Vulture.com: Cuando la carrera por el Oscar arrancó en diciembre, la creencia popular era que el Oscar de
Mejor Película sería para
Lincoln o
Zero Dark Thirty. ¡Y a todas las demás, gracias por participar!
Argo se veía con pocas o ningunas posibilidades de ganar, sobre todo después de que
Ben Affleck no fuera nominado como Mejor Director. Pero con el lento avance de la temporada de premios,
Argo ha cogido un impulso sorprendente al ganar el
Globo de Oro como Mejor Película Dramática y Mejor Director, el
SAG al Mejor Reparto, el
DGA al Mejor Director y el
PGA como Mejor Película. Hemos preguntado a varios altos ejecutivos de los grandes estudios y a los especialistas en los Oscar, y todos coinciden en que la previsible victoria de
Argo ha finiquitado la lucha por el Oscar de Mejor Película. ¿Cómo ha llegado esta película hasta la posición de líder? Os damos siete razones.
1. A Hollywood le fascina Hollywood.
“Siempre creí que ganaría
Argo,” dice un jefe de marketing de un estudio sin ningún interés económico en el resultado, “porque es una película que hace que Hollywood parezca más importante de lo que jamás se habría pensado, o de hecho, de lo que jamás será. Es una película para la gente que hace películas.”
Mientras que el público puede recibir con cierta indiferencia las películas sobre actores o el mundo del espectáculo, a los miembros de la Academia les encanta nominarlas y, a menudo, darles el premio grande: el año pasado, la historia sobre el viejo Hollywood de
The Artist no había alcanzado los 40$ en la taquilla americana para la noche de los Oscar, y aún así ganó como
Mejor Película. En 2003,
Chicago (¡espectáculo y jazz!) ganó por encima de dramas más serios y oscuros como
The Hours,
Gangs of New York y
The Pianist. Y el antes mencionado jefe de marketing argumenta que el motivo por el que
The King’s Speech ganó hace dos años fue que, aunque no tratase de Hollywood como tal, su protagonista tenía que aprender a interpretar un “papel” al que tenía medio (lo que tocó la fibra de la rama de actores de la Academia).
Hay un ejemplo más que, sin duda, dará escalofríos a
Steven Spielberg y que demuestra que la plaza de favorita de
Lincoln ya no está asegurada. En 1999, su
Saving Private Ryan perdió en Mejor Película ante otra comedia sobre el mundo del espectáculo:
Shakespeare in Love, que encima tenía en su reparto a
Ben Affleck (¡maldito sea!) interpretando a un actor.
2. Para los actores es como Rocky.
Argo no sólo trata de una película que al final lo arregla todo, también está protagonizada por un reparto contundente y dirigida por un actor que aparece en ella. Es la presentación definitiva de alguien que intente justificar que los actores son la fuerza más poderosa para hacer el bien en el mundo. ¿Y habíamos dicho que los aproximadamente 1.200 actores conforman la rama más grande de la Academia? (en comparación, el número de directores se estima en un 370, por campaña para el Oscar). “Para Ben, es su coronación,” comenta un jefe de estudio. Sus colegas actores ya le han dado el
SAG a
Argo y, al no estar nominado
Affleck como
Mejor Director (premio que suele ir de la mano con Mejor Película), muchos de los actores podrían ver en la categoría de
Mejor Película la mejor opción para reconocer a uno de los suyos. Mientras tanto, el premio de Mejor Director podría ser para
Spielberg, repitiendo lo que ocurrió el año de
Shakespeare in Love.
3. Para los productores también es como Rocky.
A finales del mes pasado,
Argo ganó el gran premio del
Gremio de Productores de América, y los productores (unos 450) constituyen una de las ramas más grandes de los votantes de la Academia. Muchos de ellos se han dejado convencer por el hecho de que
Argo hace que la producción de una película parezca algo noble en vez del costoso y ruidoso trabajo de egos y mal genio que suele ser. Además, “su héroe no es sólo un productor; es un productor mayor al que la industria parece haber olvidado,” dice el jefe de marketing entre risas, “mucha gente de la Academia puede sentirse identificada con eso.”
4. La ausencia de Affleck en Mejor Director no ha sido el duro golpe que se esperaba.
Cuando
Seth MacFarlane y
Emma Stone no leyeron el nombre de
Affleck la mañana de las nominaciones, muchos lo interpretaron como una señal de que las opciones de la película en la categoría reina habían quedado dañadas (la última película que ganó el premio gordo sin estar nominada en dirección fue
Driving Miss Daisy en 1989). Pero sobre todo, su ausencia en dirección supuso un duro golpe porque hundió la historia de
Affleck como ejemplo de crecerse ante los favoritos y pelear para ganar. Si ni siquiera lograba su propia nominación, ¿qué opciones le quedarían a su película?...
Sin embargo, no fue tan mal augurio si tenemos en cuenta la lista de directores tan potente en un año de éxitos de público y crítica. En palabras de otro jefe de marketing, “Este año, fácilmente podrías haber puesto seis e incluso ocho nombres en la lista de
Mejor Director. ¿Se puede llamar “olvido” a eso?” con nueve nominadas a
Mejor Película, alguien tenía que quedarse fuera;
Kathryn Bigelow también se ha quedado fuera. Resulta improbable que la ausencia de
Affleck se deba a una falta de confianza por parte de sus colegas directores, ya que ha ganado en el
DGA. No hay forma de saberlo pero es más probable que
Affleck haya sido víctima de la división de votos entre los directores de la Academia, e incluso podría haber acabado en las votaciones como el sexto nominado.
5. Buena suerte al que intente superar en carisma a Ben Affleck y George Clooney.
“El gran trabajo de un especialista en los Oscar es conseguir que (los votantes) acudan a los pases de las películas,” dice uno de los principales especialistas, empleado de un estudio con otra película en competición por la nominación. “Cuando se hace un coloquio con alguien a quien le apetece pasar el rato, se nota la diferencia. Y Ben es tan encantador.” Por no mencionar a
Clooney, que es productor de la película.
“
Affleck es capaz de acaparar toda la atención en la sala,” dice otro experto, y añade que la experiencia de llevar años promocionando sus películas y atrayendo a la prensa con su presencia hace que codearse con unos cientos de vejestorios de la Academia sea pan comido para
Affleck y
Clooney.
“Lo más
Ben de todo es que es tan jodidamente simpático,” bromea este especialista rival. “Es como
Clooney…nuestro
Clooney joven,” en el sentido de que es un representante de Hollywood pero también defensor de muchas causas liberales que giran en torno al mundo del espectáculo. “Habla en nuestro nombre, lucha por nosotros. Y se siente cómodo haciéndolo. Lo que quiero decir es que
Spielberg no va a dar una fiesta en su casa ni concederá una entrevista a
The Tolucan, el periódico local del distrito de Toluca Lake de Burbank. Como resultado, (la calidad de) la película es casi intrascendente.”
6. A Argo le va bien en casa. A Lincoln no tanto.
La mayoría de los votantes ven las películas nominadas en los
screeners que les mandan a sus casas y, “a una película como
Lincoln no le favorece el DVD,” explica nuestro primer especialista en los Oscar. “He oído a muchos decir: ‘me alegro de haber ido a verla al Cine’. Puede ser un poco aburrida, y en DVD la pueden quitar.” Además, la mayoría de los miembros de la Academia tienen mucho trabajo (remunerado) como para sacar tiempo para asistir a los pases. Los elegidos para unirse a la Academia (en todos los campos) son por lo general famosos, lo que significa que están más solicitados (en comparación con los premios de los gremios en los que todos los miembros votan, sin importar lo mucho o poco que trabajen). “Los votantes ven las películas en DVD, al menos muchos de ellos. Y ahí es donde
Argo tiene ventaja.”
7. A diferencia de Lincoln o Zero Dark Thirty, la historia de Argo es muy poco conocida, librándose así del escrutinio.
A
Zero Dark Thirty la ha perseguido el debate sobre si promovía o condenaba la tortura.
Lincoln, aunque ha sido generalmente alabada por su exactitud histórica, ha recibido críticas de
Joe Courtney (congresista de Connecticut) por representar a dos de los primeros congresistas de su estado votando en contra de la abolición de la esclavitud cuando, de hecho, votaron a favor.
Courtney quiere que cambien ese detalle en el DVD, aunque reconoció que “no debería ensombrecer el hecho de que, en general, la película es un retrato fiel y contundente de lo que realmente ocurrió.” El asunto de
Zero Dark Thirty creó una gran división a la hora de hablar de la película, mientras que el error de
Lincoln no fue tan convincente ni tan controvertido. Pero lo que queda es que cualquier otro debate sobre una película que no sea si es buena o no supone una distracción. Aunque
Argo también está basada en hechos reales, ha salido prácticamente indemne (principalmente porque es una historia muy poco conocida). A excepción de
esta noticia del pasado octubre, no se ha resaltado mucho la inexactitud de algunos aspectos de
Argo. Y cuando se ha hecho, han resultado ser mucho menos evidentes debido al poco conocimiento que tiene el público de los hechos reales. “La gente ha estado tan ocupada atacando a
Zero Dark Thirty que
Argo se ha quedado en la película que simplemente disfrutas,” comenta nuestro segundo especialista.
La noche del 24 de febrero descubriremos finalmente si todas estas teorías resultan ser ciertas y
Argo sale victoriosa. Pero recordad: de la misma forma en que
Argo se convirtió en la favorita sorpresa por la empatía que genera en los votantes, otra película podría dar la sorpresa por gustar de una forma más personal. “A la gente le encanta
Silver Linings Playbook, por lo que no deberíamos descartar sus opciones por completo,” dice nuestro primer especialista consultado, y añade que tiene un gran número de votantes: “Medio Hollywood está mal de la cabeza.”