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San Sebastián 2013: Día 2. La Vie d'Adele, Le Week-End, The Wind Rises...

Por Daniel Martínez Mantilla - 22/09/13 3 Comentarios

La primera noche de la 61 edición del Festival de San Sebastián se cerraba el pasado viernes con el (incomprensiblemente) único pase que tendrá lugar en el festival de "La Vie d'Adele". El director tunecino Abdellatif Kechiche acudió a la ciudad guipuzcoana para recibir el premio FIPRESCI que cada año se entrega en la gala de apertura del Zinemaldia. Con enormes expectativas arrancaba a las 23.30 horas de la noche una proyección que prometía provocar reacciones dispares con esta propuesta visceral de tres horas de duración. Así fue. 

"La Vie d'Adele" se erige, por un lado, como un maravilloso relato de madurez que nos cuenta sin prisa pero sin pausa el paso de la adolescencia a la juventud de una chica llamada Adele y, por otro, como una emotiva narración sobre el comienzo, desarrollo y posible final del primer gran amor de esta con otra chica, Emma. Y todo con una naturalidad pasmosa y pocas veces vistas en la gran pantalla. Quizás el método para exprimir a sus actrices bordeó la tortura, pero los resultados se ven y se sienten en la gran pantalla. Adele y Emma no parecen personajes, si no personas que están enfrentándose a personas, situaciones y emociones que jamás podrán dejar atrás a pesar de que sus vidas puedan seguir adelante. 

Lea Seydoux y sobre todo una espectacular Adele Exarchopoulos (en uno de esos papeles revelación que marcan un antes y un después) hacen una composición apasionada, apasionante y, digámoslo de nuevo, de una naturalidad pasmosa. Las actrices y un brillante Kechiche consiguen trasladar a la pantalla una sensación tremendamente difícil de conseguir en la gran pantalla: la verdad. En todas sus acepciones, positivas y negativas. Adele y Emma comen, hablan, follan como personas normales. En un medio que tiende tanto a la coreografía como es el cine, es algo casi inaudito. 

"La Vie d'Adele" no es una película perfecta. Tampoco lo pretende. Sin llegar a ser irregular, hay partes que destacan más (su etapa en el instituto) que otras (la relación consolidada) y pega de un par de lugares comunes (la intensa conversación con los amigos de Emma) de estas historias de amor casi tan intelectuales como pasionales.  Dura tres horas cuando podría perfectamente podría eliminar una de ellas. No todas las secuencias de la película son necesarias y sin embargo yo no tocaría ninguna de ellas. Ni siquiera las famosas (con razón) escenas de sexo. Están ahí para contar algo de Adele, su relación o lo que está pasando por la cabeza. Se toma su tiempo para todo. Hay que estar preparado para enfrentarte a un drama de personajes de tres horas de duración, pero la recompensa es grande. Y dejemos que sea el tiempo el que diga si estamos ante una obra maestra o no. No tengamos tanta prisa. 


Ayer tarmbién se pudo ver uno de los títulos que luchan por la Concha de Oro. Con inevitables aires de la saga "Before..." de Richard Linklater, el británico Roger Michell nos muestra la relación de una pareja británica que regresa a París muchos años después de su luna de miel con el fin de insuflar de vida a su matrimonio. Unos brillantes Jim Broadbent y Lindsay Duncan protagonizan una comedia con toques dramáticos (¿o es a la inversa?) mucho más efectiva que original. Ya hemos visto numerosas películas que explotan una premisa similar, pero es inevitable disfrutar de los reproches, momentos cómplices y anécdotas que comparten Nick y Meg a lo largo de los ajustados y entretenidos 90 minutos que ocupan el film. 

Hanif Kureishi ("Mi hermosa lavandería", "Venus") es desde ya uno de los favoritos para ganar el premio al mejor guión el próximo 29 de julio. Sus agudos diálogos hacen de "Le Week-End" una película perfecta para premiar en la categoría. En cualquier caso, no deberíamos vaticinar premios a estas alturas. Después de todo, estamos aún en el segundo día del festival. 

Como curiosidad, añadir que la mismísima Annette Bening (de visita en el Zinemaldia para presentar "The Face of Love") acudió al pase de prensa celebrado en el teatro Principal. Los periodistas que se dieron cuenta de su presencia en la sala la recibieron entre aplausos, tal y como se merece una grande como ella. 

El otro título que se ha pasado ayer de la Sección Oficial fue "Pelo Malo", una coproducción entre Venezuela, Perú y Alemania que dirige Mariana Rondón. La película es un drama social con espacio para la sonrisa que presenta a dos personajes principales. Marta es una joven viuda que es incapaz de aguantar en el mismo trabajo y que no sabe cómo sacar adelante a sus dos hijos en la caótica Caracas; Junior es un niño de nueve años cuya mayor preocupación ese verano es alisarse el pelo para hacerse una foto y apuntarse al colegio. La problemática relación de estos dos se coloca en el epicentro de una cinta costumbrista con aspiraciones de denuncia social que aligera su propuesta con el personaje del chico y una amiga regordeta que sueña con ser Miss. Inofensiva y entretenida, "Pelo Malo" es una película pequeña que se deja ver gracias a la luz que desprende su joven protagonista. 


En la sección Perlas y tras su paso por la competición en la última edición del festival de Venecia pudimos ver la que dicen será la última película del maestro Hayao Miyazaki, el cofundador del venerado Studio Ghibli. En "The Wind Rises" el japonés repasa los principales acontecimientos en la vida de Jiro Horikoshi, un hombre que pasaría a la historia por ser el diseñador del avión de combate usado en el ataque a Pearl Harbor durante la Segunda Guerra Mundial. La película, no obstante, se centra en su amor por la aviación, su obsesión con un diseñador italiano llamado Caproni (protagonista de numerosos momentos oníricos que aparecen en el film) o su romántica relación con Naroko, una chica que conoció en el terremoto de Kanto en 1923 y que acabaría convirtiéndose en la mujer de su vida. 

Miyazaki adopta un tono y estructura de biopic pero deja de lado todas las implicaciones políticas e incluso morales que acompañan la carrera como diseñador de aeronaves de guerra de Horikoshi. En ningún momento de hecho se detalla la implicación de Jiro con la batalla de Pearl Habor. La cinta deja pistas en clave visual al espectador, pero sólo aquellos que conozcan la historia sabrán descifrarlas. Miyazaki apuesta por dibujar a su protagonista desde un punto de vista algo simplista: Jiro es un héroe, un romántico, un buen amigo de sus compañeros de trabajo y un apasionado de la aviación. 

Independientemente del cuestionable fondo del proyecto, Miyazaki vuelve a recordarnos que formalmente es un mago que sabe tocar las teclas necesarias para llegar al espectador. La emoción que provoca la ensoñación final con Naroko o la tragedia de Kanto que sucede en los primeros compases del film son dos muestras de ello. Conviene destacar el crecimiento (en la historia y en el propio espectador) de la historia romántica del relato: inicialmente parece una trama sin apenas importancia, pero en la segunda parte del relato el impacto emocional es mayor cuanto más conocemos la particular relación de la pareja (la despedida de ella en el tren deja con el corazón en un puño al espectador). Una obra notable que podría haber sido todavía mejor si Miyazaki se hubiese atrevido a ir más allá. 

También en la misma sección hemos visto "Narco Cultura", un documental de Shaul Schwartz sobre el impacto del narcotráfico en Ciudad Juarez. La película, estrenada en el último festival de Sundance, se centra en cómo los narcotraficantes se han convertido en un figura a respetar y admirar, en modelos de éxito y fama. A raíz de fascinantes ejemplos como el narcocorrido (un subgénero musical que conmemora conductas y figuras relacionadas con esa problemática) vemos el impacto cultural de una situación que ha provocado directa o indirectamente más de 15.000 muertes en Ciudad Juárez desde 2006. Los datos son desoladores, pero el documental acaba siendo algo reiterativo y por momentos pierde el foco al acercarse a la figura de los peritos, los CSI mexicanos, otras víctimas del nacotráfico. Interesante, revelador y muy entretenido, pero el tema daba para más. 


La sección dedicada al Velódromo ha abierto sus puertas en la segunda jornada del festival con la exhibición de "Zipi y Zape y el club de la canica", una nueva adaptación cinematográfica de los personajes creados por José Escobar. El director Oskar Santos es el responsable de una aventura en la que los hermanos son enviados a pasar el verano a un colegio donde les controlará con mano de hierro. Allí descubren rápidamente que es un lugar donde todo está prohibido, especialmente jugar. Para luchar contra el sistema preestablecido deciden fundar el Club de la Canica, una especie de resistencia infantil que desafía la autoridad de los adultos.

A pesar de su guión ágil y lleno de guiños a los clásicos del cine juvenil de los años ochenta como "Los Goonies", la película de Santos falla allá donde no debería: "El club de las canicas" podrá ser una (moderadamente) divertida cinta de aventuras para toda la familia, pero no es una película sobre Zipi y Zape. No hay rastro de numerosos personajes y elementos claves del comic que enamoró a generaciones de españoles en la segunda mitad del siglo XX. Resulta evidente que los productores han querido aprovechar el tirón de la marca del cómic para desarrollar una nueva franquicia si la película triunfa en su estreno en los cines españoles el próximo 4 de octubre.

Un punto a favor del film lo encontramos en el cuidado trabajo de producción de la película (con ese colegio que recuerda indudablemente a Hogwarts: la saga "Harry Potter" es otro clásico en el que se fija descaradamente) y su notable banda sonora de Fernando Velázquez, compositor que saltó a la fama el pasado año por su emocionante trabajo para "Lo Imposible".

3 comentarios to ''San Sebastián 2013: Día 2. La Vie d'Adele, Le Week-End, The Wind Rises..."

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  1. Tuve el privilegio de ser uno de los asistentes a la proyección de La vie d'Adele en el Kursaal 2, y la verdad es que la peli me gustó, aunque tenia las espectativas demasiado altas. Estoy de acuerdo contigo Daniel que la parte 1 de instituto engancha muchisimo más que la parte de su relación tiempo después; quizá por eso fue decayendo. Pero eso si, la Adele esta BRUTAL, una de las mejores, y más creibles, interpretaciones que he visto en mi vida.

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  2. Tuve el privilegio de ser uno de los asistentes a la proyección de La vie d'Adele en el Kursaal 2, y la verdad es que la peli me gustó, aunque tenia las espectativas demasiado altas. Estoy de acuerdo contigo Daniel que la parte 1 de instituto engancha muchisimo más que la parte de su relación tiempo después; quizá por eso fue decayendo. Pero eso si, la Adele esta BRUTAL, una de las mejores, y más creibles, interpretaciones que he visto en mi vida.

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  3. Cuando veo como hablan de La vie d'Adele se me viene a la cabeza una sola palabra: pretensión. Pero bueno, habrá que verla para confirmarlo.

    La última de Miyazaki está pasando a ser de lo más esperado del año para mí.

    Saludos!

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