por 'Fences'
Podría ganar: Casey Affleck por 'Manchester frente al mar'
Debería ganar: Viggo Mortensen por 'Captain Fantastic'
Debería estar nominado: Tom Hanks por 'Sully'