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Alfred Hitchcock optó en cinco ocasiones al Oscar al mejor director. Nunca lo ganó. |
Ayer publicábamos el nombre de los primeros integrantes del ranking de
Directores sin Oscar. Es el momento de cerrar la clasificación hablando de un grupo de cineastas imprescindibles que han revolucionado el cine actual, aunque sin llegar a convencer a los académicos. Algunos han rozado el Oscar, otros ni siquiera han estado nominados como realizadores. Estos son nuestros elegidos.
5. Paul Thomas Anderson (0/1 como director, 0/3 como guionista, 0/1 como productor)
Es uno de los grandes porque... ha sabido construirse un aura de genio y autor a su alrededor de una manera tan inteligente como admirable. A pesar de rozarla insistentemente (sí, "There Will Be Blood", te miro a ti), por ahora ha sabido esquivar la línea de la pretenciosidad. Sin tener un sello muy claro en sus películas ("
The Master" y "
Punch Drunk Love" no parecen dirigidas por el mismo realizador), Anderson ha sabido diferenciarse como narrador marcando historias únicas, importantes (por los temas que aborda en cada uno de sus trabajos) y al mismo tiempo muy americanas. Aunque todos sus trabajos están llenos de momentos de puro cine, "
Magnolia" es lo más parecido a una película perfecta que jamás realizará el director. Anderson tiene una gran problema: su cine no ha sabido conectar con el gran público y corre el peligro de convertirse en un director para cinéfilos y críticos.
Su historia con los Oscar... es bastante satisfactoria, aunque no haya conseguido materializar ninguna de las cinco candidaturas que hay en su historial. El contenido sexual de "Boogie Nights" no le impidió conseguir nominaciones para su guión o dos de sus actores, pero el relativo varapalo a "Magnolia" fue un paso atrás en su relación con la Academia. La cinta coral consiguió nuevas nominaciones para su reparto y guión, pero fue incapaz de entrar en mejor película (a pesar de su Oso de Oro en Berlín o sus estupendas críticas) o en mejor actriz secundaria para una estupenda Julianne Moore. "Punch Drunk Love" era demasiado rara para entrar por los ojos a la Academia, pero al menos le sirvió para aumentar su leyenda festivalera ganando el premio a mejor director en Cannes. Con "There Will Be Blood" llegó su consagración en forma de un nuevo premio en Berlín (mejor director), 8 nominaciones y dos Oscar para la fotografía y su protagonista, Daniel Day-Lewis. Su intelectualidad (algunos lo llamarán, sin estar equivocados tampoco, pretenciosidad) y la derrota en el 96 de "Fargo" le perjudicaba en su duelo con los Coen, pero la película le consagró como autor-estrella. A pesar de que se ha desinflado algo tras su estreno, las brutales expectativas que presentaba "The Master" son buena prueba de su actual estatus.
Un momento para la historia... El
drink your milkshake de "There Will Be Blood" es todo un clásico, así como la última escena entre los personajes que interpretan Daniel Day-Lewis o Paul Dano, pero hablar de Paul Thomas Anderson es hablar de "Magnolia". La icónica lluvia de ranas, los consejos para domar el coño (literalmente) de un Tom Cruise en estado de gracia o la secuencia en la que todos los personajes se ponen a cantar (los resultados son emotivos y funcionan muy bien, pero una escena así te puede estallar en la cara como realizador) son algunos de los momentos mágicos de uno de los olvidos más garrafales en la historia de los Oscar. Adam Sandler destrozando los televisores en "Punch Drunk Love" o Mark Wahlberg enseñando su arma secreto al final de "Boogie Nights" son otros momentos inolvidables de su cine.
Disfrutaremos con él en... una comedia, si nos fiamos de las palabras del propio Anderson cuando reconocía, irónicamente o no, lo mucho que había disfrutado con "Ted". El cineasta se toma las cosas con calma (para sus últimas dos películas se tomo cinco años entre proyectos), así que es probable que no volvamos a saber de él dentro de un tiempo.
4. Christopher Nolan (0/1 como productor, 0/2 como guionista)
Es uno de los grandes porque... aúna ambición, talento, originalidad y expectación en cada uno de sus propuestas. La megalomanía puede acabar pasándole factura, pero no podemos olvidarnos de que la grandeza de "
Memento", una pequeña película que se convertía en uno de los imprescindibles del siglo XXI gracias a un guión sólido y sorprendente. Su paso por el thriller ha sido un tanto irregular ("
Insomnia" dejó, con razón, indiferente a casi todo el mundo) pero películas como "
The Prestige" o "
Inception" han demostrado que es un estupendo narrador de historias. Sin embargo, la razón por la que Nolan se ha convertido en el nuevo director-estrella del momento es por su extraordinaria vuelta de tuerca al cine de superhéroes gracias a una versión de Batman que debería hacer llorar tanto a Tim Burton como, sobre todo, a Joel Schumacher. Hay quién le acusa de tomarse en serio a sí mismo y al personaje, pero la demasiado-buena-para-ser-cierta "
The Dark Knight" podría llegar a funcionar incluso sin el propio Batman. Su continuación y cierre de la saga está plagada de fallos (siendo el guión el más importante de todos), pero no emborrona las virtudes de una visión ejemplar. Nolan puede convertirse en el director más importante de su época si controla un poco esa ambición desmedida, aprende a - o evita - dirigir escenas de acción (aunque ha mejorado desde los tiempos de "Batman Begins") y se preocupa más en crear personajes femeninos potentes (los que han salido adelante, como Catwoman, no ha sido por méritos del Nolan guionista precisamente).
Su historia con los Oscar... es muy dolorosa, tanto para el enorme ego del cineasta de sus propios fans. En definitiva, Nolan puede convertirse en el nuevo Spielberg de la Academia: un autor que revoluciona el cine comercial pero que no es tenido en cuenta hasta que se enfrenta a proyectos más serios y dramáticos. El cineasta comparte un triste record con Rob Reiner: no haber logrado nunca la nominación al Oscar como mejor director a pesar de haber sido tres veces candidato al DGA. "Inception" rompió el maleficio y consiguió entrar en mejor pelicula, pero su ausencia en el grupo de directores deja entrever que también se habría quedado fuera de la categoría reina de no ser por las nuevas normas de la Academia. La película de ciencia ficción le trajo también sus primeras y únicas nominaciones en los BAFTA y los Globos de Oro. Curiosamente, Nolan ha sido más respetado y valorado como guionista. El cineasta optó al Oscar por sus libretos para "Memento" y la citada "Inception", aunque incomprensiblemente su trabajo en su segunda película de Batman fue vilmente ignorado. Nos queda el relativo consuelo de saber que fue el
snub de "The Dark Knight" lo que llevó a la Academia a ampliar el número de películas aspirantes al Oscar más importante.
Un momento para la historia... Cada aparición del Joker de Heath Ledger en "The Dark Knight" es extraordinarios, pero nos quedamos con tres momentos: el robo que abre la película, el primer encuentro cara a cara entre Batman y el Joker y la escena del hospital con ese clímax explosivo.
Disfrutaremos con él en... la enésima vuelta de tuerca a Superman en "
Man of Steel". Eso sí, el cineasta sólo ejerce de productor y autor del argumento de la película (el guión de la película es de su colaborador ocasional David S.Goyer). Su presencia en la producción es, más que nada, un apoyo al
reboot del superhéroe americano por excelencia. De sus proyectos como director poco se sabe, pero la industria y sus fans están deseando saber por dónde irán los tiros una vez ha terminado su trilogía del caballero oscuro.
3. David Lynch (0/3 como director, 0/1 como guionista)
Es uno de los grandes porque... convirtió lo perturbador y excéntrico en sus rasgos más característicos en la época más conservadora y rancia en la historia del cine, los años 80. En una industria llena de artesanos, productos clónicos y concesiones al públIco, Lynch es un director único e irrepetible. Al igual que Terrence Malick, es un cineasta que no entiende de convencionalismos o patrones preestablecidos. Aunque no esté en mi lista de predilectos precisamente, el cine es algo mejor por la existencia de directores como Lynch. No olvidemos tampoco que su influencia llegó también a la televisión en su papel de creador de "
Twin Peaks", una locura que marcó un antes y un después en la mal llamada caja tonta.
Su historia con los Oscar... Lynch podría ser el clásico director maldito ignorado por la Academia, pero no es el caso. El cineasta ha logrado ser nominado por apuestas tan radicales como "
Mulholland Drive" o algo más convencionales como "
The Elephant Man", la única de sus películas que han logrado la nominación a mejor pelicula (de un total fue de ocho candidaturas). Incluso "
Velvet Blue", una propuesta a medio camino de ambos estilos, logró la nominación en el año de "Platoon". Es coherente y comprensible que un cine tan radical y personal no se lleve un premio que votan seis mil personas como es el Oscar, pero duele ver que sus trabajos cayeron derrotados ante cineastas como Ron Howard o Robert Redford. Su extraña (por normal) "
The Straight Story" consiguió una nominación para el veterano Richard Farnsworth, pero el nombre del director nunca llegó a aparecer en la carrera. Actualmente está alejado el cine, pero la nominación de "Mulholland Drive" demuestra que la Academia sigue abierta a su cine a pesar de encontrarse en las antípodas de lo que suelen premiar cada año.
Un momento para la historia... Un cineasta tan particular, excesivo y fascinante David Lynch ha regalado cientos de instantáneas inolvidables, pero yo no puedo olvidar esa hipnótica escena de "Mulholland Drive" en el que una mujer canta a capella
Crying en un local de Los Angeles. A los fanáticos del director les gusta destacar el desquiciado monólogo en Laura Dern (una habitual del director) en la desmesurada "
Inland Empire", aunque nosotros nos quedamos con la impactante escena inicial de "
Wild at Heart" o el atraco liderado por Dennis Hopper en "Blue Velvet".
Disfrutaremos con él en... los cortometrajes a los que ha dedicado su tiempo desde que terminó la inclasificable "Inland Empire" en 2006. El cineasta nunca se había tomado tanto tiempo entre películas, así que esperemos tenerle de vuelta pronto. Eso sí, será en formato digital: el venerado cineasta ya ha anunciado que nunca más volverá a rodar en celuloide.
2. David Fincher (0/ 2 como director)
Es uno de los grandes porque... se ha convertido en el maestro del thriller contemporáneo. Si aceptamos y olvidamos que su "
Alien 3" jamás existió, la de Fincher es una de las carreras más consistentes de las últimas décadas. Revolucionó el subgénero del
psychokiller con "
Seven" para años después darle la vuelta a la sartén con "
Zodiac". Entre medias enamoró a unos y horrorizó a otros con la sensacional adaptación al cine de "
Fight Club", la novela que lanzó a la fama a Chuck Palahniuk. No terminó de arrasar en taquila, pero su segunda colaboración con Brad Pitt (su actor fetiche) le convirtió definitivamente en uno de los grandes de Hollywood. Muchos piensdan que "
The Panic Room" es una película menor en su carrera, pero aún así puedes encontrar en ellas muchos de los rasgos que le definen como cineasta. O lo que es lo mismo: tensión y ritmo. Esas dos características que jamás esperarías encontrar en una película sobre la creación de Facebook , pero así de bueno es Fincher (ayudado por un enorme guión de Aaron Sorkin, pero ese es otro tema). Si hay una crítica que se le ha hecho sistemáticamente a David Fincher (como a Michael Mann) es su frialdad, pero con "The Curious Case of Benjamin Button" demostró que puede emocionar al espectador si lo pretende.
Su historia con los Oscar... es frustrante, porque Fincher tuvo que ponerse academicista para llamar la atención de los premios. A pesar de que ahora está muy reivindicada, "Zodiac" no fue entendida en el momento de su estreno, mientras que "Fight Club" fue demasiado controvertida para conseguir la nominación como director. "The Curious Case of Benjamin Button" cumplió su objetivo: conectar al director con un público más generalista y llevarle por primera vez a los Oscar. Las 13 nominaciones de la película pronosticaban más respeto y cariño para la cinta, pero a la hora de la verdad "Slumdog Millionaire" arrasó y el drama romántico se tuvo que contentar con los premios a mejor dirección artística, maquillaje y efectos especiales. Lo importante es que Fincher ya había entrado por los ojos a la academia, abriendo el camino así a la sensacional "
The Social Network". Arrasar con todo en los premios de la crítica y ser (junto a "Black Swan" e "Inception") la película del año no fue suficiente para convencer, primero a los sindicatos, y después a los Oscar. Una repetición del escenario de 1998 (premio a la mejor película para la cinta más amable y emotiva, reconocimiento a mejor director para un autor) hubiese sido perdonable, pero la derrota de Fincher ante un don nadie como Tom Hooper dejó claro que ni directores ni académicos son los mayores fans del cine de Fincher. El sentimiento de culpa de la DGA trajo consigo una nominación por
"The Girl with the Dragon Tatoo", pero los académicos no se dejaron llevar (por una vez) por el efecto arrastre y no nomiraron un trabajo interesante, pero no memorable.
Un momento para la historia... El inolvidable clímax final de "Seven" elevó rápidamente el listón para las siguientes películas de Fincher, pero el director nunca ha dejado de ofrecer grandes momentos. Curiosamente, es en sus trabajos menos personales donde se ha permitido más filigranas visuales: la escena del accidente de "The Curious Case of Benjamin Button" o la del remo en "The Social Network" son los mejores ejemplos. Tampoco podemos olvidarnos de la secuencia del sótano en "Zodiac", la escena en la que Jodie Foster sale en busca del teléfono móvil en "The Panic Room" o los títulos de crédito de "The Girl with the Dragon Tatoo".
Disfrutaremos con él en... la pequeña pantalla con la serie "
House of Cards". Fincher produce y dirige el piloto de este drama político inspirado en miniserie británica del mismo nombre. Kevin Spacey (también productor) y Robin Wright son los protagonistas de uno de las primeras series del portal online Netflix. El director ha estado vinculado recientemente a la adaptación al cine de
20.000 leguas de viaje submarino de Julio Verne o el remake de "Cleopatra" que protagonizaría Angelina Jolie, pero ninguno de los proyectos ha terminado saliendo adelante (no, con su nombre, al menos). Se daba por hecho que dirigiría el resto de las entregas de la saga "
Millenium", pero ni está claro que vayan a producirse (la taquilla fue algo decepcionante para las expectatias que tenía Sony) ni que vaya a dirigirlas el propio Fincher.
1. Quentin Tarantino (0/2 como director, 1/2 como guionista)
Es uno de los grandes porque... es uno de los mayores directores-estrella de las últimas décadas. Salvando las distancias es a los años 90 lo que Scorsese o Spielberg fueron a los gloriosos años 70. A base de
homenajes a sus películas favoritas, Tarantino se ha convertido en un artista tan particular como reconocible. "Reservoir Dogs" fue una más que prometedora ópera prima, pero es que "
Pulp Fiction" probablemente sea la película más influyente, importante y característica de su época. Tras unos años alejado de los platós (cuando volvió a pisarlos con "
Jackie Brown" tampoco despertó un gran interés), Tarantino hizo un
comeback por todo lo alto con "
Kill Bill". La película no le llevó de vuelta a los Oscar ni tampoco terminó de arrasar entre el público, pero le elevó a los altares del cine con una propuesta irregular, excesiva, violenta e icónica (la coñoneta) como pocas películas de la última década. Sus "
Inglorious Basterds" le terminaron de convertir en uno de esos pocos elegidos que han sido capaces de unir a industria, espectadores y críticos.
Su historia con los Oscar... tiene sus claros y sus sombras, pero la Academia ha sido bastante justa y coherente en sus consideraciones hacia el cine de Tarantino. A lo largo de su historia los Oscar han mostrado ocasionalmente cierta miopía para reconocer películas que marcaron un antes y un después ("Singing in the Rain" o "Blade Runner", por ejemplo), pero no fue el caso de "Pulp Fiction". 7 nominaciones en todas las categorías importantes y el merecido premio a mejor guión fueron su recompensa en un año en el que también estaban otros títulos emblemáticos como "The Shawsank Redemption" o la ganadora "Forrest Gump". Aunque las reacciones a "Kill Bill" fueron de todo menos unánimes, no nominar el inolvidable trabajo de Uma Thurman podría y debería ser considerado como un crimen contra la humanidad. El espectacular éxito de público en todo el mundo y la muy notable recepción crítica de "Inglorious Basterds" le llevaron de nuevo al Oscar por la puerta grande. Ocho nominaciones y el codiciado premio coral del Sindicato de Actores le acercaron a la gran victoria final, pero ese año los titulares se los llevó el conflicto marital-cinematográfico de Kathryn Bigelow y James Cameron.
Un momento para la historia... Uma Thurman sólo ha protagonizado dos de sus películas, pero es la imagen que se nos viene a la cabeza cuando hablamos del cine de Tarantino. De "Pulp Fiction" nos quedamos con su icónico baile con John Travolta o la escena de la adrelina, aunque fue con los dos volúmenes de "Kill Bill" cuando se forjó la leyenda. El arranque de "Reservoir Dogs" (con sus protagonistas discutiendo en un diner sobre el sentido de las propinas o la canción
Like a Virgin de Madonna) o la primera aparición del Teninete Hans Landa en "Inglorious Basterds" son otros momentos inolvidables de su filmografía.
Disfrutaremos con él en... "
Django Unchained", estas mismas navidades. El futuro es incierto para él más allá de diciembre, pero el propio Tarantino ya ha dejado caer que podría continuar la trilogía temática que inició "
Inglorious Basterds". En el horizonte está, como siempre, el rumoreado tercer volumen de "
Kill Bill". La Novia que interpretaba una fantástica Uma Thurman se convertiría en el Bill de la hija de una de las víctimas de la primera película. Vivica A. Fox.
Menciones especiales
El momento más dramático cuando se elabora un ranking es ese en el que te das cuenta de quién se ha quedado a punto de entrar entre los elegidos.
Darren Aronofsky es el mejor ejemplo, pero estoy seguro de que dentro de diez años entraría en la clasificación (si es que no lo tiene ya).
Michael Haneke y
Lars Von Trier son nombres claves del cine actual, pero son demasiado europeos y complicados para los Oscar. A título personal,
Jason Reitman es otro de esos cineastas a los que duele dejar fuera (aunque es demasiado pronto para que entre en el ranking).
Otros ausentes
David Cronenberg o
Michael Mann han sufrido, sufren y sufrirán el estigma de ser cineastas de género, mientras que artistas como
Baz Luhrmann pecan de ser muy divisivos por sus excéntricas propuestas.
Tim Burton podría entrar en el grupo, pero anda perdido durante la última década y ha perdido el factor novedad que le convirtió en un director-estrella.
James Ivory y
Jim Sheridan conquistaron en su momento a la Academia, pero andan un poco perdidos. La Academia adora a
Alejandro González Iñarritu, pero aún tiene que demostrar su valía alejado de Guillermo Arriaga.
Gus Van Sant es otro director importante con nominaciones en su historial, pero falla a la hora de integrar sus vertientes comercial e independiente.
Spike Lee o
Mike Leigh son otros ignorados por la Academia.
¿A quién echáis de menos? ¿Quién os sobra? ¿Qué ranking os gustaría ver en el blog ahora que hemos terminado con los directores, actores y actrices?