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'María Callas' se hace con el premio de los directores de fotografía

- 24/02/25 13 Comentarios



- Edward Lachman consigue el premio de la ASC por primera vez en su carrera
- 'Nickel Boys', la gran ausente de los Oscar, se lleva el Premio Spotlight

MEJOR FOTOGRAFÍA
Jarin Blaschke for “Nosferatu” (Focus Features)
Alice Brooks, ASC for “Wicked” (Universal Pictures)
Lol Crawley, BSC for “The Brutalist” (A24)
Stéphane Fontaine, AFC for “Conclave” (Focus Features)
Greig Fraser, ASC, ACS for “Dune: Part Two” (Warner Bros. Pictures)
Edward Lachman, ASC for “Maria” (Netflix)
Phedon Papamichael, ASC, GSC, GCA for “A Complete Unknown” (Searchlight Pictures)

MEJOR FOTOGRAFÍA EN DOCUMENTAL
Michael Crommett for “Photographer: Dan Winters Life is Once. Forever.” (National Geographic)
Michael Dweck and Gregory Kershaw for “Gaucho Gaucho” (Jolt)
Andrey Stefanov for “Porcelain War” (Picturehouse)

SPOTLIGHT AWARD
Michal Dymek for “The Girl with the Needle” (MUBI)
Jomo Fray for “Nickel Boys” (Amazon MGM Studios)
Klaus Kneist and Renata Mwende for “Nawi” (MUBI and Baobab Pictures)

Análisis de categorías: Mejor Fotografía y Mejor Montaje

- 14/02/25 12 Comentarios



Aunque no sea un caso del todo excepcional, no deja de ser sorprendente que la película más premiada del año en una categoría técnica no acabe logrando la candidatura al Oscar. Ese es el caso de 'Rivales' en Mejor Montaje, ya que la cinta de Luca Guadagnino ha acumulado hasta 15 premios en ese apartado (el último, el Critics Choice). Los académicos, sin embargo, se dejaron embriagar por el fenómeno 'Wicked' y decidieron darle al musical nominaciones tan inesperadas como esta. No ocurrió lo mismo en Mejor Fotografía, donde la dominadora de la categoría ('Nosferatu') sí ha logrado entrar en el quinteto, aunque va a tener una rival muy dura en 'The Brutalist'. La gran ausencia en este apartado, sobre todo teniendo en cuenta que acabó entrando en la categoría principal, fue 'Nickel Boys'. El trabajo de cámara en primera persona de Jomo Fray logró acumular más de una decena de premios en este apartado, incluyendo los de las asociaciones de críticos de Nueva York y Los Ángeles.

MEJOR FOTOGRAFÍA


'The Brutalist' (Lol Crawley)

El británico Lol Crawley tiene una carrera francamente interesante. Además de haberse encargado de las dos películas previas de Brady Corbet ('La infancia de un líder' y 'Vox Lux'), ha colaborado con Noah Baumbach (en 'Ruido de fondo') o Andrew Haigh (en '45 años') y ha trabajado en dos de las series más peculiares de los últimos años: 'Utopía' y 'The OA'. Es fácil hacer un paralelismo entre el ambicioso proyecto arquitectónico que emprende el protagonista de 'The Brutalist' y la propia odisea del equipo de la película que se propuso rodar en 34 días con un presupuesto de 10 millones de dólares y empleando un formato (VistaVision) que no se utilizaba desde hacía 60 años. La forma de trabajar de Crawley se adaptó a la perfección a lo reducido del presupuesto: aprovecha mucho la luz natural y está acostumbrado a trabajar con iluminaciones escasas. Después de que Corbet descartara los 65 mm (por la dificultad de encontrar el negativo y las cámaras), se acabó decantando por el VistaVision, un fomato que utiliza una película de 35 mm pero con el que se obtiene más del doble de área de imagen. El resultado final es espectacular tanto en los planos generales como en las escenas más íntimas, pero la imagen tuvo que ser procesada en postproducción porque Crawley buscaba una imagen que no fuera tan nítida y un negro que fuera más pictórico (inspirado en la obra de Pieter Bruegel) que fotográfico. El mayor contratiempo de este formato es que el celuloide se carga horizontalmente en lugar de verticalmente, lo que dificulta la acción de ponerse la cámara al hombro. Por ese motivo, aunque se usó VistaVision siempre que se pudo, la película también tiene algunas secuencias en 35 mm tradicionales (por ejemplo, el plano secuencia que incluye el icónico plano de la Estatua de La Libertad) y también en otros formatos.


'Dune: Parte 2' (Greig Fraser)

Vuelve a los Oscar Greig Fraser, uno de los directores de fotografia favoritos de la Academia en los últimos años. Fue nominado por primera vez por 'Lion', ganó la estatuilla por 'Dune' y volvió a rondar la candidatura por 'The Batman'. 'Dune: Parte 2' se rodó en IMAX, el formato ideal para una película que está encuadrada de manera que los personajes sean deliberadamente insignificantes en medio un desierto enorme. El trabajo de cámara de Fraser es más discreto de lo que estamos acostumbrados a ver en una película de estas dimensiones, pero eso es lo que lo hace tan especial: su aproximación casi documental a secuencias tan espectaculares como una cacería de gusanos gigantes. Por momentos, el rodaje de 'Dune: Parte 2' casi parecía el de una película independiente y en las escenas diurnas en el desierto se prescindía del uso de luz artificial, con todo lo que significa eso en términos de planificación. Como en la primera entrega, Fraser usa el color para distinguir planetas (los tonos más cálidos siempre serán para los buenos y los más fríos para los villanos), pero esta distinción se hace aquí aún más palpable al usar el blanco y negro en la secuencia del coliseo de Giedi Prime. El combate protagonizado por un resplandeciente Austin Butler se rodó con infrarrojos, una opción audaz pero en realidad bastante accesible para cualquiera con una cámara digital moderna razonablemente sensible.


'Emilia Pérez' (Paul Guilhaume)

'Emilia Pérez' supone la segunda colaboración de Jacques Audiard con Paul Guilhaume, que ya se encargó de rodar 'París, Distrito 13'. Poco tenía que ver ese primer trabajo (un elegante blanco y negro) con la explosión de luz y color que es el musical nominado a 13 Oscars. Como el propio Audiard ya ha comentado en más de una ocasión para defenderse de los comentarios que le acusaban de racista, 'Emilia Pérez' nunca quiso ser algo que estuviera anclado a la realidad del duro contexto en el que se ambienta, y el trabajo de Guilhaume es fundamental a la hora de evidenciar que estamos asistiendo a una ficción (concretamente, a una muy rocambolesca). Audiard, Guilhaume y el equipo de efectos visuales ajustaron progresivamente la estética de la película, buscando siempre un equilibrio entre el entorno del estudio y una sensación de realismo. Un elemento fundamental son los números musicales, que varían ampliamente en su enfoque estilístico. En 'El Mal', por ejemplo, la iluminación está dirigida por el personaje de Zoe Saldaña, que parece tomar el control de la cámara. La película transmite sensaciones claramente diferenciadas entre el primer y el segundo acto. Durante el primero, la acción transcurre en noches urbanas, nítidas y brillantes, que se consigueron gracias a utilizar elementos prácticos como las luces de los coches. Sin embargo, cuando las mujeres exponen los pecados de los cárteles, Guilhaume lo inunda todo de luz. Para conseguir esa sensación, utilizaba casi toda la iluminación artificial que tenía disponible en el plató.


'María Callas' (Edward Lachman)

Curioso el 'déjà vu' que hemos vivido este año en Mejor Fotografía. Al igual que ocurrió el año pasado con 'El Conde', Edward Lachman se ha quedado como el único representante de una película de Pablo Larraín. Es su cuarta nominación (las otras dos son por películas de Todd Haynes), nunca ha ganado el Oscar y, definitivamente, tampoco lo va a hacer este año, aunque su trabajo en 'María Callas' confirma que es un verdadero maestro del color y que no hay formato que se le resista (usa hasta cuatro distintos). Las secuencias de la película que transcurren durante la semana previa a la muerte de la cantante en 1977 se filmaron en película de 35 mm de tono dorado; las escenas de la imaginación de Callas se filmaron en 16 mm; los momentos en los que se encuentra en el ojo público se filmaron en 8 mm; y los flashbacks se filmaron en película de 35 mm en blanco y negro. Las lentes de cristal de Lachman para las imágenes en blanco y negro (Ultra Baltars), eran del mismo tipo que las utilizadas para películas realizadas en la década de 1940 como 'Ciudadano Kane' y 'El cuarto mandamiento'. La película está tratada a nivel estético como si se tratara de una ópera, tanto desde la dirección como desde la fotografía. Pero Lachman no solo usó la cámara como si fuera el punto de vista del público en una ópera, sino también para intensificar la realidad. Incluso en el mundo personal de María en su apartamento, el espectador siempre tiene la sensación de estar asistiendo a una representación.


'Nosferatu' (Jarin Blaschke)

Jarin Blaschke consiguió la primera nominación de su carrera por 'El faro', que hasta ahora era la única representación que había tenido el cine de Robert Eggers en los Oscar. Su segunda candidatura le llega por una película que no es en blanco y negro pero que, en muchos momentos, lo parece. Blaschke se inclinó por rodar en analógico porque estaba mucho más interesado en conseguir un color complejo y sutil que en obtener la nitidez que le habría proporcionado una cámara digital. Los 35 mm también le ayudaron a tener unas sombras más marcadas, algo fundamental en esta película porque, aunque el operador no tomó muchas referencias visuales de la película original, sí tenía claro que quería emular el trabajo que hizo Murnau con las sombras. Para lograrlo, tenía que iluminar mucho las escenas mientras alejaba los focos lo máximo posible y usaba espejos convexos para hacer que la luz fuera más nítida. También fue muy importante diseñar con mucho cuidado los planos en los que aparecía el conde Orlok, intentando ocultar al personaje de todas las formas posibles, ya que su apariencia se va revelando poco a poco a medida que avanza en la película. La planificación milimétrica de cada plano en 'Nosferatu' no se queda muy lejos de la enfermiza simetría del cine de Wes Anderson, con abundancia de primeros planos y personajes frecuentemente situados en el centro de la imagen. El objetivo era crear en el espectador la sensación de estar viendo un (terrorífico) cuento ilustrado.


Ganará: 'The Brutalist'

Podría ganar: 'Nosferatu'

Debería ganar: 'The Brutalist'

Debería estar nominada: 'Nickel Boys'


MEJOR MONTAJE


'Anora' (Sean Baker)

Sean Baker es el único director nominado este año por su labor como editor. Coralie Fargeat también tiene crédito como editora de 'La sustancia', pero su película ha sido la gran ausente de una categoría en la que tampoco ha entrado 'Dune: Parte 2', pese a que Joe Walker ganó el Oscar por la primera entrega. A Baker, que ha montado todas sus películas hasta la fecha, le gusta tomarse un largo descanso (aproximadamente seis meses) desde que termina el rodaje hasta que se mete en la sala de edición. Necesita alejarse lo suficiente del proyecto para después retomarlo como si fuera una nueva persona que se acaba de encontrar todo ese material y recibe el encargo de darle sentido. El montaje de 'Anora' brilla especialmente en el primer acto del film, cuando Baker decide narrar la breve historia de amor de su protagonista con un ritmo endiablado. Cuando los secuaces rusos entran en acción, la película baja el ritmo y el director decide apostar de forma deliberada por tomas más largas porque a Baker le gusta detenerse en los rostros de los personajes y dejar tiempo para que las informaciones sean procesadas (tanto a ellos como a los espectadores). No es la clase de trabajo que suele ganar el Oscar pero, si 'Anora' acaba siendo la triunfadora de esta edición, tendría sentido que acabara ganando aquí. Si lo hace, Baker se convertiría en el primer director que gana el Oscar por editar su propia película en solitario (Cuarón ganó por 'Gravity' pero su premio fue compartido). 


'The Brutalist' (Dávid Jancsó)

El nombre de Dávid Jancsó se ha hecho célebre por los motivos equivocados. El editor húngaro fue el responsable de sacar a la luz el uso de inteligencia artificial en 'The Brutalist' (aunque tampoco es que fuera algo que no se pudiera leer en los créditos finales). La polémica no salpica a su trabajo de edición, un proceso de dos años que dio como resultado una película de 215 minutos que podría haber sido aún más larga. Entre las decisiones que tuvo que tomar Jancsó estuvo la de reducir el gran monólogo de Guy Pearce a la mitad (originalmente, duraba unos 15 minutos). Con el tan comentado interludio, en cambio, sucedió lo contrario: empezó siendo de 5 minutos pero acabó siendo de 15 porque Corbet consideró que los espectadores necesitaban descansar y prepararse para lo que venía. Lo más interesante del montaje de 'The Brutalist' es precisamente ese cambio de ritmo y de tono que se produce después del intermedio. La primera parte, que Corbet describe como "optimista", narra de manera calmada los primeros pasos del protagonista en Estados Unidos. En la segunda, para la que el director ha usado el término "realista", los acontecimientos se precipitan y el trabajo de Jancsó empieza a ser más visible. Sin embargo, las dos partes están profundamente relacionadas y para el editor fue fundamental establecer conexiones entre ambas y dejar pistas al principio de lo que acabará sucediendo más tarde. Aunque no se trate de un trabajo de edición muy llamativo, 'The Brutalist' se cierra con un epílogo que es puro montaje y que tiene la mejor guinda del pastel posible en un emocionante fundido encadenado que une sus dos últimos planos.


'Cónclave' (Nick Emerson)

Nick Emerson es colaborador habitual de William Oldroyd ('Lady Macbeth', 'Eileen') y en su filmografía es tan fácil encontrar películas de época ('Emma') como thrillers ('La viuda'), dos géneros que de alguna manera se dan la mano en 'Cónclave'. En sus primeras conversaciones con el director Edward Berger quedó claro que la inspiración para esta película vendría de los thrillers clásicos de los 70, firmados por cineastas como Alan J. Pakula ('Todos los hombres del presidente', 'El último testigo'). Todo el mundo que haya visto la película o leído la novela en la que se basa sabrá que 'Cónclave' tiene una inesperada revelación final que tiene que ver con uno de los cardenales. Era tarea de Emerson valorar cuánto tiempo debía descansar en cada uno de los personajes (y sus respectivas miserias) y ofrecer pistas ambiguas para conseguir distraer al espectador y que este nunca fuera por delante de la película. Ese último giro de guion sirve para descolocar por completo incluso a aquellos que tal vez hayan adivinado quién sería designado pero que de ninguna manera habían imaginado lo que ocurriría después. Algo que podría hacer que los votantes valorasen muy positivamente 'Cónclave' en esta categoría es su intenso ritmo que no decae en ningún momento y que consigue crear una verdadera sensación de tensión. Además, la película tiene varias secuencias de montaje (por ejemplo, las votaciones) que están tan elegantemente diseñadas como pulcramente editadas.


'Emilia Pérez' (Juliette Welfling)

La montadora Juliette Welfling está más que acostumbrada a lidiar con las locuras de Jacques Audiard (ha editado las 10 películas francesas del director) pero 'Emilia Pérez' ha sido la más experimental hasta el momento. Esta vez, Welfing ha tenido la oportunidad de editar al mismo tiempo un drama familiar, un thriller policial y una película musical. Las secuencias musicales fueron toda una novedad para ella ya que, por primera vez, no podía editar con absoluta libertad sino que lo tenía que hacer según un esquema preestablecido (los números estaban perfectamente diseñados y coreografiados). La particularidad de los momentos musicales de 'Emilia Pérez' es que fluyen de manera natural a partir de los diálogos, formando una estructura híbrida que permitía a la editora realizar cortes para enfatizar el dramatismo. A diferencia de otros montadores que no empiezan a trabajar hasta que termina la filmación, Welfling tuvo que ponerse manos a la obra durante el rodaje porque Audiard no tenía muy claro qué demonios estaba haciendo y necesitaba ver las escenas editadas. 'Emilia Pérez' tiene el clásico trabajo de montaje que suele llamar la atención de los académicos, ya que algunos son tan básicos que piensan que la película mejor editada es la que tiene más planos (y esta tiene incluso pantalla partida). Sin embargo, el 'momentum' de la película no es precisamente el idóneo y no da la impresión de que la Academia esté por la labor de regalarle premios. 


'Wicked' (Myron Kerstein)

Los musicales no tienen ningún misterio para Myron Kerstein, que ya realizó grandes trabajos de edición en 'En un barrio de Nueva York' (también de Jon M. Chu) y, sobre todo, en 'Tick, Tick…Boom!' (que le dio su primera nominación al Oscar). Las expectativas eran altas porque se trataba de un proyecto muy grande y que corría el riesgo de decepcionar a mucha gente (tanto a los fans de 'Wicked' como a los de 'El mago de Oz') pero Chu confió en Kerstein porque tenía mucha experiencia editando películas que trataban sobre relaciones humanas. Porque 'Wicked' es, en esencia, una película sobre la relación de dos personas muy diferentes que de alguna manera acaban conectando, y Kerstein tenía la responsabilidad de encontrar el balance entre la personalidad atormentada de Elphaba y la ligereza de Glinda. Una de las palabras clave durante el proceso tanto para el director como para el editor fue "moderación": aunque en momentos puntuales se pudieran tener toques 'kitsch' (aquí también hay pantalla partida) y homenajes a otros musicales, la vocación siempre fue hacerlo todo de una manera que fuera elegante. 'Wicked' ha sido la mayor sorpresa del año en esta categoría porque el trabajo de Kerstein no llama especialmente la atención durante gran parte del metraje (con excepción de algún número musical), pero sin duda gana puntos en los últimos minutos cuando el film se saca de la manga uno de los clímax más excitantes que se han visto en mucho tiempo.


Ganará: 'Cónclave'

Podría ganar: 'Anora' 

Debería ganar: 'The Brutalist'

Debería estar nominada: 'Septiembre 5'

Nominaciones del gremio de directores de fotografía (ASC)

- 16/01/25 18 Comentarios



- La ASC presenta una lista de siete títulos en lugar de los cinco habituales
- Los ganadores se anuncian el 23 de febrero

MEJOR FOTOGRAFÍA
Jarin Blaschke for “Nosferatu” (Focus Features)
Alice Brooks, ASC for “Wicked” (Universal Pictures)
Lol Crawley, BSC for “The Brutalist” (A24)
Stéphane Fontaine, AFC for “Conclave” (Focus Features)
Greig Fraser, ASC, ACS for “Dune: Part Two” (Warner Bros. Pictures)
Edward Lachman, ASC for “Maria” (Netflix)
Phedon Papamichael, ASC, GSC, GCA for “A Complete Unknown” (Searchlight Pictures)

MEJOR FOTOGRAFÍA EN DOCUMENTAL
Michael Crommett for “Photographer: Dan Winters Life is Once. Forever.” (National Geographic)
Michael Dweck and Gregory Kershaw for “Gaucho Gaucho” (Jolt)
Andrey Stefanov for “Porcelain War” (Picturehouse)

SPOTLIGHT AWARD
Michal Dymek for “The Girl with the Needle” (MUBI)
Jomo Fray for “Nickel Boys” (Amazon MGM Studios)
Klaus Kneist and Renata Mwende for “Nawi” (MUBI and Baobab Pictures)

Análisis de categorías: Mejor Fotografía y Mejor Montaje

- 14/02/24 6 Comentarios


A estas alturas de la carrera, si hay una afirmación que se puede realizar sin ningún miedo a equivocarse es que 'Oppenheimer' será la película más premiada de la próxima gala de los Oscar. La cinta de Christopher Nolan llega al 10 de marzo como la máxima favorita en varias categorías (siete según nuestro Termómetro), siendo dos de ellas Mejor Fotografía y Mejor Montaje. Hoyte van Hoytema y Jennifer Lame aspiran a hacer de 'Oppenheimer' la segunda película de Nolan que gana en Mejor Fotografía (Wally Pfister ganó el premio por 'Origen') y Mejor Montaje (la primera fue 'Dunkerque').

Este año se da la circunstancia de que, por primera vez desde 2017, la Academia y el Sindicato de Directores de Fotografía se han puesto de acuerdo en el mismo quinteto: 'Oppenheimer', 'Pobres criaturas', 'Maestro', 'Los asesinos de la luna' y 'El Conde'. Curiosamente, cinco películas que tienen algún común: todas hacen uso, en mayor o menor medida, del blanco y negro. Tanto en esta categoría como en Mejor Montaje, la sexta nominada ha sido 'La zona de interés', que fue reconocida en los BAFTA en ambos apartados.

MEJOR FOTOGRAFÍA


'Los asesinos de la luna' (Rodrigo Prieto)

Rodrigo Prieto consigue la cuarta nominación de su carrera (la tercera por un filme de Scorsese) gracias a 'Los asesinos de la luna'. El operador mexicano, que siempre ha destacado por su enorme versatilidad desde que llegó a Hollywood de la mano de 'Amores perros', también es el responsable de la fotografía de otra de las candidatas al Oscar a la mejor película: 'Barbie'. Para preparar 'Los asesinos de la luna', partió de fotografías de la Oklahoma de los años 20 e intentó emular el Autochrome de los hermanos Lumière para conseguir retratar a los personajes blancos con el mismo color que tenían las imágenes de la época. Para retratar a los indios Osage, en cambio, se inclinó por un color más naturalista y otorgó una especial importancia a la luz solar, inspirándose en la conexión que siente la tribu con la naturaleza. Prieto tuvo la oportunidad de filmar en muchos de los lugares reales de la historia y no siempre tuvo tiempo para planificar las tomas porque el guion evolucionó sobre la marcha y muchas escenas fueron escritas en el mismo día en el que se rodaron.


'El Conde' (Edward Lachman)

Edward Lachman ya consiguió sus dos nominaciones anteriores ('Lejos del cielo' y 'Carol') por películas que no fueron nominadas en la categoría principal y esta vez lo ha vuelto a hacer por una que no ha sido mencionada en ninguna otra categoría. De hecho, su trabajo en 'El Conde' había sido completamente ignorado en la temporada hasta que sus propios compañeros de profesión lo pusieron en el mapa con una mención en los premios del sindicato. En la comedia negra de Pablo Larraín (la única de las cinco nominadas en este apartado que fue rodada en digital), Lachman necesitó utilizar una cámara que ni siquiera existía (tuvo que ser fabricada por la marca alemana ARRI) y empleó las lentes preferidas de Orson Welles (las Baltar, usadas en 'Sed de mal' o ' Ciudadano Kane') para conseguir una apariencia expresionista. La brillante fotografía de Lachman destaca especialmente en las escenas rodadas al aire libre, que fueron filmadas con luz natural (como ese póetico vuelo de la monja que está llamado a convertirse en el momento más recordado de la película).


'Maestro' (Matthew Libatique)

Esta es la tercera nominación para Matthew Libatique y la segunda por una película de Bradley Cooper (también fue candidato por 'Ha nacido una estrella'). Cooper usa el color para dividir 'Maestro' en dos partes: la primera (protagonizada por un joven Bernstein que comienza a abrirse camino en el mundo de la música) está rodada en blanco y negro, y la segunda (cuando ya se ha convertido en una estrella) en color. Lo que no cambia en el momento en el que llega el color a la película es el formato de la imagen: un 4:3 que responde a una decisión narrativa del director (esta es una historia de una pareja y esas son las proporciones que mejor le permiten encuadrar a dos personas) pero que acaba restando algo de impacto al trabajo de Libatique. En el último tramo de la película, cuando la historia se centra en una sola persona, la imagen cambia a un formato de 1.85:1 para filmar la soledad de su protagonista.


'Oppenheimer' (Hoyte van Hoytema)

Sorprende que un director de fotografía tan celebrado como Hoyte van Hoytema solamente tuviera una nominación previa (por 'Dunkerque'). De hecho, el neerlandés fue uno de los grandes ausentes en esta categoría el pasado año por su revolucionaria manera de rodar escenas nocturnas en '¡Nop!'. En el caso de 'Oppenheimer', también fue necesaria una innovación tecnológica: Kodak tuvo que crear una película fotoquímica en blanco y negro de 65 mm, y los dos tipos de cámaras que se usaron en el rodaje (IMAX y Panavision System 65) tuvieron que ser adaptadas para acomodar el nuevo celuloide. Como todo el mundo ya sabrá a estas alturas, 'Oppenheimer' hace un novedoso uso del blanco y negro: Nolan prescinde del color solamente en aquellas escenas que están contadas desde la perspectiva de Lewis Strauss (Robert Downey Jr.). Para rodar los numerosos primeros planos que hay en la película, van Hoytema recurrió a una lente de 40 mm hecha a medida. Mientras van Hoytema luchaba por superar todos los obstáculos técnicos, 'Oppenheimer' presentó otras limitaciones: un calendario de rodaje que se redujo de 85 a 55 días y un proceso de etalonaje que fue analógico en lugar de digital para conseguir una más imagen pura y realista.


'Pobres criaturas' (Robbie Ryan)

Al igual que 'Maestro', 'Pobres criaturas' también arranca con una primera parte en blanco y negro, pero eso no supuso ningún reto para Robbie Ryan, que ya contaba con la experiencia de rodar un largometraje completo en monocromo: 'C'mon, C'mon.  Siempre adelante'. El operador irlandés que ya fuera nominada por 'La favorita' filma esa primera parte en un blanco y negro expresionista, empleando la lente de ojo de pez para enfatizar el carácter salvaje de Bella (Emma Stone). Cuando la protagonista sale de su hogar en busca de aventuras, el color hace acto de presencia en la película y la fotografía saca a relucir una amplia gama de recursos que la acompañarán en su liberación. Ryan tuvo que crear unas lentes inusuales (que fueran amplias pero con mucho zoom), rodar en un formato en desuso (VistaVision) y afrontar el reto de filmar la película completamente dentro de un estudio mientras Lanthimos le instaba a iluminar los escenarios de una manera que no fuera la habitual. En algunos casos, se tuvieron que instalar luces en estos decorados hasta ocho semanas antes del rodaje para crear una apariencia de luz natural.


Ganará: 'Oppenheimer'

Podría ganar: 'Los asesinos de la luna'

Debería ganar: 'Pobres criaturas'

Debería estar nominada: 'Saltburn'



MEJOR MONTAJE


'Anatomía de una caída' (Laurent Sénéchal)

El francés Laurent Sénéchal ha desarrollado toda su carrera en su país natal. Ya se encargó del montaje de las dos últimas películas de Justine Triet ('Los casos de Victoria' y 'El reflejo de Sibyl') y su trabajo más destacado hasta la fecha había sido 'Onoda, 10.000 noches en la jungla' (de Arthur Harari, coguionista de 'Anatomía de una caída'). Una de las razones del éxito de la película de Triet es la manera en la que decide administrar la información, alternando continuamente los puntos de vista de sus protagonistas. La estructura de la película se fue creando progresivamente en la sala de montaje, donde Triet y Sénéchal no dejaron de explorar las diferentes posibilidades que tenían para contar una historia que consigue enganchar al espectador desde el inicio hasta el final y que en todo momento genera dudas en el espectador acerca de la veracidad de los hechos, no solo a través de las palabras sino de las imágenes. Durante todo este proceso de reordenación de escenas, siempre tuvieron claro que la película debía ofrecer una imagen más amable de la protagonista en su primera mitad (para ganarse la simpatía del espectador) y no mostrar su lado más oscuro hasta que llegara el juicio.


'Los que se quedan' (Kevin Tent)

Como manda la tradición, la rama de editores siempre tiene que introducir alguna película que no llama especialmente la atención por su montaje. Y es que el trabajo de Kevin Tent  (que ya consiguió una nominación sorpresa por 'Los descendientes') no destaca tanto por su ritmo como por su elegancia. En 'Los que se quedan' hay una apuesta decidida por los fundidos encadenados, un recurso deudor del cine de los años 70 al que apela a la película, pero que en realidad ha estado presente a lo largo de toda la filmografía de Payne. El propio editor reconoce que tal vez se pasaron con la duración de esos fundidos, pero es algo que acaba aportando personalidad a la película. Una de las principales tareas de Tent fue decidir cuánto tiempo debía quedarse en cada momento dramático, eliminando todo aquello aquello que fuera demasiado cursi y evitando caer en el sentimentalismo. Aunque Alexander Payne se hizo viral hace uno meses por declarar que hoy en día las películas son demasiado largas, 'Los que se quedan' sobrepasa las dos horas de duración porque tanto él como su editor coincidieron en que la película tenía el ritmo adecuado.


'Los asesinos de la luna' (Thelma Schoonmaker)

Con su novena nominación al Oscar, Thelma Schoonmaker ha hecho historia por partida doble este año al convertirse en la persona de más edad que consigue ser nominada en la categoría de Mejor Montaje (superando a Michael Kahn, que tenía 82 cuando fue nominado por 'Lincoln') y también en la editora más que más veces ha sido nominada al premio. Ella es una de las grandes responsables de que las más de tres horas de 'Los asesinos de la luna' (es la segunda película más larga de Scorsese) no se conviertan en una experiencia agotadora del espectador. Thelma y Marty, que llevan colaborando juntos desde los años 60, siempre proyectan montajes preliminares de sus películas a sus amigos y realizan modificaciones a partir del 'feedback' que reciben. Después llegan los 'test screenings' a desconocidos y la película sigue evolucionando hasta llegar a su corte final. El mayor reto de la triple ganadora del Oscar en 'Los asesinos de la luna' fue conseguir que la película se balanceara de manera sutil entre el drama de la terrible historia real en la que se basa y el tono más ligero de esa trama mafiosa tan 'scorsesiana'.


'Oppenheimer' (Jennifer Lame)

El montaje siempre ha sido un elemento fundamental en la obra de Nolan: 'Memento', su segunda película, ya fue nominada en este apartado. El director británico comenzó editando su ópera prima 'Following' (junto a Gareth Heal) para después dejar el montaje en manos de Dody Dorn (hasta 'Insomnia'), Lee Smith (hasta 'Dunkerque') y finalmente Jennifer Lame. La debutante en los Oscar (que cuenta en su filmografía con las multinominadas 'Historia de un matrimonio' y 'Manchester frente al mar') es por tanto la responsable de entrelazar los puntos de vista de Oppenheimer y Strauss consiguiendo que el rtimo no decaiga durante las tres horas que dura la película. Lame maneja con pericia los continuos saltos temporales que hacen que la película consiga romper el molde del 'biopic' tradicional y sabe crear la tensión adecuada en todas esas escenas que no son más que hombres discutiendo en una habitación. Que una película tan compleja a nivel narrativo como 'Oppenheimer' haya sido comprendida y apreciada por tanta gente habla muy bien del trabajo de Jennifer Lame, que hasta ahora ha dominado la temporada de premios de una forma abrumadora.


'Pobres criaturas' (Yorgos Mavropsaridis)

Yorgos Mavropsaridis ha sido el encargado de editar todas las películas de la carrera de su tocayo Lanthimos (su primera colaboración fue hace 25 años) y ya logró la nominación en este apartado por 'La favorita'. Pese a conocer bien el 'modus operandi' del director griego, su última película llevó a Mavropsaridis a un terreno inexplorado, ya que el motor narrativo de 'Pobres criaturas' es el viaje iniciático de su protagonista, un personaje que además es el más entrañable de toda su filmografía. Era responsabilidad del editor construir una narrativa que fuera coherente al desarrollo como persona de Bella, mientras tenía que hacer frente a los continuos cambios de tono, localización e incluso estilo visual que están presentes a lo largo de toda la película. La famosa escena del baile, por ejemplo, fue de una de las más laboriosas de cortar porque el editor quería expresar la personalidad de Bella (su agresividad y su extrañeza, pero también sus ansias de libertad) pero sin caer en el exceso.


Ganará: 'Oppenheimer' 

Podría ganar: 'Anatomía de una caída'

Debería ganar: 'Oppenheimer'

Debería estar nominada: 'Monstruo'

Nominaciones del gremio de directores de fotografía (ASC)

- 11/01/24 23 Comentarios

 

- 'Barbie' y 'La zona de interés' son las principales ausencias de la lista
- Los ganadores se anuncian el 3 de marzo

MEJOR FOTOGRAFÍA
Edward Lachmann, ASC por “El Conde” (Netflix)
Matthew Libatique, ASC, LPS por “Maestro” (Netflix)
Rodrigo Prieto, ASC, AMC por “Killers of the Flower Moon” (Apple TV+)
Robbie Ryan, ISC por “Poor Things” (Searchlight)
Hoyt van Hoytema, ASC, FSF, NSC por “Oppenheimer” (Universal Pictures)

MEJOR FOTOGRAFÍA EN DOCUMENTAL
Jeff Hutchens por “Murder in Big Horn”, Episode 1
Curren Sheldon por “King Coal”
D. Smith por “Kokomo City”

SPOTLIGHT AWARD
Eric Branco por “Story Ave.” (Kino Lorber)
Krum Rodriguez por “Citizen Saint”
Warwick Thornton por “The New Boy”

Análisis de categorías: Mejor Fotografía y Mejor Montaje

- 09/03/23 1 Comentario


MEJOR FOTOGRAFÍA
'Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades' (Darius Khondji)
'Elvis' (Mandy Walker)
'El imperio de la luz' (Roger Deakins)
'Sin novedad en el frente' (James Friend)
'Tár' (Florian Hoffmeister)

Arrasar en los premios de la crítica no siempre garantiza la nominación al Oscar. Aunque la inmensa mayoría de las asociaciones de la prensa se pusiera de acuerdo en que la fotografía de Claudio Miranda en 'Top Gun: Maverick' era la mejor del año, la Academia decidió dejarla fuera de sus candidaturas. La victoria en esta categoría está ahora entre James Friend por 'Sin novedad en el frente' (que ganó el BAFTA) y Mandy Walker por 'Elvis', que consiguió el premio del Sindicato de Directores de Fotografía (donde la película alemana ni siquiera estaba nominada). Solamente Darius Khondji y Roger Deakins tienen experiencia previa en los Oscar en una categoría en la que se han quedado fuera varios ganadores del premio: Janusz Kaminski por 'Los Fabelman', Greig Fraser por 'The Batman' o Russell Carpenter por 'Avatar: El sentido del agua'.

Edward Berger confió en James Friend, con el que ya había coincidido en 'Patrick Melrose' y 'Your Honor', para hacer de 'Sin novedad en el frente' una de las películas más visualmente impactantes del año. El británico leyó la obra varias veces, estudió fotografías reales de las trincheras y encontró inspiración no tanto en la oscarizada película de 1930 como en otros títulos clave del cine bélico: 'Masacre. Ven y mira', 'Apocalypse Now' o 'Senderos de gloria'. Su objetivo era que el espectador sintiera que estaba en el lugar de Paul (Felix Kammerer) y para conseguir esta experiencia inmersiva apostó por cámaras de gran formato y lentes amplias que pudieran representar el punto de vista del protagonista. Para evitar que la película cayera en la desaturación tan propia de las cintas bélicas, Friend aprovechó al máximo cada oportunidad que tenía para añadir una nota de color (por ejemplo, usando un humo amarillento). A las complicaciones que siempre conlleva trabajar con muchos extras y una buena cantidad de efectos especiales, se sumó la dificultad de tener que manejar equipos pesados sobre un terreno enfangado.

Los caminos de Baz Luhrmann y Mandy Walker se cruzaron por primera vez en 2004. El australiano fichó a su compatriota para el rodaje del spot de Chanel protagonizado por Nicole Kidman y, cuatro años más tarde, volvió a contar con ella en 'Australia'. Su experiencia en aquella película la convirtió en la candidata ideal para un proyecto de las proporciones de 'Elvis'. El trabajo de Walker no destaca precisamente por su personalidad o sus matices, pero iluminar una película de un director como Luhrmann, que usa una gran cantidad de tiros de cámara distintos en cada escena, entraña una complicación enorme. Por ello se decidió por iluminar los decorados en 360 grados, de manera que la cámara podía moverse libremente por ellos. Para recrear el especial navideño de Elvis, Mandy y su equipo estudiaron a fondo el metraje original para reproducir con exactitud todos los ángulos y la iluminación. Por este trabajo, Walker podría convertirse en la primera mujer que gana el Oscar a la mejor fotografía (solamente es la tercera que ha logrado la nominación tras Rachel Morrison y Ari Wegner).



Florian Hoffmeister, operador alemán con mucha experiencia en series de televisión (entre ellas 'Pachinko' o 'The Terror') ha sido la gran sorpresa de esta categoría. La fotografía de 'TÁR' es mucho más sutil de lo que suele ser habitual en este apartado, pero los votantes de los Oscar han sabido apreciar el valor narrativo del trabajo de Hoffmeister a la película de Todd Field. Por ejemplo, el director de fotografía se esforzó en establecer una clara distinción entre las escenas que muestran a Lydia (Cate Blanchett) en su trabajo y aquellas en las que se encuentra en su hogar. Mientras que en las primeras usa una luz principal fuerte para acentuar la dura personalidad pública que se ha construido la protagonista, en las segundas la luz es mucho más suave para mostrar a una Lydia más frágil y dubitativa. Field y Hoffmeister tenían una  máxima: la cámara solamente se mueve para seguir al personaje. Algo que se puede observar en el plano secuencia de 12 minutos que muestra a Lydia dando una clase en el conservatorio. Además, durante la mayor parte del tiempo, la cámara permanece alejada de la protagonista, acentuando la distancia que ella siente consigo misma.

El veterano Darius Khondji no había vuelto a ser nominado al Oscar desde que se estrenó en los premios con 'Evita' en 1997. El iraní, habitual colaborador de James Gray o Woody Allen, se estrenó en el cine de Alejandro González Iñárritu debido a que Emmanuel Lubezki estaba ocupado rodando 'Ámsterdam'. Cuando Khondji accedió a filmar la película, voló a Ciudad de México y pasó un largo período de preparación pateando sus calles junto al director. Este viaje alucinado al interior de la mente de Iñárritu estuvo lleno de grandes desafíos. En los largos planos donde la cámara se mueve en 360 grados, Khondji tuvo que idear un complejo sistema de iluminación que consistía en miles de luces que estaban en constante movimiento y perfectamente sincronizadas para atenuarse o desaparecer en cuanto la cámara se movía. Para que el espectador se sintiera lo más cerca posible de Silvero (Daniel Giménez Cacho), Khondji apostó por lentes de gran angular, ideales para encuadrar el mundo que le rodea.

Al igual que 'Bardo', 'El imperio de la luz' también se ha tenido que conformar con su presencia en el apartado de Mejor Fotografía. Tras acumular 14 nominaciones sin premio, el legendario Roger Deakins ha encadenado dos victorias consecutivas: por 'Blade Runner 2049' y por '1917'. Tras el increíble desafío técnico llevado a cabo en la anterior película de Sam Mendes, 'El imperio de la luz' supone un trabajo menos exigente (y también más discreto) para el británico. La película se desarrolla casi enteramente dentro de un cine, lo que le daba a Deakins la posibilidad de haber intentado replicar la textura de las películas clásicas que se proyectan en él (entre ellas, 'Carros de fuego' o 'Bienvenido, Mr. Chance'). Por el contrario, apuesta por una imagen nítida e inequívocamente digital que, aunque no deja de ser un deleite para la vista, no ayuda nada a que el espectador se traslade a la época en la que se ambienta la película.

Ganará: 'Sin novedad en el frente'
Podría ganar: 'Elvis'
Debería ganar: 'Sin novedad en el frente'
Debería estar nominada: 'Los Fabelman'


MEJOR MONTAJE
'Almas en pena de Inisherin' (Mikkel E.G. Nielsen)
'Elvis' (Matt Villa y Jonathan Redmond)
'Tár' (Monika Willi)
'Todo a la vez en todas partes' (Paul Rogers)
'Top Gun: Maverick' (Eddie Hamilton)

En los últimas tiempos se ha convertido en tradición que el premio al mejor montaje vaya acompañado por una victoria en una de las categorías sonoras. Eso es lo que ha ocurrido en los últimos ochos años, incluyendo la última edición ('Sound of Metal'), que fue la primera en la que Mejor Mezcla de Sonido y Mejor Edición de Sonido se fusionaron en una sola categoría. Este año, solamente dos películas han sido reconocidas por su montaje y por su sonido: 'Top Gun: Maverick' 'Elvis'. Sin embargo, 'Todo a la vez en todas partes' es una película muy destacada en este apartado y fácilmente podría sobreponerse al obstáculo que supone no haber sido nominada por su sonido. La última película que perdió en Mejor Montaje tras haber ganado el Critics Choice, el BAFTA y el Eddie fue 'Gladiator' hace más de 20 años.

Que una película gane el Oscar al mejor montaje sin haber sido nominada por su sonido no es algo que estemos acostumbrados a ver (no ha ocurrido desde 'Crash'). Sin embargo, si hay una película que puede romper con esa estadística, esa es 'Todo a la vez en todas partes', donde Paul Rogers lleva a cabo la titánica labor de ordenar el caos orquestado por los Daniels. Rogers lleva colaborando con la pareja de directores en sus cortos y videoclips desde el fenómeno viral 'Turn Down for What', aunque su experiencia en el cine se reduce a dos largometrajes. El montador, que no dispuso de un guion gráfico, tuvo libertad absoluta para experimentar con el metraje y proponer decisiones estéticas que llevaron la película un paso más allá en su radicalismo. Lo esencial en el trabajo de Rogers fue saber en qué momentos debía atenuar el ritmo salvaje de la película y detenerse en la parte emocional de la historia. Cuando descubrió que la clave del film estaba en la familia protagonista, dejó que fueran las interpretaciones de los actores las que dictaran en qué momento debía cortar cada plano.

Eddie Hamilton es el montador de cabecera de Matthew Vaughn y también ha trabajado en las dos últimas entregas de 'Misión imposible', lo que significa que es el responsable de algunas de las mejores 'set pieces' de acción de los últimos años: la escena de la iglesia de 'Kingsman' o el montaje secuencia en la ópera de 'Nación secreta'. En 'Top Gun: Maverick', ensambló y cortó más de 813 horas de imágenes aéreas asombrosas que, gracias al innovador sistema de extensión de cámara que ha sido ignorado en Mejor Fotografía, sitúan al espectador dentro de la cabina de un avión. El trabajo de Hamilton brilla desde los primeros minutos, con esa escena de apertura que usa una de las míticas canciones de la película original. El montador tenía claro que cada fotograma tenía que justificar su existencia. Por ello, estuvo en el set de rodaje mientras se filmaban las escenas de los aviones para entender mejor qué era lo que se intentaba conseguir en cada toma. Algunos días llegaron a tener hasta más de 20 cámaras funcionando al mismo tiempo, lo que suponía demasiado trabajo para una sola persona: Hamilton contó con la ayuda de Stephen Mirrione (Oscar por 'Traffic') y Chris Lebezon (editor de la 'Top Gun' original).

El australiano Matt Villa y el irlandés Jonathan Redmond, que ya fueron los encargados de montar 'El gran Gatsby', se vuelven a poner a las órdenes de Baz Luhrmann en 'Elvis'. Nuevamente, se trata de contar una historia clásica en términos modernos, desde la óptica de un personaje que no es el protagonista del relato. Inspirándose en 'Amadeus', Luhrmann decidió que el narrador de la película debía ser el malvado mánager de Elvis: el coronel Parker (una decisión que, junto a la interpretación de Tom Hanks, ha acabado siendo el aspecto más controvertido del film). Una de las principales tareas de los editores fue equilibrar los distintos puntos de vista: está el del poco fiable narrador, pero también el del propio Elvis e incluso el de la opinión pública. Villa y Redmond también tuvieron que encontrar formas creativas de equilibrar la historia personal de Elvis con las secuencias musicales, que se usaron para plasmar distintas etapas de su progresión como artista. Los editores trabajaron mano a mano con el compositor y con el departamento de sonido para conseguir orquestar la gran variedad de estímulos visuales y auditivos que componen la película. El primer montaje tuvo una duración de cuatro horas que se redujo hasta las tres sacrificando varias actuaciones musicales completas.



Jon Gregory, el editor de confianza de Martin McDonagh, falleció en 2021, así que al director irlandés no le quedó otra que buscar un sustituto. Mikkel E.G. Nielsen llegó a 'Almas en pena de Inisherin' avalado por su estatuilla por 'Sound of Metal'. Su principal desafío fue equilibrar la comedia y el drama, algo a lo que todavía no había tenido que enfrentarse en su carrera. La película también coquetea con el suspense y una de las decisiones que Nielsen tomó a ese respecto fue la de prescindir de una escena de 10 minutos que mostraba cómo era la relación de los protagonistas. Así consiguió que el espectador se diera de bruces con el conflicto nada más arrancar la película y comenzara a preguntarse qué demonios había ocurrido entre esos dos hombres. El editor también tuvo que dilucidar cuánto tiempo debía quedarse con cada personaje porque era importante que la película no solo mostrara el punto de vista del que ha sido "dejado" (Colin Farrell), sino que el espectador también tuviera la oportunidad de entender la decisión del que quiere romper la relación (Brendan Gleeson).

Monika Willi ha conseguido la primera nominación de su carrera gracias a 'TÁR' pero ya tenía experiencia editando una película nominada al Oscar: 'Amour'. Willi se ha encargado de montar todas las películas de Michael Haneke desde 'La pianista' (con la excepción de 'Caché') y el año pasado también editó 'Remini' y 'Sparta', el polémico díptico de Ulrich Seidl. Echando un ojo a su filmografía queda claro que la única mujer nominada de esta categoría sabe cómo crear tensión y llevar al espectador hacia un lugar en el que no desea estar. Lydia Tár, que para algo es directora de orquesta, es la que se encarga de marcar el ritmo en la película. Durante la mayor parte de su metraje, la película se compone planos largos pero, cuando todo empieza a desmoronarse y su protagonista pierde el control de la situación, los cortes empiezan a ser mucho más frecuentes. Willi y Field se aislaron en un convento para trabajar en la edición, lo que les permitió disponer de todo el tiempo que fuera necesario para ser todo lo meticulosos que quisieran. Cuando se dieron cuenta de que sonido debía jugar un papel importante a la hora de marcar el ritmo de la película, ellos mismos se encargaron de realizar grabaciones que acabarían siendo incluidas en la película.

Ganará: 'Todo a la vez en todas partes' 
Podría ganar: 'Top Gun: Maverick'
Debería ganar: 'Todo a la vez en todas partes'
Debería estar nominada: 'Babylon'

Los directores de fotografía premian a 'Elvis'

- 06/03/23 5 Comentarios



- 'Elvis' se impone a 'Top Gun: Maverick'
- Mandy Walker se convierte en la primera mujer que gana el premio de la ASC

MEJOR FOTOGRAFÍA
Roger Deakins, ASC, BSC – “Empire of Light” (Searchlight Pictures)
Greig Fraser, ASC, ACS – “The Batman” (Warner Bros.)
Darius Khondji, ASC, AFC – “Bardo, False Chronicle of a Handful of Truths” (Netflix)
Claudio Miranda, ASC – “Top Gun: Maverick” (Paramount Pictures)
Mandy Walker, ASC, ACS – “Elvis” (Warner Bros.)

MEJOR FOTOGRAFÍA EN DOCUMENTAL
Ben Bernhard and Riju Das – “All That Breathes” (HBO/HBO Max)
Adam Bricker – “Chef’s Table Pizza: Franco Pepe” (Netflix)
Wolfgang Held, ASC – “This Stolen Country of Mine”

SPOTLIGHT AWARD
Sturla Brandth Grøvlen, DFF – “War Sailor” (DCM Film)
Kate McCullough, ISC – “The Quiet Girl” (Super)
Andrew Wheeler – “God’s Country” (IFC Films)

Nominaciones del gremio de directores de fotografía (ASC)

- 09/01/23 6 Comentarios



- 'Los Fabelman' y 'Avatar: El sentido del agua' son las principales ausencias de la lista
- Los ganadores se anuncian el 5 de marzo

MEJOR FOTOGRAFÍA
Roger Deakins, ASC, BSC – “Empire of Light” (Searchlight Pictures)
Greig Fraser, ASC, ACS – “The Batman” (Warner Bros.)
Darius Khondji, ASC, AFC – “Bardo, False Chronicle of a Handful of Truths” (Netflix)
Claudio Miranda, ASC – “Top Gun: Maverick” (Paramount Pictures)
Mandy Walker, ASC, ACS – “Elvis” (Warner Bros.)

MEJOR FOTOGRAFÍA EN DOCUMENTAL
Ben Bernhard and Riju Das – “All That Breathes” (HBO/HBO Max)
Adam Bricker – “Chef’s Table Pizza: Franco Pepe” (Netflix)
Wolfgang Held, ASC – “This Stolen Country of Mine”

SPOTLIGHT AWARD
Sturla Brandth Grøvlen, DFF – “War Sailor” (DCM Film)
Kate McCullough, ISC – “The Quiet Girl” (Super)
Andrew Wheeler – “God’s Country” (IFC Films)