La originalidad en Hollywood es un bien escaso. Basta con echar un vistazo a la cartelera y contar cuántas películas nacieron de un guión original y cuántas son un remake, secuela, precuela, reboot o adaptación de un libro, obra de teatro, video juego o incluso de una serie de televisión. Pero la escasez de originalidad no es un problema exclusivo de Hollywood ni del tiempo en que vivimos. El mismo William Shakespeare, el autor más importante de la literatura universal, ya "tomaba ideas prestadas" para algunas de sus obras más conocidas en la era Isabelina. La Academia no es ajena a esta situación y las películas pertenecientes a trilogías, sagas y franquicias se han convertido en habituales en la carrera por el Oscar. 2012, con el final de una trilogía ("The Dark Knight Rises") y el comienzo de otra ("The Hobbit: An Unexpected Journey") no va a ser la excepción.

Una saga que empezó a la par que la Trilogía del Anillo fue la del niño mago más famoso de Inglaterra (y con Inglaterra quiero decir del mundo). Harry Potter sumó en sus 10 años en la gran pantalla 12 nominaciones repartidas entre 6 de sus 8 películas. Ninguna de mayor importancia que Mejor Fotografía y ninguna llegó a materializarse jamás en estatuilla, a pesar del clamor popular contra la falta de reconocimiento por parte de la Academia a un fenómeno como Harry Potter. Pero el niño que dormía en la alacena bajo las escaleras del número 4 de Privet Drive sólo es uno más de un numeroso grupo de sagas que tienen un hueco en la cultura universal, pero no tienen un Oscar a Mejor Película. Títulos tan míticos como Star Wars, Alien, Indiana Jones, Jurassic Park o The Matrix no cuentan con ninguna de sus partes en el selecto club de ganadoras del Oscar a Mejor Película. ¿Alguien cree que lo necesiten?. A pesar de eso, las cinco mencionadas se hicieron con un buen trozo del pastel en sus respectivos años: "Star Wars: Episode IV - A New Hope" ganó 6 Oscars en 1978, además de lograr sendas nominaciones al guión y la dirección de George Lucas y la nominación a Mejor Película. Por otro lado, la asfixiante "Alien", que ganó un Oscar por sus efectos visuales, tuvo más suerte con su secuela, "Aliens", que ganó 2 Oscars y le brindó a Sigourney Weaver su primera y merecida nominación como Mejor Actriz. "Raiders of the Lost Ark", la primera de las aventuras de Indiana Jones, también estuvo entre las nominadas a Mejor Película y Mejor Director de 1981 llegando a ganar 4 estatuillas artísticas y técnicas. Sin dejar a Steven Spielberg, la primera "Jurassic Park" se hizo con las 3 estatuillas (sonido, montaje de sonido y efectos visuales) a las que optaba, el mismo pleno más montaje que lograría seis años después "The Matrix". El resto de las múltiples secuelas que tuvieron las cinco se repartirían, con mayor o menor suerte, escasas nominaciones y, en el mejor de los casos, algún Oscar a los efectos visuales. Pero nunca igualaron o superaron el resultado de sus hermanas mayores.
Las equivalentes más actuales a estas películas, ricas en millones y seguidores pero pobres en Oscars importantes, no tienen la condición de clásicos del Cine ni han dejado una huella en la cultura popular comparable. Ejemplos son el Spider-Man de Sam Raimi que, entre sus tres entregas, sólo consiguió un Oscar para los efectos visuales de su segunda parte (cuando The Lord of the Rings se lo permitió). Una suerte similar han tenido las, por el momento cuatro, entregas de Pirates of the Caribbean; la película que la Disney creó a partir de una atracción de un parque temático (cuando os hablaba de la falta de originalidad lo hacía con motivo), que logró un Oscar también para los efectos visuales de su segunda parte, será más recordada por llevar a un icono como Johnny Depp hasta su primera nominación al Oscar como Mejor Actor por "The Curse of the Black Pearl". Y a la Disney también debemos la infantil The Chronicles of Narnia, que tuvo su primer y único momento de gloria en los Oscar con el premio al Mejor Maquillaje para su primera película. Parece que, conforme ha aumentando el número de trilogías y sagas en los últimos años, ha ido disminuyendo la atención que los académicos les han prestado. Y, por una vez, ¡no es culpa de la Academia!

Independientemente de lo que suceda este año, las trilogías y sagas son ya un grupo a tener tan en cuenta como las indies que reinan en Mejor Guión Original, los dramas de época que dominan en las categorías artísticas o las películas del Holocausto en Mejor Película. Y es que la originalidad es un bien escaso. Incluso hay quien dice que ya todo está inventado. ¿Veremos en un futuro a la categoría de Mejor Guión Original agonizando como Mejor Canción Original? esperemos que no. Las ideas originales están ahí, esperando que alguien las lleve a la gran pantalla. Y del resto ya se encargará Harvey Weinstein.
Excelente Articulo sobre las trilogías y sagas.
ResponderEliminarExcelente articulo como siempre! Y si! Siempre pensare que Toy Story 3 merecía ganar el oscar a la mejor película!
ResponderEliminarSolo una cosa, "un 2009 bastante pobre" jo! Pues en mi opinión ha sido uno de los mejores aaños en película de la pasada década: Avatar, Up, Up in the Air, District 9, Inglorious Bastards, Precious, An education, the hurt locker (para muchos, a mi me parece muy sobrevalorada) y ademas de otras q no nominaron como 500 days of summer, The hangover, Moon (muy infravalorada) bueno creo q es todo!
Esperemos a ver q pasa con The Dark Knight Rises yo creo que la nominación a la mejor película se lo darán pero ahora el premio... No tanto!!
Me tienen hinchado las pelotas con la referencia básica y ciertamente POCO ORIGINAL a esta altura, de los Weinstein.
ResponderEliminarBasta de lugares comunes señores!
¡Genial articulo!
ResponderEliminarExcelente lectura.
ResponderEliminarOh, qué gustazo da leer artículos así. No seré yo el que la reivindique, pero, ¿y la saga Crepúsculo? ¿ha llegado a rascar alguna nominación en los Oscar?
ResponderEliminar